miércoles, 26 de marzo de 2014

-★CARTA ENVIADA AL PAPA JUAN PABLO II POR LEON DEGRELLE (Obersturmbannführer-SS de la Legión Valonia)







En el exilio, a 20 de mayo de 1979, A SU SANTIDAD EL PAPA JUAN PABLO II, CIUDAD DEL VATICANO

Muy Santo Padre:

      Yo soy León Degrelle, el Jefe del Rexismo belga, antes de la segunda Guerra Mundial, y durante ésta, el Comandante de los Voluntarios belgas del Frente del Este, luchando en la 28» división de la Waffen SS “Wallonie”. Ciertamente esto no es una recomendación a los ojos de la gente. Pero yo soy católico como usted y me creo, por este hecho, autorizado a escribiros, como a un hermano en la fe.


He aquí de qué se trata: la prensa anuncia que con motivo de vuestro próximo viaje a Polonia entre el 2 y el 12 de Junio de 1979, S.S va a concelebrar la misa con todos los obispos polacos en el antiguo campo de concentración de Auschwitz. Yo encuentro, os lo digo de antemano, muy edificante que se rece por los muertos, sean cuales sean y donde sea, incluso delante de unos hornos crematorios flamantes, de ladrillos refractarios inmaculados.

Pero me asaltan ciertas aprensiones, a pesar de todo. S.S, es polaca. Esta condición aparece sin cesar, y es humano, en vuestro comportamiento pontifical. Si os impresionan fuertemente viejos resentimientos de patriota que participó de lleno en su juventud en un duro conflicto bélico, podríais estar tentado de tomar partido, una vez hecho Papa, en disputas temporales, que la historia no ha esclarecido aun suficientemente. ¿Cuáles fueron las responsabilidades exactas de los diversos beligerantes en el desencadenamiento de la II Guerra Mundial?

¿Cuál fue el papel de ciertos provocadores? Vuestro presidente del Consejo de Ministros, el Coronel Beck, que todo el mundo sabe que era un personaje bastante sospechoso, ¿se comportó acaso en 1939 con toda la ponderación deseada? ¿No rechazó con demasiada soberbia ciertas posibilidades de entendimiento? ¿Y después? ¿La guerra fue verdaderamente tal como se ha dicho?. ¿Cuáles fueron las faltas, e incluso los crímenes de unos y de otros? ¿Se han sopesado siempre con objetividad las intenciones? ¿No se ha desvirtuado a la ligera o con mala fe, porque la propaganda lo reclamaba, la doctrina del adversario atribuyéndole unos proyectos y endosándole unos actos cuya realidad puede estar sujeta a numerosas dudas?

A pesar de que la Iglesia siempre está mucho mejor informada que nadie, a través de dos mil años de circunspección ha evitado siempre las posturas precipitadas, y ha preferido juzgar siempre sobre hechos probados, con calma, después de que el tiempo ha separado el grano de la cizaña, los furores y las pasiones. Especialmente, la Iglesia siempre se distinguió por una moderación extrema, a lo largo de la II Guerra Mundial. Siempre se guardó cuidadosamente de propagar locas elucubraciones que corrían entonces.

Muy Santo Padre, sobre vuestro suelo patrio — en Auschwitz particularmente –, afectado, quizás, por ciertas visiones incompletas y partidarias del pasado ¿va usted simplemente a rezar?… Temo sobre todo, que vuestros rezos, e incluso vuestra simple presencia en esos lugares, sean inmediatamente desvirtuados de su sentido profundo, y sean utilizados por propagandistas sin escrúpulos, que los harán servir, escudándose en vos, para las campañas de odio, a base de falsedades, que emponzoñan todo el asunto de Auschwitz desde hace más de un cuarto de siglo. Sí, falsedades.

Después de 1945 — abusando de la psicosis colectiva que, a base de habladurías incontroladas, había transtomado a numerosos deportados de la II Guerra Mundial — la leyenda de las exterminaciones masivas de Auschwitz ha alcanzado al mundo entero. Se han repetido en millares de libros incontables mentiras, con una rabia cada vez más obstinada. Se las ha reeditado en colores, en películas apocalípticas que flagelan furiosamente, no sólo la verdad y la verosimilitud, sino incluso el buen sentido, la aritmética más elemental, y hasta los mismos hechos.

Usted, Muy Santo Padre, fue, según se dice, un resistente a lo largo de la II Guerra Mundial, con los riesgos físicos que comporta un combate contrario a las leyes internacionales. Ciertas personas añaden que usted estuvo internado en Auschwitz como tantos otros, usted ha salido de allí, ya que usted es actualmente Papa, un Papa que, con toda evidencia, no huele demasiado al famoso gas Zyklon B. Su Santidad, que ha vivido en estos lugares, debe saber, mejor que cualquier otro, que esos gaseamientos masivos de millones de personas nunca fueron realidad. S.S, como testigo de excepción, ¿ha visto personalmente efectuar una sola de estas grandes masacres colectivas, tan repetidas una y otra vez por propagandistas sectarios?

(…)

Ciertamente, se sufrió en Auschwitz. En otras partes también, Todas las guerras son crueles. Los centenares de miles de mujeres y niños atrozmente carbonizados por orden directa de los Jefes de Estado aliados, en Dresde, Hamburgo, Hiroshima y Nagasaki, tuvieron unos padecimientos mucho más horribles que los sufridos por los deportados políticos o los resistentes (entre ambos, el 25 por ciento de la población total de los campos), objetores de conciencia, anormales sexuales o criminales de derecho común (75 por ciento de la población concentracionaria) que padecían, y a veces morían, en los campos de concentración del III Reich.

El agotamiento les devoraba. El hundimiento moral eliminaba las fuerzas de resistencia de las almas menos templadas. Las crueldades de ciertos guardianes desnaturalizados, alemanes, y más a menudo no alemanes, de los “kapos” y otros deportados convertidos en verdugos de sus compañeros, se sumaban a la amargura de una promiscuidad multitudinaria. Cabe pensar que en algún campo hubiese algún chiflado que procediera con experiencias de muerte inéditas o fantasías monstruosas en torturas o asesinatos.

Sin embargo, el calvario de la mayor parte de los exiliados, habría terminado felizmente el día tan esperado del inicio de la paz, sino se hubiera abatido sobre ellos, a lo largo de las últimas semanas, la catástrofe de epidemias exterminadoras, ampliadas aún más por los fabulosos bombardeos que destrozaban las líneas de ferrocarril y las carreteras, enviaban a pique los barcos cargados de presos, como ocurrió en Lübeck. Estas operaciones aéreas masivas destruían las redes eléctricas, los conductos y depósitos de agua, cortaban todo abastecimiento, imponían por doquier el hambre, hacían imposible todo transporte de evacuados. Las dos terceras partes de deportados muertos a lo largo de la II Guerra Mundial, perecieron entonces, víctimas del tifus, de la disentería, de hambre, de las esperas interminables sobre las trituradas vías de comunicación. Las cifras oficiales lo establecen.

