martes, 30 de noviembre de 2010

-★HITLER Y EL ATLETA DE COLOR JESSE OWENS EN LOS JUEGOS OLIMPICOS DE 1936


UNA MENTIRA DE MAS DE 70 AÑOS



      Estados Unidos salía maltrecho de la peor crisis económica de la historia; en Europa los dioses de la guerra retumbaban sus tambores.


Como aperitivo a la II Guerra Mundial el canciller alemán, Adolf Hitler, vio en los Juegos Olímpicos de 1936 la oportunidad dorada de exhibir los avances de su pais y mostrar al mundo  una nueva sociedad y una economía y  política que eran (y siguen siendo)  fatal para el capitalismo, esa sociedad se estaba moldeando bajo la bandera del Nacionalsocialismo, aunque efectivamente para otros dirigentes y adeptos al partido lo era desde un punto de vista mas materialista y hasta extremista, basándose en la supremacía de la raza y en el ideal del superhombre.

     La prensa "internacional" hace más de 70 años que viene repitiendo que el excepcional atleta Jesse Owens, conquistador de 4 medallas de oro en las Olimpíadas de 1936 en Berlín; que habrían sido organizadas para mostrar al mundo la superioridad de la raza aria.

¿Cuántas veces hemos escuchado o leído aquello de que Adolf Hitler se negó a estrechar la mano del atleta negro Jesse Owens porque por las victorias habría desmoralizado a la raza aria?

Y que Hitler aparte no lo habría saludado por ser negro  y estar tan irritado con sus victorias, que terminó abandonando el Estadio...,precipitadamente? 

Hábil publicista quien inventó la historia… ¿quién no creería algo tan hermosamente creíble?

Pero veamos algunos antecedentes y datos históricos, como por ejemplo los integrantes del Comité Olimpico internacional (COI) de ese entonces. 

hitler


OLIMPÍADAS DE BERLÍN, 1936

   Es bien conocida la historia de Jesse Owens, el atleta negro de U.S.A. que consiguió la medalla de oro en atletismo durante las olimpiadas de Berlin de 1936. Bastante comentado es tambien el hecho que Hitler no lo saludara, según dicen, molesto por ser un atleta de color, y no “ario”, el que dominara esa prueba de resistencia.

Pero ese es sólo un mito, un bulo, una mentira  aliada y propagandística.

 Hitler SI saludo a Owens, pero lo hizo fuera de cámaras como dijo en sus memorias el propio atleta. 

De hecho Owens llegó a decir que le trataban mejor en la Alemania Nazi (donde le pedían autógrafos) que en su propio país (donde no podía subirse a los autobuses de los blancos, debido a la política oficial de segregación racial).



     Toda esa ficticia polémica se originó, entre otras cosas, a que Hitler si saludo durante el primer día a todos los vencedores de pruebas (y a los 2º y 3º clasificados también) 

Cronológicamente, la primera victoria atlética correspondió a la lanzadora de jabalina alemana Tilly Fleischer; segunda fue la también alemana Luise Krüger y tercera la polaca Maria Kwasniewska. Hitler quiso que subieran al palco para saludarlas. Abierto el grifo, también quiso saludar a los tres finlandeses que coparon el podio del 10000, Salminen, Askala e Iso-Hollo. 
Lo mismo ocurrió con el alemán Hans Wollke, ganador del lanzamiento de peso, secundado por el finlandés Sulo Barkund y el alemán Gerhard Stock. 

Ante los retrasos ocasionados al resto de las pruebas, los asesores de Hitler y miembros del COI por allí entonces le recomendaron y le hicieron saber que ningún protocolo le exigía saludar a los campeones. También le advirtieron de que si decidía saludarlos era preferible hacerlo con todos o con ninguno.

Por lo tanto que no lo hiciera más, ya que retrasaba el resto de las pruebas. Hitler, haciendo caso al consejo, ya no saludaría más "in situ" a ningún ganador (al día siguiente Owens ganó su primera prueba), pero si lo saludo en privado (entre ellos al propio Owens como el mismo cuenta en sus memorias).

Pese el "riesgo" que corrían, algunos atletas alemanes felicitaban al campeón. 