En Dachau, por ejemplo, según las mismas estadísticas del Comité internacional, murieron en Enero de 1944, 54 deportados; en Febrero de 1944, 101; pero en el mes de Enero de 1945 murieron 2.888, y, en febrero de 1945 murieron 3.977. Sobre el total de 35.613 deportados muertos en este campo de 1940 a 1945, 19.296 fallecieron durante los últimos 7 meses de hostilidades; y queda demostrado que el terrorismo aéreo aliado no tenía ya ninguna utilidad militar, pues la victoria de los aliados, al principio de 1945, ya estaba totalmente asegurada. Y por tanto, ya no era necesario de ningún modo, dicho terrorismo aéreo aliado. Sin esta loca y brutal trituración a ciegas, millares de internados hubiesen sobrevivido, en lugar de convertirse -entre Abril y Mayo de 1945- en macabros objetos de exposición, alrededor de los cuales bullían manadas de necrófilos de la prensa y del cine, ávidos de fotos y películas con ángulos y vistas sensacionales, y de un rendimiento comercial asegurado.

Unos documentos visuales, cuidadosos y previamente retocados, sobrecargados, deformados, y generadores de crecientes odios.

Estos correveidiles de la información hubiesen podido, también, tomar kilómetros de fotografías similares de cadáveres de mujeres y niños alemanes, cien veces más numerosos, muertos exactamente de la misma manera, de hambre, de frío o ametrallados sobre los mismos helados vagones al descubierto, y sobre los mismos caminos ensangrentados. ¡Pero esas fotos, igual que las de la inmensa exterminación de las ciudades alemanes, que nos descubrirían seiscientos mil cadáveres, ya se guardarían bien de darlas a conocer! Hubiesen podido turbar los ánimos y sobre todo, templar los odios. Y la verdad es que el tifus, la disentería, el hambre, los continuos ametrallamientos aéreos, golpeaban indistintamente, en 1945, tanto a los deportados extranjeros como a la población civil del Reich, todos atrapados por unas abominaciones propias del fin del mundo.

Por lo demás, Muy Santo Padre, en lo que se refiere a una voluntad formal de genocidio, ningún documento ha podido aportar la menor prueba oficial de ello, desde hace más de 30 años. Mas especialmente, en lo que concierne a la pretendida cremación, en Auschwitz, de millones de judíos en fantasmales cámaras de gas de Zyklón B, las afirmaciones lanzadas y constantemente repetidas desde hace tantos años, en una fabulosa campaña, no resisten un examen científico serio.


Es descabellado imaginar, y sobre todo pretender, que se hubieran podido gasear en Auschwitz 24.000 personas por día, en grupos de 3.000, en una sala de 400 metros cúbicos, y menos aún, a 700 u 800 en unos locales de 25 metros cuadrados, de 1.90 metros de altura, como se ha pretendido a propósito del campo de Belzec; 25 metros cuadrados o lo que es lo mismo, la superficie de un dormitorio. Usted, Santo Padre, ¿lograría meter 700 u 800 personas en vuestro dormitorio?

(…)

Y 700 a 800 personas en 25 metros cuadrados, esto hace 30 personas por cada metro cuadrado. Un metro cuadrado, con 1,90 metros de altura ¡es una cabina telefónica! ¿Su Santidad sería capaz de apilar a 30 personas en una cabina telefónica de la Plaza San Pedro o del Gran Seminario de Varsovia, o en una simple ducha? Pero si el milagro de los 30 cuerpos plantados como espárragos en una cabina telefónica o el de las 800 personas apiñadas alrededor de vuestra cama se hubiese realizado, un segundo milagro tenía que haberse producido inmediatamente, pues las 3.000 personas ¡el equivalente de dos regimientos! hacinadas tan fantásticamente en la habitación de Auschwitz, o las 700 u 800 personas apretujadas en Belzec a razón de 30 ocupantes por metro cuadrado, ¡hubiesen perecido casi al instante, asfixiadas, por carencia de oxígeno! ¡No hubieran hecho falta las cámaras de gas! Todos habrían dejado de respirar, incluso antes de que se hubiese terminado de hacinar los últimos, que se cerrasen las puertas y se esparciera el gas por la sala.

¿Y cómo se hacía esto último? ¿Por unas hendiduras? ¿Por unos agujeros? ¿Por una chimenea? ¿Bajo forma de aire caliente? ¿Con vapor? ¿Vertiéndolo sobre el suelo? ¡Cada uno cuenta lo contrario del otro! ¡EI gas Zyklon B no alcanzando más que a cadáveres, no hubiese representado la menor utilidad! De todas maneras, el Zyklon B es, como toda persona interesada en la ciencia puede saber, un gas de empleo peligroso, inflamable y adherente. También veintiuna horas de espera hubiesen sido necesarias, e incluso indispensables, antes de que se hubiese podido retirar el primer cuerpo de la fantástica sala.

Sólo después se hubieran podido extraer, como se han complacido en contárnoslo, con miles de detalles escabrosos todos los dientes de oro, todas las fundas de plomo en las que escondían, se dice, diamantes, de cada lote de seis mil mandíbulas rígidas – ¡tres mil personas! –, contraídas tras la muerte, o de 48.000 mandíbulas diarias si se creen las cifras oficiales de 24.000 gaseados cotidianos solamente en Auschwitz.

Muy Santo Padre, por muy santo que sea Su Santidad, ¡Usted soportará al dentista alguna vez, con más o menos resignación! ¿Os han extraído un diente? ¿Dos dientes? ¿Se os han instalado en una silla de dentista con potentes reflectores, enfocados sobre las mandíbulas con útiles perfeccionados y con un paciente que se presta a sus prescripciones?. Pues bien, la extracción, en unas óptimas condiciones, tarda su tiempo.

¿Un cuarto de hora?, ¿Media hora? En Auschwitz, según las leyendas, a los cadáveres que yacían en el suelo, era necesario abrirles, con muchas dificultades, las mandíbulas endurecidas, descontraerlas, y tratarlas mediante instrumental necesariamente primitivo. Con ocho operadores en total: es la cifra oficial. Y después tenían que examinarlos sin luz apropiada, a ras del cemento, y no solamente un punto enfermo de la dentadura, ¡sino las dos mandíbulas enteras!, ¡Arrancar, vaciar, limpiar!

¿Puede hacerse esto en menos tiempo que en casa del especialista, perfectamente equipado?, Dígnese Su Santidad tomar un lápiz. A razón de un cuarto de hora por dentadura y con cuatro individuos a pleno rendimiento en la operación se podría llegar a 16 cadáveres tratados por hora, es decir, 160 en una jornada de 10 horas sin un minuto de reposo. Piense Su Santidad incluso en un estajanovista de las dentaduras, y doble el ritmo de las extracciones, lo que es además materialmente imposible: esto supondría 320.

Entonces, Muy Santo Padre, ¿cómo imaginar cremaciones de 3.000 judíos de una sola vez?, ¿Y las jornadas de 24.000 gaseados con gas Zyklon B, que representarían 48.000 dentaduras para vaciar o sea más de 760.000 dientes a examinar diariamente? Simplemente ateniéndose a los seis millones de judíos muertos – algunos han doblado y triplicado la cifra, que la propaganda machaca continuamente en nuestros oídos –, estos extractores de mandíbulas hubiesen seguido, unos años después de la guerra, en plena actividad.

Estas extracciones, solamente estas extracciones, en diez horas de labor ininterrumpida, ¡hubiesen absorbido un trabajo de 1.875 jornadas de todo el equipo de 8 individuos!

(…)

Pero además, estas extracciones sólo eran una formalidad preliminar. Hacía falta también rapar millones de cabelleras. Después, antes de pasar los cadáveres al horno se procedía – según lo que todos los “historiadores” de Auschwitz afirman ex cátedra — al examen de todos los anos y todas las matrices, de cuyo fondo se trataba de recuperar los diamantes y las “joyas” que hubieran podido ser escondidas.

¿Se imagina usted esto Muy Santo Padre? ¡Seis millones de anos, tres o cuatro millones de matrices limpiados a fondo, cuando se nos ha explicado que, después de los gaseamientos masivos, los cuerpos chorreaban de excrementos, de sangre femenina y de otras inmundicias! En estos órganos sucios, los dedos, las manos de los operadores, debían revolver todo, descubrir los supuestos diamantes escondidos, extraerlos pegajosos, lavarlos, lavarse ellos, 24.000 veces por día (los anos), 15 o 20.000 veces por días (las matrices). ¡Es una locura!. ¡Todo esto es de locos! Y no hablemos de las actividades complementarias: fábricas de abonos y fábricas de jabones, de las cuales el delirante profesor Poliakov habla sin pestañear.

Estas operaciones de gaseamientos, de corte de pelo, de extracción de dientes, de limpieza de órganos, realizados sobre seis millones de judíos, o siete millones, o sobre quince millones según el Padre Riquet, o sobre veinte millones — ¡es decir más que los judíos existentes entonces en el mundo entero! — según el diccionario Larousse, seguirían todavía si se admitieran como exactas las afirmaciones “oficiales” de los manipuladores de la “historia” de Auschwitz. ¡Entonces, sí que tendría Ud., Muy Santo Padre, que taparse la nariz cerca de las cámaras de gas, y transpirar al calor de los hornos de Auschwitz, en el transcurso de su misa concelebrada!.

(…)

Si se hubiese multiplicado el número de cadáveres reales y normales por diez, o por veinte, la estafa de los muertos hubiese podido conservar un cierto aspecto de verosimilitud. Pero al igual que hemos visto en el caso del gaseamiento de 700 a 800 personas por dormitorio, al mentir demasiado se llega a lo grotesco. Era precisa la insondable y apenas imaginable estupidez de las masas, para que semejantes extravagancias hayan podido ser inventadas, contadas, difundidas a los cuatro vientos, filmadas y CREIDAS.

“¡Yo creo — declara bravamente un personaje de Holocausto — todo lo que se cuenta sobre ello!”. ¡Declaración ejemplar!.

Entonces. Muy Santo Padre, ¿cómo imaginar un instante que en Auschwitz, en la hora de la concelebración, mientras que todos los corazones, estrechados por el amor de Dios y de los hombres, van a participar en la renovación del sacrificio, un sacerdote, un Papa podría, en el momento en que levanta el cáliz hacia el cielo, ser consciente de que está encubriendo bajo su patio un despliegue de un odio tan bestial y de unas mentiras tan extravagantes, que están en el extremo opuesto de la enseñanza patética de Cristo?, ¡No! ¡Ciertamente no!, ¡No es posible!. Vuestro mensaje, a cien pasos de la falsa cámara de gas de Auschwitz, no puede ser más que un mensaje de caridad, de fraternidad, igualmente de la verdad, sin la cual toda doctrina se hunde. Usted va a Auschwitz para recogeros, emocionado, en uno de los altos lugares del sufrimiento humano cuyas causas y cuyos responsables serán fijados verdaderamente, objetivamente, con el tiempo, por una Historia serena, y no recurriendo a testimonios obtenidos por la fuerza y a unas divagaciones de farsantes.

El Papa está por encima de todo esto. Está al lado de las almas que sufrieron, de las que, en el sufrimiento, se elevaron espiritualmente, pues no existe pena, ni calvario, ni agonía que no pueda llegar a ser sublime. Por ejemplo, en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial en que tantos millones de soldados cayeron tras horribles sufrimientos, e igualmente en los campos de trabajo, en que tantos murieron víctimas de intereses que no entendían pero que los aniquilaban: el sacrificio, el dolor físico y moral, la terrible angustia, convirtieron a miles de almas, que en circunstancias normales se hubiesen perdido en la mediocridad, en gloriosos ejércitos de héroes espirituales.

Así fue en Auschwitz. Fue así en el Frente del Este, a lo largo de los años de lucha y de inmolación de millones de jóvenes europeos que, de 1941 a, 1945, hicieron frente heroicamente al empuje del comunismo. Seguramente, a través de toda la historia de los hombres, se han cometido atrocidades. Auschwitz, de todas maneras, no habrá sido ni el primer caso, ni el último. Nosotros lo vemos de sobra en la hora actual, cuando son masacrados tantas mujeres y niños sin defensa, aplastados en los campos palestinos por la aviación de Israel, ejecutando la ley del Talión sobre unos inocentes, en memoria de los cuales, no se cantará probablemente nunca una misa concelebrada…

Numerosas potencias han abusado muchas veces de su poder. Numerosos pueblos han perdido la cabeza. No uno especialmente. Pero sí todos. Al lado de corazones puros y desinteresados que ofrecieron su juventud a un ideal, Alemania, tuvo, como todo el mundo, su lote de seres detestables, culpables de violencias inadmisibles. ¿Pero qué país no ha tenido los suyos?

(…)

Santo Padre, yo no querría empañar el placer que usted va a tener al encontrarse en su país. ¡Pero cuidado! Vuestra patria valerosa, de la cual usted ha exaltado la elevación moral al glorificar a su admirable patrón San Estanislao, ¿no ha conocido ella también sus horas de crímenes y de envilecimiento? En el momento en que usted va a pisar el suelo polaco de Auschwitz que recuerda especialmente la última tragedia judía, resultaría poco decente — si quiere ser justo — no evocar otros judíos innumerables muertos anteriormente por todo vuestro territorio, en unos progroms horribles, torturados, asesinados, colgados durante siglos por vuestros propios compatriotas. ¡Estos no han sido siempre unos ángeles, a pesar de ser tan católicos!

Yo oigo todavía al Nuncio Apostólico de Bruselas, el que fue después Cardenal Micara, anteriormente Nuncio en Varsovia, cuando me contaba, en su excelente mesa, cómo los campesinos polacos crucificaban a los judíos en las puertas de sus granjas. “¡Estos cochinos judíos!”, exclamaba, bastante poco evangélicamente el untuoso prelado.

Estas palabras fueron pronunciadas tal cual, créame. La Iglesia ella misma, Muy Santo Padre, ¿Ha sido siempre tan blanda? Incluso en pleno siglo XVIII, ella quemaba aún a los judíos con gran aparatosidad. En plena ciudad de Madrid, particularmente. Pero ella, ¡los quemaba vivos!. La Inquisición no ha sido un pacífico redil. Las masacres de los albigenses se perpetraron bajo la égida de Santo Tomás de Aquino.

Los asesinatos de la noche de San Bartolomé causaron la alegría del Papa, vuestro predecesor, que se levantó en plena noche para festejar, con un Tedeum entusiasta tan alegre acontecimiento, ¡y ordenó incluso conmemorarlo con una medalla! ¿Y las treinta mil llamadas brujas, calcinadas piadosamente a lo largo de la Cristiandad? Incluso en el pasado siglo, el papado restablecía aún en Roma el Ghetto.

En el fondo, Muy Santo Padre, que no valemos mucho bien seamos Papas o Ayatollas, parisinos o prusianos, soviéticos o neoyorquinos. ¡No hay por qué ser exageradamente orgullosos! Todos nosotros hemos sido, en nuestros malos momentos, tan salvajes los unos como los otros. Esta equivalencia no justifica nada ni a nadie. Ella incita, sin embargo, a no distribuir con demasiada impetuosidad o benevolencia las excomuniones Y las absoluciones.