    Es muy conocida la historia de cómo uno de los “niños bonitos” de Hitler, el saltador de longitud Lutz Long, este le daría valiosos consejos a Jesse al momento de la clasificación de la prueba de salto largo, Long dio algunos consejos a Owens en su concurso cuando tuvo problemas de talonamiento en la ronda de calificación,  gracias a lo cual Owens lograría pasar la etapa de la clasificación disputándose la Final  en un duelo épico y derrotando a Lutz Long, llevándose así Jesse Owens  la medalla de oro. 





El diario Marca, del 21/07/08 en su especial de los JJ.OO. de 1936, recoge esta historia de amistad, fue tal que finalizado el conflicto Owens visitaría a la familia de Long en Alemania.






    Por ese gesto y dadas las circunstancias de la época, Long recibió la medalla al espíritu deportivo, máxima condecoración olímpica, a titulo póstumo (murió durante la invasión Aliada a Sicilia llamada Operación Husky).

Luz Long (Se enlisto posteriormente en la división Hermann Goering de la Luftwaffe con el grado de obergefreiter, Long combatió (a pesar de que los deportistas de élite de aquel país solían disfrutar del privilegio de no tener que ir al frente)

Luz Long fue Herido en combate durante esa invasión a Sicilia, murió el 13 de julio de 1943 en un hospital británico.



       Quien no se acordó de las victorias de su compatriota fue la Casa Blanca que no envió ni un telegrama a su héroe (sí a otros deportistas blancos de EEUU) ni lo recibió en audiencia. 




También tenemos  el rotativo "Correio do Povo" de Porto Alegre, en su reportaje del 5 de Agosto de 1936, nos cuenta lo que sucedió en Berlín el día 2 de agosto de 1936, primer día de competiciones:

"Hitler presenció parte de las pruebas en el estadio, se hizo presentar a los vencedores de las modalidades que acababa de presenciar desde la tribuna oficial. Felicitó personalmente a la Srta. Fleischer de Alemania, por su victoria en el lanzamiento de jabalina. El director deportivo, Von Tschammer Osten, presentóle también a las señoritas Kurgen, de Alemania, 2ª colocada, y Knasnievska de Polonia, la tercera colocada. Más tarde, Hitler saludaría personalmente a los tres finlandeses de los 10.000 metros; al alemán Woellke, vencedor de lanzamiento de peso, y los segundo y tercero respectivamente; el finlandés Baerlunde y el alemán Stoeck." 

"Después de esto, y antes de retirarse del estadio, de acuerdo con la información del Sr. K. C. Duncan, secretario general de la Asociación bsp; Olímpica Británica, — los miembros del Comité Olímpico Internacional solicitaron al Führer que se abstuviese de continuar saludando públicamente a los vencedores de cada prueba, concretamente Henri Baillet-Latour, que de acuerdo con el protocolo olímpico, un invitado de honor del comité olímpico no debería saludar a los vencedores. 

Casualidad o no, estos consejos -que Hitler atendió- coincidieron con la victoria de Cornelius Johnson en el salto de altura. 

Es decir, que si hubo un atleta al que Hitler decidió no estrechar su mano por el hecho de "ser negro", como dicen ahora los ignorantes, éste no fue Jesse Owens sino CORNELIUS JOHNSON, atleta negro estadounidense, quien fuera laureado con medalla de oro en salto de altura.

"En otras palabras  a Hitler se le solicitó cumplir un "requerimiento protocolar", ciertamente que después del pedido del C. O. I. no hubo más saludos en público por parte del Führer durante todo el resto de la Olimpíadas, ni para los negros ni para los blancos”.

Podria ser que a Hitler no le hiciera gracia ver a  negros ganando medallas de oro, o de otros paiese, como cualquier persona que espera que su pais se lleve muchas medallas,  pero de  hecho si se sabe que hizo algunas recepciones en privado, pero de ahí a afirmar que no quiso estrecharles la mano por "ser negros" o que abandonó el estadio para no hacerlo hay un trecho bastante largo y discutible por no decir que infantil y ridiculo.