Sólo se rechazará el salvajismo humano respondiendo al odio con la fraternidad. El odio se desarma, como todo se desarma, pero no ofreciéndolo continuamente con salsas cada vez más picantes. Ni excrementándolo y exasperándolo, como en el caso de Auschwitz, a fuerza de exageraciones locas, de mentiras y de falsas confesiones llenas de contradicciones flagrantes arrancadas por la tortura y el terror en las prisiones soviéticas o americanas, pues tanto valían las unas como las otras en los tiempos odiosos de Núremberg.

(…)

Algunos hubiesen podido pensar que los filibusteros del exhibicionismo concentracionario y los falsarios que hicieron del asunto de los “seis millones” de judíos, la estafa financiera más remuneradora del siglo, iban a poner en fin un término a esa explotación. Gracias a todo el aparato de la grandiosa ceremonia religiosa que va, en vuestra presencia, a desplegarse entre los falsos decorados del plató de Auschwitz, en medio de un gigantesco baqueteo de televisión y de prensa, se intentará todo para convertiros en avalista indiscutido de estos cheques del odio. Vuestro nombre vale su peso en oro, para todos estos gangsters. Saldrá en el mundo entero, como si el primer Holocausto no fuera suficiente, un Holocausto número 2 que no habrá costado un millón de dólares como el otro, ya que Vuestra Santidad habrá suministrado absoluta y gratuitamente, a unos indecentes escenógrafos, la más fastuosa de las figuraciones.

El Holocausto número 1, cualquiera que haya sido su difusión y su impacto entre los tontos, no ha sido más que un gigantesco alboroto hollywoodiano, de una rara vulgaridad, y destinado ante todo a vaciar centenas de millones de bolsillos de espectadores no advertidos. Pero los estragos no podían ser más que pasajeros; se debería rápidamente notar que las extravagancias eran bufonescas, no resistirían al examen concienzudo de un historiador. Por el contrario, vuestro Holocausto, Muy Santo Padre, filmado con una gran pompa en Auschwitz, por un Papa en carne y hueso, revestido de toda la majestuosidad pontifical y ungido de veracidad, de cara a un altar inviolable, sobre todo en la hora del Sacrificio, este Holocausto número 2 arriesga aparecer a los ojos de una cristiandad burlada por unos manipuladores sacrílegos, como una confirmación casi divina de todas las elucubraciones montadas por unos usureros llenos de odio.

Ya vuestra evocación ante las tumbas polacas de Montecasino, de una guerra de la cual — si se cree lo que ha dicho la prensa internacional — S.S, no ha retenido más que ciertos aspectos fragmentarios y partisanos, ha inquietado a muchos fieles. Vuestra comparecencia ostentosa en Auschwitz no puede sino inquietar más aún, Muy Santo Padre, pues no es dudoso que se os va a “utilizar”. Es tan evidente que revienta los ojos. Unos filibusteros de la prensa y de la pantalla han decidido hacerle caer, con la mitra por delante, con vuestra sotana blanca toda nueva, en esta trampa de Auschwitz. Sin embargo esta ceremonia religiosa no puede representar a vuestros ojos, ciertamente, en la hora de la concelebración, otra cosa que una llamada a la reconciliación, y de ninguna manera una llamada al odio entre los hombres.

Homo homini lupus, dicen los sectarios. Homo homini frater, dice todo cristiano que no es un hipócrita. Nosotros somos todos hermanos, el deportado que sufre detrás de las alambradas, el soldado intrépido crispado sobre su ametralladora. Todos los que hemos sobrevivido a 1945, Ud., el perseguido convertido en Papa, yo, el guerrero convertido en perseguido, y millones de seres humanos que hemos vivido de una manera u otra la inmensa tragedia de la II Guerra Mundial con nuestro ideal, nuestros anhelos, nuestras debilidades y nuestras faltas, debemos perdonar, debemos amar. La vida no tiene otro sentido. Dios no tiene otro sentido. Entonces, de verdad, ¡qué importa el resto! El día que Ud. celebre la Misa en Auschwitz a pesar de las imprudencias espirituales que puedan comportar unas tomas de posiciones de un Papa en unos debates históricos no conclusos y a pesar de los fanáticos del odio que, sin tardanza, van a explotar la espectacularidad de vuestro gesto, yo uniré desde el fondo de mi exilio lejano mi fervor al vuestro. Soy, Muy Santo Padre, filialmente vuestro.

Por León Degrelle.

-OCCIDENTE EN DECLIVE LEON DEGRELLE TENIA RAZON






Leon Degrelle






Leon Degrelle






“Lo más grave es que para arramblar con avidez el dinero de la gente en el mundo entero, han tenido que crear, para las masas, nuevas necesidades. Es lo que ellos llaman la sociedad de consumo. El público maravillado va a su ritmo, lo compra todo, lo útil y lo inútil; se envenena se asfixia se llena la imaginación de espejos descompuestos, despreciando estúpidamente lo que gana, reclamando siempre más, y destrozando completamente la economía de cada país de este modo. El posible comprador es triturado cada día por la publicidad, por la pantalla de la televisión que alimenta sin pudor y sin tegua su manía compradora impuesta, y le embrutece.

Este materialismo trepidante elimina o contamina todo lo que podría obstaculizar su expansión desenfrenada, es decir, todo lo que, por esencia, representa una tendencia al sacrificio y a la renuncia: religión, familia, servicio a la Patria, tres puntos principales de la sabiduría.

Ya no queda ni un solo valor moral que logra resistir a los ojos de los jóvenes: los padres han perdido la partida, la Patria es una piltrafa, Dios hace reír y también el Papa con sus Concilios. Se tolera quizás a algún cura izquierdoso que juega al ratón y al gato o cosas por el estilo. Antes, Dios era todo. Sólo con su Mensaje podía iluminar eternamente el corazón de los hombres.

La sociedad de consumo convirtió a la humanidad en una inmensa multitud materialista a la cual la simple idea de sacrificio le hacía temblar. Las fiestas, la televisión, la libido, la avidez de tenerlo todo, de poder pagar todo lo que se ve, de no someterse nunca a ninguna moral limitativa, de incluso hartarse de los ancianos (carga pesada) o de los niños (obstáculos), han enviado la civilización occidental al declive en el espacio de un cuarto de siglo.

Una guerra perdida, no es mortal. Pero en este caso es toda una manera de vivir la que ha sido destruida, son todos los valores que habían construido Europa los que han sido dinamitados sin poder ser reemplazados por otros, únicamente quedan unos Parlamentos charlatanes que no aportan en ningún caso soluciones serias. Se inventan mil Congresos disparatados que no interesan a nadie. Y, por todas partes en el viejo mundo, el Estado se derrumba bajo los golpes de las masas materialistas, cada vez más exigentes y cada vez más insensatas en sus reivindicaciones.

Las más altas nociones espirituales han sido eliminadas una tras otra, ya sea la Fe, la Comunidad de la Nación, el equilibrio y respeto a las costumbres, la solidaridad de la familia, el papel preponderante de los padres, las obligaciones y beneficios de la procreación. Hoy día se quiere vivir, es decir, vivir materialmente, atiborrarse de confort. ¡Y lo demás, al diablo!”

León Degrelle   “Nuestra Europa” 1977

Nota: Y el resto, efectivamente, se fue al diablo…




Leon Degrelle




-★CARTA DE ADOLF HITLER ENVIADA AL PRESIDENTE ELECTO EN EL SALVADOR, MAXIMILIANO MARTINEZ (Para El Salvador)










CARTA TRADUCIDA


-NIÑA DE 15 AÑOS DECIDE HACER UN INFORME ESCOLAR SOBRE EL HOLO…. OBTIENE UNA “A” O SU EQUIVALENTE QUE ES UN 10


     Una  jovencita  de 15 años (Ahora 17) decide  hacer un trabajo escolar  sobre el “Holocausto”   investiga en libros y demás desmonta la historia exagerada y realiza un informe sobre el tema lo  presenta,  lo explica y obtiene un 10.





Jazzy


     Una niña de 15 años de edad del sur de California que asiste a una escuela secundaria pública, cuenta la historia de cómo recientemente se dió cuenta de ciertas cuestiones relativas al presunto “Holocausto”. Después de escuchar la versión de la creación de la ‘shoah’ en su clase de Historia, junto con los rumores persistentes de que Obama incluía disposiciones para poner un microchip a todos los estadounidenses; se molestó mucho al enterarse de todos los detalles espantosos y traumatizantes. Pero luego tuvo un encuentro que la llevó a cuestionar lo que le habían enseñado, y decidió llevar a cabo su propia investigación.


http://cazadebunkers.files.wordpress.com/2012/01/holocuento.jpg?w=300

Al término de su investigación, decidió presentar un informe para un proyecto escolar en una clase electiva que estaba tomando para obtener crédito adicional. La tituló ‘HoloInvento” ¡y obtuvo un 10 en el informe! Por desgracia para el régimen, la versión aceptada del ‘holocausto’, que ha pasado de generación en generación y ha sido promovida constantemente a través de películas de propaganda de Hollywood no es suficiente para lavar el cerebro de los jóvenes, que cada vez piensan mas por sí mismos, fuera de la jaula.


Aquí está el informe de Jazzy, así como una breve introducción en video. (El video fue borrado de Youtube o JewTube)




HOLOINVENTO

Una mentira conocida a nivel mundial, esparcida por todas partes y creando desastres en todas partes, ha causado y ultrajado muchas vidas alemanas. El “Holocausto”, una supuesta historia de millones de Judíos siendo torturados en campos de concentración, ha sido, con el tiempo, repetidamente comprobada inexacta, porque el número reconocido de Judíos asesinados, de ser cierto, es imposible, por lo demostrado no sólo por la lógica, pero también por el hecho de que los “sobrevivientes” que se dieron a conocer para dar testimonios, terminaron admitiendo que se prestaron a mentir sobre ello. Esto en sí mismo debería ser prueba suficiente de que este acto de propaganda engañosa es falsa, pero sí hay más pruebas.

Una de las razones para creer que el Holocausto es una mentira es que los Judíos afirmaron haber sido asesinados en cámaras de gas, en grandes grupos a la vez. Sin embargo, no hay evidencia demostrado o documentado de estos hechos. Según los científicos que fueron asignados para estudiar los cuerpos de las víctimas de la segunda guerra mundial, “La mayoría de ellos murieron a causa de las epidemias de tifus y la mayoría del resto murieron de hambre y falta de atención y suministros médicos como resultado de los bombardeos de aliados contra las lineas de alimentación y de suministros médicos.
http://www.urbandictionary.com/define.php?term=holohoax) Los judíos mostraron imágenes de cabello y ropa de mujeres y niños, afirmando que se utilizaron para el jabón y mantas después de que sus propietarios hayan sido despojados de ellos y brutalmente asesinados. Sin embargo, la verdad se encuentra en el hecho de que “Los alemanes estaban contra el tifus, la cual fue la verdadera razón de afeitar cabezas, fumigar edificios y cremar los cadáveres.” Además, las cabezas era afeitadas y la gente era reunida para tratarlas, no con gases letales para cometer genocidio, sino con repelente, para detener la epidemia de piojos que se extendían a través de los campos.

Otra cosa que contradice las mentiras de los “sobrevivientes” es que el número de Judíos que dicen que murieron en los campos, es erróneo. Seis millones de Judíos fueron supuestamente asesinados en el Holocausto, cuando ni siquiera una cantidad tal existido en Europa, por no hablar de Alemania. “En 1939, había cerca de 15,7 millones Judíos en el mundo. Después de la Segunda Guerra Mundial, ese número había aumentado a más de 18 millones Judíos. Lo que esto significa es que de los 15 millones Judíos originales del planeta, 6.000.000 fueron gaseados, dejando sólo algunos 9000000. Entonces, la población judía mundial se recuperó y se duplicó a más de 18 millones en menos de nueve años – una hazaña astronómica, que asombró a biólogos y pediatras por todas partes! ” No sólo no fueron asesinados los judíos, sino que se les dió una elección. “Para eso hay que volver a Ilea Ehrenburg, * jefe propagandista soviético durante la Segunda Guerra Mundial, que luego fué enviado a morir en Israel, quien acuñó el mítico número, el 22 de diciembre 1944 – ante decenas de miles de judíos internados, dada la opción de quedarse a ser “liberados” por los comunistas o de ir con sus captores alemanes, no dudó en elegir la segunda opción! ” Así que demuestra que la población judía no fue forzada a campos de concentración donde se les fué arrancado el cuero cabelludo y fueron gaseados.

No sólo tenemos la prueba visible del que el Holocausto es una mentira, sino también unos testimonios muy confiables: La Cruz Roja Americana. Se le pidió a la Cruz Roja que haga una investigación y búsqueda de los campamentos y cadáveres, y haga informes precisos sobre sus hallazgos. “Dice el informe:” En la condición caótica en que quedó Alemania después de la invasión durante los meses finales de la guerra, los campos no recibieron abastecimiento de alimentos, a toda la hambruna declarada por el número creciente de víctimas. Alarmados por esta situación, el Gobierno alemán finalmente informó a la CICR el 01 de febrero de 1945 y en marzo de 1945, las discusiones entre el presidente del CICR, y el general de las SS Kaltenbrunner dieron resultados aún más decisivos. El alivio, pudo de ahí en adelante, ser distribuido por el CICR, y un delegado fue autorizado a permanecer en cada campamento … “(Vol. III, p. 83). http://www.ihr.org/books/harwood/dsmrd01.html ) Al leer esto, se puede concluir que los alemanes no mataron intencionalmente los Judíos, si no que se esforzaron por mantenerlos con vida. Muchas de las acusaciones hecha por los judíos en contra de los alemanes, involucraban las cámaras de gas, donde afirmaban ser despojados, afeitados y reunidos para ser asesinados en masa. Sin embargo, para que una cámara de gas que existe en una premisa, debe haber puertas herméticas y altas chimeneas, ninguna de las cuales se encuentran en los antiguas “campos de la muerte.” Además, no hay ninguna prueba de los Judíos gaseados con excepción de las denuncias formuladas por testigos falsos contratados. Según la Cruz Roja, “A pesar de que seis millones de Judíos hayan sido supuestamente asesinados en las cámaras de gas, ni un cuerpo encontrado ha sido nunca comprobado por autopsia muerto por envenenamiento de gas. Hemos reconocido montones de cadáveres de la Segunda Guerra Mundial, pero la mayoría de estas personas murieron de tifus o el hambre o por los bombardeos de aliados,y una gran parte de los que fueron asesinados eran Alemanes – el equivalente a diez campos de fútbol deberíamos estar lleno de cuerpos gaseados, aún así, ningún cuerpo fue jamas descubierto” ( http://www.biblebelievers.org.au/holohoax.htm ) Si esto no es prueba suficiente, ¿qué más se necesita? ¿Qué excusa puede hacer en replica?