¿PERO COMO EMPEZO ESA MENTIRA? VAYAMOS POR PARTES

      La prensa "internacional" hace años que viene repitiendo que el excepcional atleta Jesse Owens, conquistador de 4 medallas de oro en las Olimpíadas de 1936 en Berlín; que habrían sido organizadas para mostrar al mundo la superioridad de la raza aria; habría desmoralizado ésta raza; Hitler no lo habría saludado por ser negro, y habría quedado tan irritado con sus victorias, que terminó abandonando el Estadio... Últimamente están sofisticando más el asunto y ya fue publicado que el Führer espumaba de rabia.... Una noticia de éste tipo tiene tres objetivos por lo menos, ya que nunca entraron en detalles sobre aquella olimpíada:

1. Racismo contra los negros.
2. Supone la idea de derrota y desmoralización alemana.
3. Quien espuma de rabia es loco.


LOS HOMENAJEADOS PUBLICAMENTE POR HITLER

     El rotativo "Correio do Povo" de Porto Alegre, en su reportaje del 5 de agosto de 1936, nos cuenta lo que sucedió en Berlín el día 2 de agosto de 1936, primer día de
competiciones:

"Hitler presenció parte de las pruebas en el estadio, se hizo presentar a los vencedores de las modalidades que acababa de presenciar desde la tribuna oficial. Felicitó personalmente a la Srta. Fleischer de Alemania, por su victoria en el lanzamiento de jabalina. El director deportivo, Von Tschammer Osten, presentóle también a las señoritas Kurgen, de Alemania, 2ª colocada, y Knasnievska de Polonia, la tercera colocada. Más tarde, Hitler saludaría personalmente a los tres finlandeses de los 10.000 metros; al alemán Woellke, vencedor de lanzamiento de peso, y los segundo y tercero respectivamente; el finlandés Baerlunde y el alemán Stoeck. Después de esto, y antes de retirarse del estadio, de acuerdo con la información del Sr. K. C. Duncan, secretario general de la Asociación Olímpica Británica, — los miembros del C. O. I. (Comité Olímpico Internacional) solicitaron al Führer que se abstuviese de continuar saludando públicamente a los vencedores de cada prueba. Esto sucedió en el momento en que CORNELIUS JOHNSON, (Y NO JESSE OWENS) atleta negro estadounidense, estaba siendo laureado con medalla de oro en salto de altura."

Ciertamente que después del pedido del C. O. I. no hubo más saludos en público por parte del Führer durante todo el resto de la Olimpíada, ni para los negros ni para los "arios".

LA PRIMERA MEDALLA DE ORO DE JESSE OWENS

    En la prueba final de los 100 metros, venció Jesse Owens, como ya era esperado por el público que lo había visto batir el record mundial en las eliminatorias. El tiempo de la prueba final fue de 10.3 segundos, igualando el record olímpico. 

Al respecto, el "Correio do Povo" de 4/VIII/1936, publicó: Después de triunfar en los 100 metros, Jesse Owens declaró a los reporteros.



"Es difícil imaginar mi felicidad. Cuando corría, hubo un momento en que me pareció que tenía alas. Todo el estadio se mostraba tan animado, que me contagió y corrí con más alegría; pareciendo que había perdido el peso de mi cuerpo. El entusiasmo deportivo de los espectadores alemanes me impresionó profundamente, especialmente la caballeresca actitud del público. Pueden decir a todos que agradecemos la hospitalidad germana.” 

Era su primera medalla de oro.


SALTO LARGO.

      Su segunda medalla de oro fue conseguida en el salto largo, en disputa con el atleta alemán Lutz Long, que en la serie había igualado al fantástico atleta negro con 7,87 metros. Entonces, Owens en su último salto, alcanzó los 8,06 metros, un record que se mantendría mundialmente invicto por 24 años. Long, ansioso por superar la marca de Jesse, saltó por última vez, fracasando sin embargo. Hay que tener en cuenta el espíritu deportivo que existió en ésta olimpíada; pues después de la victoria, Jesse comentó que venció gracias a los consejos recibidos de su principal competidor, el "ario" Long, del cual leimos mas arriba fue amigo íntimo por muchos años.





TERCERA Y CUARTA MEDALLA: HOMENAJE

     Ya como ídolo del PUEBLO ALEMÁN, desde las eliminatorias, de los 100 metros, Jesse se prepara para su tercera medalla de oro, en los 200 metros llanos. Pese al mal tiempo, el estadio para 110.000 personas estaba lleno, como siempre, nadie quería perder él espectáculo. En las eliminatorias él ya había arrasado con el record mundial en 21,3 segundos. Desde la arrancada Jesse tomó la delantera y cruzó la llegada en 20,7 segundos mejorando su record olímpico y mundial. 

Hitler también presenció ésta prueba, para la cual los alemanes no pudieron clasificarse. 