Esto no quiere decir que el Holocausto no ocurrió. Es sólo para demostrar que no fue de la manera que lo relataron los Judíos. No sólo en los campos, sino en todo el mundo, la gente moría de hambre, del tifus y era bombardeada en la segunda Guerra Mundial. Por último, sin tener la evidencia de que sucedió como dijeron, hubo indicios de que los efectos en la Europa de la 2 ª Guerra Mundial fueron muy diferente a lo mostrado, no una historia que beneficiaría a los Judíos, dándoles una indemnización mensual por alguna cosa que era simplemente una hipérbole.


LOS FAMOSOS 6 MILLONES

¿SABÍAS QUE LA CIFRA DE 6 MILLONES DE MORIBUNDOS, FLOTÓ DURANTE LA I GUERRA MUNDIAL?, NOTICIAS DEL  THE NEW YORK TIMES

BEFORE WWII • SIX MILLION JEW DEATHS REPORTED • 1915 – 1938

LA MENTIRA DEL HOLOCAUSTO - David Irving desmiente el Holocausto (voz español)



Esta noticia apareció al menos en cinco ocasiones en varios periódicos neoyorquinos durante los años de la Primera Guerra Mundial y en 10 entre los años 1915 y 1938 (incluido el New York Times): ¿por qué nadie nos ha informado de ello? ¡No fueron 6 sino 12 los judíos muertos en holocausto durante el siglo XX!

PD: Estos “sucesos”, conocidos como “pogromos” fueron el origen de la masiva emigración judía a Estados Unidos en esa década, y fue así como se constituyeron en el poder que hoy son en aquel país. ¿Te suena a algo?


LA MENTIRA DEL HOLOCAUSTO (Videos)

LA MENTIRA DEL HOLOCAUSTO - David Irving desmiente el Holocausto ( Video y voz español)





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DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 2


DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 3


DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 4






martes, 18 de marzo de 2014

-★¿VEAMOS QUÉ TANTO SABES REALMENTE SOBRE EL “HOLOCAUSTO"?



Pastillas de Zyklon-B que se utilizaron para producir el gas de cianuro de hidrógeno mortal
Uno de los acontecimientos históricos más incomprendidos, el “Holocausto” judío de la II Guerra Mundial es un problema complejo, que nadie quiere tocar.




La mentira que se enseña:

    6 millones de judíos amantes de la paz fueron asesinados o quemados vivos en hornos y/o cámaras de gas homicidas, bla, bla, bla… Vamos a formular unas cuantas preguntas, respuestas, y una simple explicación de las mismas para poder ver la falsedad de esta leyenda presentada como “hecho histórico”.



¿Qué tanto sabes realmente sobre el “holocausto”?

Pregunta 1:

       Aproximadamente 6 millones de judíos fueron asesinados a manos de los “Nazis” durante la segunda Guerra mundial, en lo que se conoce hoy como: el holocausto.

a) Verdadero.

b) Falso.


Respuesta correcta: b) FALSO.

        La cifra de los 6 millones ya no es apoyada por ningún historiador serio e incluso las autoridades judías han admitido que la cifra es en gran medida simbólica. Esta cifra se ha utilizado en varias ocasiones a lo largo de la historia judía, que se remonta al menos a 1919 como se puede ver en la primera imagen de abajo. Es vital entender que todas las personas que murieron en las zonas controladas por los alemanes, independientemente de la causa de la muerte, a menudo son mostradas como víctimas del holocausto.

“[La cifra de los] 6 millones del holocausto debe ser considerada como una simbólica, en lugar de una cuestión de hecho.”


–  Dr. Martin Broszat, director del instituto alemán para la historia contemporánea, carta al editor por el Prof. Ernst Nolte, Frankfurter Aligemeine Zeitung [periódico alemán, fundado en 1949], agosto 23 de 1994.


    Solo en Auschwitz ha sido afirmado que aproximadamente 4 millones de personas murieron “a manos de los asesinatos nazis.” Hoy esa cifra se ha reducido a aproximadamente 1 millón, e incluye las muertes por todas las causas. A pesar de la reducción de aproximadamente 3 millones de Judíos de la cifra oficial de muertos de Auschwitz, sin embargo, la cifra de 6 millones nunca se ha ajustado en consecuencia, tampoco se ha ajustado para tener en cuenta cualquier elemento que demuestren claramente que es una burda inexactitud.

       De ninguna manera han muerto, como nos han explicado hasta la saciedad, seis millones de judíos. De hecho la cifra de 1 millón bajará aún mucho, mucho más, si no cómo explicar que, después de la II Guerra Mundial, dos millones de judíos de Europa Central (presuntamente exterminados) hayan ido a poblar el nuevo estado de Israel.





¿¿Un holocausto antes del holoCuento?? – ¿Cuantas veces se pueden matar 6 millones de judíos?





     El museo de Auschwitz reduce cifra de muertos por 2,5 millones de acuerdo con este monumento, pero su sitio web indica una cifra de 1,1 millones, la reducción de alrededor de 4,1 millones





Los judíos han usado esta farsa del holocuento desde mucho antes que siquiera Hitler entrara en escena, de hecho en un momento en que Hitler era un Don Nadie, nada más que un soldado común luchando en la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial), 






Cadáveres descubiertos por los aliados en el campo de concentración Dachau.



Pregunta 2:

¿Cuál fue la causa principal de muerte de los internos en los campos de concentración?

a) Ejecución.

b) La enfermedad y el hambre.

c) Otras causas.

Respuesta correcta: b) La enfermedad del tifus y el hambre.


          El volumen de evidencia científica válida y demuestra más allá de toda duda razonable, que la gran mayoría de las muertes se debieron a la enfermedad. El tifus, una enfermedad transmitida por los piojos, que a menudo fue letal en el momento, alcanzó proporciones epidemicas en toda Europa durante la década de 1940 y se convirtió en un problema aún mayor dentro de los campos hacia el final de la guerra, como resultado directo de los bombardeos aliados de las rutas de suministros  alemanas que se utilizaban para el transporte de alimentos, medicinas y otros suministros a los campamentos. Por tanto, las horribles condiciones que los presos fueron obligados a soportar hacia el final de la guerra, fue en gran parte, culpa de los aliados, y NO a alguna agenda genocida por parte de los alemanes. Los campos tenían teatros, piscinas, canchas de futbol, oficina de correo para que los prisioneros pudieran comunicarse con el mundo externo, jardín de niños, recreaciones artísticas y musicales, e incluso un burdel, tenían instalaciones sanitarias de gran calidad, razón por la cual las ropas de los prisioneros eran removidas y desinfectadas con Ziclón B

Además, hay poca evidencia de maltrato de los prisioneros por parte de la escuadra Schutzstaffel (SS) y no hay ni lo mas mínimo de evidencia de que al menos una persona haya muerto por la exposición al cianuro de hidrógeno, el gas producido a partir de gránulos de Zyklon B que fue utilizado para la desinfección de la ropa de cama, prendas de vestir y otros artículos. Desconocido para muchos es el hecho de que autopsias fueron realizadas en un gran número de cadáveres, después que los campos fueron liberados. Estos documentos no fueron introducidos como evidencia durante el juicio circo de Núremberg. El Instituto para la Revisión Histórica ha dicho lo siguiente sobre el Dr. Charles Larson, un patólogo y miembro del “Equipo de Investigación de crímenes de guerra de los estados unidos”, quien realizo cientos de autopsias a cadáveres de los campos de concentración:

“Cuando las fuerzas estadounidenses y británicas tomaron Alemania occidental y central en la primavera de 1945, fueron seguidos por las tropas encargadas de descubrir y proteger cualquier evidencia de crímenes de guerra alemanes.