      Los alemanes habían preparado una ceremonia especial para Jesse Owens, en previsión de su victoria. Los tres vencedores, 1º, 2º y 3º colocados en ésta prueba se alinearon en una tribuna especialmente construida, adornada con ramos verdes y áureos, frente al palco oficial, donde, además del Führer, estaban los invitados de honor. Jesse estaba en el medio, ligeramente arriba del detentor de la medalla de plata, a su derecha, y del tercero colocado a su izquierda. 

    Cuando los tres atletas levantaron la vista a la tribuna de honra, la banda de los organizadores de la Olimpíada, dirigida por el conde Henri de Baillet Latour, y una batería de trompetas, en la extremidad del estadio, comenzaron a tocar y toda la multitud se levantó. 
Tres lindas jóvenes en uniforme blanco, se encaminaron hasta los campeones y los coronaron con laureles.











 Más de cien mil espectadores, que aclamaban a Hitler cuando correspondía, vitorearon muchas veces el nombre de Jesse Owens en el Estadio Olímpico de Berlín y más tarde, muchos berlineses le pedían autógrafos cuando le veían por la calle. 

Durante su estancia en Alemania, Owens estaba excluido de la ciudadanía bajo la Ley de Ciudadanía del Reich del 15 de septiembre de 1935. Sin embargo, a Owens se le permitió viajar y hospedarse en los mismos hoteles como a cualquierciudadano, lo cual en ese momento no dejaba de ser una ironía, ya que los afroamericanos en los EE. UU. no tenían esa misma igualdad de derechos.

berlin

        Jesse recibió también un tiesto con un pequeño roble. 

     Los alto parlantes anunciaron los nombres de los atletas y la banda ejecutó el himno nacional estadounidense mientras los atletas permanecían en posición de firmes y los "arios" que desbordaban el estadio, con los brazos extendidos para adelante, hacían la conocida venia (saludo romano)  nacionalsocialista. 

Después del himno, la multitud se sentó de nuevo para ver las mozas en perfecta formación saliendo para un lado, mientras los vencedores saludaban el palco de Hitler y se retiraban. 

La cuarta y última medalla de oro, fue conquistada en relevos de 4 X 100 mts. en 39,8 segundos por el equipo americano que Jesse integraba, también estableciendo un nuevo record mundial.


AUTÓGRAFOS

        El "Negro" era tan querido y popular para el pueblo alemán, que no tuvo, después de ta primera victoria, prácticamente más descanso, porque donde fuese tenía que dar autógrafos. Después de la victoria en los relevos, se vio obligado a cambiar de alojamiento para huir de la multitud de cazadores de autógrafos. (UNOS VERDADEROS RACISTAS NUNCA HARÍAN ÉSO!) Millares esperaban en fila del lado de afuera, en la Casa Bautzen en la Villa Olímpica. 




      Al principio, Jesse se sentía a gusto siendo tan popular, y de buen grado daba autógrafos a diestra y siniestra. Pero ya por el final de las competiciones, los músculos de su brazo derecho estaban quedando con calambres. Larry Snyder, su compañero de equipo tuvo miedo de que los calambres pudieran perjudicarle las piernas. Pidió la ayuda de Herb Fleming, otro negro con el cual era constantemente confundido. Jesse autorizó al otro atleta negro para firmar autógrafos en su nombre.



EXHIBICIÓN EN COLONIA

Finalizadas las Olimpíadas, el Gobierno Alemán patrocinó la exhibición de Jesse y otros atletas americanos en la ciudad de Colonia (Köln). El "Correio do Povo" de Porto Alegre del día 12/VIII/36 publicó: 


"Jesse Owens durante una entrevista telefónica que mantuvo con la United Press, declaró hoy en Colonia que abandonará su viaje a través de Europa y que seguirá lo más pronto posible para los Estados Unidos, para estudiar diversas propuestas que recibió para ingresar en el profesionalismo."


También hay que mencionar que entre los atletas alemanes se encontraba la Srta. Helene Mayer, una judía, que ganó la medalla de plata en florete femenino y que recibió del Gobierno, plena ciudadanía alemana, lo que irritó a los sionistas. Ahora vamos a analizar los tres puntos anteriormente mencionados, que serían el objetivo de los falsos noticieros, que aparecen en la prensa mundial siempre que se habla de Olimpíadas, ya que las de Berlín fueron las últimas antes de la Segunda Guerra Mundial. 
¿Racismo contra los negros? 
Ciertamente hubo, pero no fueron discriminativos los alemanes que festejaron y glorificaron las victorias de Jesse Owens transformándolo en ídolo. 
¿Que el "Negro" desmoralizó la raza aria cuando ésta organizó las Olimpíadas para mostrar su superioridad? 
¡No se puede creer que la prensa no sepa quienes vencieron en 1936, y sigan desparramando mentiras a lo largo de más de sesenta años! 
Finalmente ¿porqué espumaría de rabia un Gobernante que venció una olimpíada brillantemente, con 89 medallas, numero idéntico al conquistado EN CONJUNTO por los EE UU, Francia y Gran Bretaña, las tres mayores potencias de la época?. 


MISTERIO.

       Después de Colonia, la delegación americana fue invitada a Noruega y Suecia, sin embargo Jesse rehusó participar.

 No se consiguieron aún datos concretos sobre lo que ocurrió con él en éste período. 

Segun una  versión como Owens rechazó la exigencia federativa norteamericana para realizar una gira de exhibición por Europa y pagar así los gastos del viaje fue excluido para siempre de todas las competiciones.

Lo que se sabe es que él fue suspendido por la Asociación Atlética de los Estados Unidos.

Es muy raro todo éso, uno de los mayores atletas de todos los tiempos, héroe celebrado por los alemanes e ignorado por su patria al volver. 

¿No habrá sido justamente por éso que la prensa internacional lo ignoró? 
¿Habría caído en desgracia? 
¿En algún tipo de trampa? 

      Por indisciplina, al comienzo de las Olimpíadas, los dirigentes Nortemericanos retiraron de su delegación a los atletas Sam Stoller y Martín Glickman, los únicos judíos del equipo de pista y campo de los EEUU, que fueron substituidos por los de color Jesse Owens y Ralph Metcalfe en los relevos de 4 x 100. 

A partir de ahí predominó la tendencia de criticar al Comité Americano en la "Prensa Internacional", principalmente en los EE UU.


Stoller y Glickman decían que hubieran podido también alcanzar el record mundial... 
La prensa decía que la no inclusión de los atletas había sido inoportuna; lo que desencadenó acusaciones de preconceptos raciales contra el equipo norteamericano, que duraron algunos años. Los amantes del deporte en los EE UU pudieron leer muchas más noticias sobre las hazañas de Eleanor Holm Jarret, nadadora de espaldas; la cual fue separada del equipo americano por no haber cumplido todos los entrenamientos previstos en el vapor que los conducía a Alemania. Cantante de Clubes Nocturnos y actriz de cine, Eleanor dijo haberse entrenado con champagne y caviar. Pues la prensa daba más atención a esa moza, de la que daba a los otros nadadores americanos que llevaron varias medallas. También se hablaba más de los dos boxeadores que fueron retirados y se olvidaron de los que realmente lucharon. 
Por lo tanto se deduce que la prensa "racista internacional" no aceptó el corte y substitución de atletas judíos por negros, ni el hecho de que sus victorias fuesen aclamadas por el pueblo alemán.

Joe Louis y Jesse Owens, fueron los primeros atletas negros de fama mundial. 



Pero no podían hacer propaganda de artículos deportivos en los EE UU. de América, pues los estados del sur boicotearían ésos productos. 


Y EL SALUDO?

El propio Jesse Owens desmintió que el Führer le hubiera dado la espalda públicamente, el atleta de color dijo que Hitler le había rendido un homenaje.

   Ya que Owens cuenta en sus memorias un inesperado encuentro con Hitler en bambalinas:

    "Cuando pasé, el Canciller (Hitler) se levantó, me saludó con la mano y yo le devolví la señal. Pienso que los reporteros tuvieron mal gusto al criticar al hombre del momento en Alemania".

-Jesse Owens, en una entrevista al Tampa Tribune antes de 
fallecer  en el hospital de cáncer  del 01/04/80, páginas 1 y 3-6:




"En la Alemania nazi, lo trataron como a un igual", comentó William J. Baker, el biógrafo de Owens.

Al volver a America,  Jesse Owens  regresa y así le recordaron en los EEUU, lo que era ¡un negro!. No hubo  banda de música ni fanfarrias en el aeropuerto, ni trompetas, ni homenajes; solo estaba su familia y el viejo profesor Riley.  