Entre ellos se encontraba el Dr. Charles Larson, uno de los patólogos forenses líderes de los Estados Unidos, que fue asignado al Departamento Juez del Ejército de EE.UU.

Como parte de un Equipo de Investigación de Crímenes de Guerra de EE.UU., el Dr. Larson realizo autopsias en Dachau y otros veinte campos alemanes, examinando en algunos días más de 100 cadáveres. Después de su trabajo sombrío en Dachau, fue interrogado durante tres días por los fiscales del Ejército de EE.UU.

¿Cuáles fueron los descubrimientos del Dr. Larson? En una entrevista con un diario en 1980, dijo:

“Lo que hemos escuchado es que seis millones de judíos fueron exterminados. Parte de eso es un engaño.” ¿Y qué parte era el engaño? El Dr. Larson, quien le dijo a su biógrafo que a su conocimiento el “fue el único patólogo forense de guardia en todo el teatro europeo” de las operaciones militares de los Aliados, confirmó que “nunca hubo un caso de [muerte por] gas venenoso descubierto.“



Pregunta 3:

Documentos y otras pruebas recogidas demuestran concluyentemente la existencia de cámaras de gas, a veces disfrazadas de duchas, en los que se utilizó gas de cianuro de hidrógeno producido a partir de gránulos de Zyklon-B para el propósito de la exterminación en masa de los judíos.






a) Verdadero

b) Falso

Respuesta correcta: b) Falso





El letrero lee: “Cámaras de gas disfrazadas como duchas – nunca usadas como cámaras de gas.” En pocas palabras eran lo que parecían, ¡DUCHAS!


          Las pruebas recogidas por científicos, ingenieros, historiadores, académicos y muchos otros, algunos de los cuales son judíos, apoyan fuertemente la conclusión de que las instalaciones que se alega han sido cámaras de gas homicidas, no pudieron haber sido utilizados para el exterminio, por un número de razones fundamentales, incluyendo la falta de recintos herméticamente cerrados, la ausencia de accesorios eléctricos a prueba de explosión (el cianuro de hidrógeno es muy inflamable), la ausencia de cualquier rastro significativo de cianuro de hidrógeno en las muestras de ensayo, la ausencia de manchas azules causadas por la exposición repetida al gas de cianuro de hidrógeno, la ausencia de equipos para introducir y extraer un gas letal de los recintos y muchas otras razones.




Titulo: No existe evidencia científica de que los judíos hayan sido exterminados


          La siguiente imagen muestra la supuesta cámara de gas homicida en el campo principal de Auschwitz (Auschwitz I). La completa falta de manchas azul (Prusia) indica que esta habitación nunca estuvo expuesta a grandes cantidades de gas de cianuro de hidrógeno. Esta “cámara de gas” es de hecho una reconstrucción de la posguerra por los (judíos) soviéticos y ha sido admitido como tal por Franciszek Piper, director del Museo de Auschwitz-Birkenau, durante una entrevista realizada por David Cole, un revisionista judío que fue más tarde agredido y amenazado por la Liga de Defensa judía (JDL) por hacer públicos sus hallazgos.







          A continuación se presenta una cámara de gas en Auschwitz-Birkenau (Auschwitz II), que se sabe fue utilizada para la desinfección de las pijamas, ropas, etc. (i.e. fines NO homicidas) Nótese las prominentes manchas de color azul Prusia como resultado de la exposición repetida al gas de cianuro de hidrógeno. Este residuo azul es tan penetrante y permanente que a veces es visible en las paredes exteriores de estos recintos casi 70 años más tarde.







            El Zyklon B, cloro, vapor de agua, cortes de pelo, uniformes y otros métodos fueron utilizados para la desinfección de las instalaciones, las pijamas, ropa, personal y otros artículos. El hecho de que los alemanes dedicaran una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos para preservar la salud de los internos es, en sí mismo, la evidencia de que no tenían la intención de exterminar a los judíos.

De los cientos de toneladas de documentos obtenidos por los aliados, ni un solo documento nunca se ha descubierto que demuestre que había una política de exterminio de los judíos. De acuerdo con la evidencia comprobable, la política relativa a los judíos fue una de expulsión de Alemania, no el exterminio. 

     Debe tenerse en cuenta que la política alemana con respecto a los judíos no era única, ya que los judíos han sido expulsados ​​de más de 120 países mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, acuerdo a la historia judía.






     Como dijo Ernst Zündel durante una entrevista con un periodista israelí, “antes de preguntarnos que hizo Alemania a los judíos, primero debemos considerar lo que los judíos hicieron a Alemania“, y a los otros más de 120 países de los cuales fueron previamente expulsados, los judíos son el común denominador, el mundo no esta loco.


Las expulsiones de los judíos a través de la historia:    Video









“El sionismo es judaísmo, y el judaísmo es impensable sin el sionismo”

“El sionismo es judaísmo, y el judaísmo es impensable sin el sionismo” — Enciclopedia Harper de Historia de los Estados Unidos, Volumen X, “Sionista”, p. 501, Harper and Brothers Publishers, New York. 1902.





          Además, el internamiento de los subversivos e indeseables, aunque muchos lo consideren poco ético, no era inusual en ese momento. El gobierno de EE.UU. coloco tanto a los americanos de ascendencia alemana y japonesa en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y acciones similares fueron tomadas en otros lugares a lo largo de la historia. Es algo completamente normal en tiempos de guerra.











Pregunta 4:

Foto jabones 



Los nazis asesinaron a los judíos con el fin de fabricar los objetos personales de sus restos, incluyendo jabones y pantallas para lámparas.

a) Verdadero

b) Falso

Respuesta correcta: b) Falso.





Los nazis nunca usaron grasa humana.



            Los cuentos de cabezas reducidas, pantallas de lámparas hechas con piel humana y jabón hecho de grasa humana se han desacreditado tan a fondo que incluso varias instituciones oficiales ya no repiten estas afirmaciones malintencionadas y absurdas. La falacia del jabón humano apareció por primera vez durante la Primera Guerra Mundial y fue desmentida luego también.

Las supuestas pantallas para lámparas de piel humana que fue descubierta en la casa de Ilse Koch en Buchenwald fue demostrado que estaba hecha a partir de piel de animal.

Las “cabezas reducidas nazis” que se muestran por todo el mundo como parte de una operación de guerra psicológica, simplemente se desvanecieron cuando comenzaron los "Juicios" (el circo) de Núremberg. No hay evidencia en absoluto de que los alemanes hayan alguna vez fabricado algo con tejido humano de los judíos o cualquier otra persona durante la guerra.




Ilse Koch: INOCENTE




Pregunta 5:

¿Cuál de las siguientes imágenes son falsificaciones?



















a) La primera.

b) La segunda.

c) La tercera.

d) La cuarta.

e) La quinta.

f) Todas son falsas.

f) Ninguna es falsa.

Respuesta correcta: f) Todas son falsas.