Aunque después de un parada en la bolsa de Nueva York en su honor, Owens vuelve a su trabajo de botones en el hotel Waldorf-Astoria.

      En su autobiografía, Jesse Owens relata que en  su propio país, al contrario de lo que ocurriera en Alemania, por muy héroe que lo hubieran declarado, en EEUU la segregación racial le siguió impidiendo -entre otras diferencias- sentarse en la parte delantera de los autobuses, reservada para los blancos y tenia que irse atrás destinada  para los negros.

En las reparticiones públicas; debía entrar por la puerta del fondo y no podía vivir en donde le gustase. 

     Mas triste es el hecho que el presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt (mason cabe aclarar) no quiso inquietar a sus votantes sureños en periodo preelectoral  y se rehusó recibir a Owens en la Casa Blanca. 

Roosevelt se encontraba en campaña de re-elección y temía las reacciones de los votantes de estados del Sur (notoriamente segregacionistas) en caso de que Roosevelt  le rendiera honores a Owens.

Tampoco  nunca le envió un telegrama de felicitación.

Jesse Owens comentó más tarde que fue Rossevelt quien lo trató con brusquedad. 

 Owens comentó:

"Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al Presidente".

 Tal vez a Owens no se le haya invitado para saludar a Hitler y cuando cuenta que se encontraron talvez no le dio un apretón de manos como tal, y solo fue un saludo de reverencia con la mano.   Pero el presidente del país "libre y democrático" que le vio nacer y para el que compitió y alcanzó la gloria,  nunca quiso estrechársela.

"Nosotros vivíamos en América bajo ésa discriminación" aseguró Owens.




















    Después de los Juegos, tuvo muchas dificultades y pasó a ser un promotor del deporte, esencialmente un animador de espectáculos. Jesse Owens luego tuvo que retirarse del Atletismo a los 23 años de edad para poder ganarse la vida en absurdas carreras contra galgos o motocicletas.





  Abandonó su curso universitario y firmó un contrato de  ¡director de conjunto musical! Su autopromoción acabó eventualmente convirtiéndole en relaciones públicas en Chicago, incluyendo una larga temporada como pinchadiscos de música jazz.

Un socio lo estafó en una lavandería.

Impartió charlas de superación personal a jóvenes y organizó espectáculos.

¡Y nunca más compitió!!! 


    Owens, Adicto al cigarrillo, fumador de un paquete de tabaco diario durante 35 años, muere el 31 de marzo de 1980 con 66 años de edad debido a un cáncer de pulmón, en Tucson, Arizona. 

Está enterrado en el cementerio Oak Woods de Chicago.








VIDEO DE LOS 100mts



EL CASO JOE LOUIS.



Nota adicional: Joe Louis el boxeador negro también tuvo tremendos problemas en EEUU, pese a haber colaborado en el ejército Norteamericano dando exibiciones y demas y de donar varios cientos de miles de dólares a la milicia de EEUU ¡¡¡¡los gringos le cobraron impuestos por este dinero que Louis donó a los EEUU!!!!... Joe Louis quedó endeudado por mucho tiempo y tuvo que pelear (ya cuando estaba viejo y retirado) y dejarse aporrear a fin de poder pagar, para que se vea como son los gringos: asesinos y dineristas.



El tema del racismo contra los negros en Alemania es curioso: había una minoría (muy reducida) de negros alemanes, ciudadanos originarios de las colonias de la Alemania Imperial, y no tuvieron demasiados problemas durante la guerra, quizás porque a ojos de los nacionalsocialistas no eran en ningún modo una amenaza a la pureza de la raza aria, ya que no debió haber ningún tipo de mestizaje en esos años. 
Así entonces, hubo askaris (nativos africanos que luchaban para una potencia europea)  luciendo la esvástica en una reunión de veteranos de la II GM en el Frente del Africa Oriental y también en la Legión Árabe y en los Comandos Brandemburgo.



Delegacion Africana en Alemania


Oficiales del  Afrika-Korps




Oficial del Afrika Korps con uno de los soldados


Soldados y oficiales descansando



  Tambien hay que destacar que durante la I GM, los nativos de las colonias alemanas de África eran generalmente alentados a emigrar a la metrópli. La llamada "kultur" alemana proporcionaba a la población colonial africana un nivel muy superior al de las colonias africanas de la época.