             Como parte de una campaña de propaganda para satanizar a los alemanes, los soviéticos, los norteamericanos, y los británicos, crearon y falsificaron muchas fotografías que se utilizan a menudo para representar el “holocausto”. Las siguientes son las contrapartes inalteradas de las fotos de arriba:










FOTO TRUCADA



FOTO REAL






Estas de ninguna manera son todas las fotografías falsas, existen muchísimas, muchísimas mas en libros, películas, y en el internet, muchas son obvias falacias, con errores tan evidentes, e incluso muchas fotografias mostradas como “judíos holocausteados” son en realidad alemanes asesinados en los campos de exterminio del judio Eisenhower. Esto solo demuestra lo que Hitler siempre dijo: “Los pueblos deben escoger entre las masas, y el cerebro, tener ambas es imposible. [Son incompatibles]”, en obvia referencia a las llamadas “democracias” y la innegable realidad, que las masas por estupidez o simplicidad mental, creerán lo que sea, por mas absurdo o insolente que sea la mentira. Con razón los demócratas entrega el poder a las masas.





Pregunta 6:

Diferentes comodidades estaban disponibles para los internos de Auschwitz, que incluye una piscina.

a) Verdadero

b) Falso

Respuesta correcta: a) Verdadero





          Los visitantes de Auschwitz que tienen la suerte de descubrir la piscina, a veces se les dice que es un reservorio para los bomberos por los funcionarios del museo.



          Aunque no suele formar parte de la gira de Auschwitz, a los visitantes que la descubren se les dice que esta piscina no es realmente una piscina en absoluto, sino más bien un depósito de agua para combatir incendios, que fue construido en la forma de una piscina. Si eso fuera cierto, uno puede preguntarse por qué un depósito de agua para extinción de incendios tendría escalones y escaleras que conducen a la misma, así como trampolines, bloques de arranque y accesorios decorativos. La piscina está claramente localizado donde los presos tenían acceso a ella, como podemos ver la valla perimetral de la derecha apunta hacia adentro, y las barracas de prisioneros a la izquierda.

“La piscina era bastante profunda, y te podías ahogar si no sabes nadar. Pero si remas con los brazos y las piernas podías permanecer en la superficie. Estábamos en el agua unos 5 o 10 minutos.” Stanislaw Bialas, recluso que fue transportado a Auschwitz en 1940.

       Por lo menos en algunos de los campos los prisioneros podían enviar y recibir correo de la oficina de correos del campamento. En Auschwitz había también un teatro, una biblioteca y una cocina, así como áreas para la música, el arte y el deporte. Desde la cantina del campamento (tienda) los prisioneros podían usar el dinero que ganaban trabajando en el campo, o que se les envió en paquetes, para comprar algunos artículos de conveniencia cuando estaban disponibles, como cigarrillos.



Collage foto



Anuncio para una obra de teatro próxima en Auschwitz.





Comedor de prisioneros situado en Auschwitz III.)





Coro de mujeres ucranianas en Auschwitz.



Pregunta 7:

¿Quien le declaro la Guerra a quien primero?

a) Hitler ordeno un boicot a todos los negocios judíos primero.

b) El judaísmo internacional declaro un boicot a todos los negocios alemanes primero.

Respuesta correcta: b) El judaísmo internacional declaro un boicot a todos los negocios alemanes primero.




Judea declara la guerra a Alemania


      Judíos prominentes llamaron a un boicot internacional de las empresas alemanas el 24 de marzo 1933 – 6 años antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Esto fue seguido por Hitler ocho días después cuando ordenó un boicot, solo en Alemania, de 24 horas a los dueños de negocios judíos.




Pregunta 8:

Mitin del partido Nacional Socialista, Núremberg, 1937  ¿Intento Hitler conquistar el mundo?





a) Sí, todos estaríamos hablando alemán si no se hubiera detenido a Hitler

b) Hitler nunca consideró un plan de este tipo

Respuesta correcta: b) Hitler nunca consideró un plan de este tipo.







Hitler y sus cerbatillos


Ver tema:  HITLER, LA PROTECCION Y AMOR POR LOS ANIMALES 



           Ni Hitler ni los alemanes tenían ninguna intención de dominar el mundo. De hecho, Hitler intentó en varias ocasiones evitar la Segunda Guerra Mundial, pero sus tratados, propuestas y ofrendas de paz fuera de plano y universalmente rechazadas por aquellos que se beneficiarían de la guerra con Alemania.


El 17 de Mayo de 1933, Hitler pronuncia un discurso declarando que Alemania está dispuesta a desarmarse si los países vecinos corresponden. La propuesta es rechazada. 
18 Diciembre., 1933, Hitler presenta una propuesta de seis puntos para la mejora de las relaciones internacionales. 

26 Enero., 1934, Hitler completa un pacto de no agresión con Polonia. 

21 May, 1935, Hitler hace otro intento por evitar la creciente posibilidad de una guerra. 

18 junio., 1935, Hitler negoció un acuerdo naval con Gran Bretaña en el que se decía que Alemania iba a tener una fuerza naval limitada al 35% de la de la Armada británica. 

31 Marzo., 1936, Hitler formula un comprensivo plan para la paz. 

6 Diciembre., 1938, Hitler ordena al Ministro de Asuntos Exteriores alemán para hacer un acuerdo con Francia. 

23 Agosto., 1939, Hitler firma el pacto de no agresión germano-soviético. 

3 Septiembre., 1939, Gran Bretaña y Francia declaran la guerra a Alemania, seguido de India, Australia y Nueva Zelanda. Varios países más pronto siguen.

6 Octubre., 1939, luego que se le declara la guerra a Alemania, Hitler pronuncia un discurso, indicando: 

“No creo que haya ningún hombre de Estado responsable en Europa que no desee en su corazón la prosperidad para su pueblo. Pero ese deseo sólo puede hacerse realidad si todas las naciones que habitan este continente deciden trabajar juntas. El ayudar a garantizar esta cooperación debe ser la meta de todo hombre que está luchando sinceramente por el futuro de su propio pueblo.”


Ver tema:  ¿QUERIA HITLER LA GUERRA?





Pregunta 9:

Los que estén a favor del control de armas levanten la mano

¿Acaso Hitler desarmo a los civiles alemanes, para impedirles defenderse?

a) Si.

b) No

Respuesta correcta: b) No

Contrariamente a lo que muchos parecen creer, Hitler desarmado sólo a los judíos, y sólo después de que el judaísmo internacional había declarado la guerra a Alemania, estableciéndose formalmente como un enemigo del estado. Según el derecho internacional, Hitler tenía el derecho legal de tomar medidas contra esta fuerza hostil, incluyendo el desarme de un enemigo autoproclamado residiendo dentro de las fronteras alemanas.



Pregunta 10 (y final):

¿Puede uno ser encarcelado por desafiar la versión oficial del holocausto judío de la Segunda Guerra Mundial?

a) Si, absolutamente.

b) No, la libertad de expresión está protegida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Respuesta correcta: a) Si, absolutamente.






¡¡ La verdad no teme investigación… La mentira SI !!



    Si usted vive en uno de los siguientes países, existen leyes que restringen su libertad de expresión, especialmente con respecto al revisionismo histórico:

Austria, Bélgica, Bosnia, República Checa, Unión Europea, Francia, Alemania, Hungría, Israel, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, España, Suiza.

Y la lista continuara creciendo con el tiempo.



Ver tema: CREACIONES NACIONASOCIALISTAS QUE BENEFICIARON AL MUNDO


http://division-historia.blogspot.com/2011/08/creaciones-nacionasocialistas-que.html



TAMBIEN LEE:
-DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 1
-DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 2
-DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 3
-DESMINTIENDO ARITMETICAMENTE LA CIFRA DE LOS 6 MILLONES DE JUDIOS "GASEADOS" PARTE 4