lunes, 18 de mayo de 2015
miércoles, 6 de mayo de 2015
-★ADOLF HITLER Y EL ARTE
Publicado por
Unknown
Las siguientes fotografias (abajo) se han utilizado en muchas ocasiones para desacreditar a Hitler diciendo que era una especie de payaso o de histérico.
Pero lo cierto es que, a pesar de la promesa de Hoffmann, su fotógrafo, los negativos no fueron destruidos.
Hitler esta haciendo mímica ante el espejo para ensayar sus arengas tan famosas. Lo cierto es que Hitler fue uno de los grandes, quizá el mejor, comunicador de todos los tiempos. Es muy probable que nadie le haya igualado. Hitler recibió enseñanza teatral. Ensayó todos sus gestos famosos y hasta las expresiones faciales. Tuvo un profesor, Paul Devrient, que fue cantante de ópera.
Le enseñó técnicas para su puesta en escena y también le enseñó a educar su voz.
Pocos políticos se habían tomado esas molestias. Pero Hitler sí. No dejó nada al azar.
Solía quedarse afónico tras sus discursos y terminaba absolutamente agotado. Después de cada aparición pública solía preguntar a sus colaboradores sobre cómo había estado.
En 1931 la revista norteamericana Vanity Fair lo incluyó entre los mejores oradores de la época. Ciertamente Hitler fue un genio de la oratoria.
OTRA RAMAS
Adolf Hitler, además de ser un gran líder
político y pensador, tuvo un gran interés en el arte, realizando diversas obras
tanto literarias como pictóricas. Este lado artístico del Führer ha pasado
desapercibido en la historia o, por lo menos, sin darle la relevancia que
merece.
De pequeño, Hitler era diferente del resto de
los niños. Tenía una fuerza interior y era guiado por su espíritu e instintos.
Podía dibujar con habilidad cuando tenía sólo once años. Sus primeros dibujos y
acuarelas, a la edad de 15, estaban llenas de poesía y sensibilidad. Uno de sus
más notables obras de sus primeros tiempos Fortress Utopía ("utopía de
fortaleza"), nos muestra que también fue un artista de una poco común
imaginación. Su orientación artística tomó varias formas. Escribió poesía desde
que era chico. Dictó una obra entera a su hermana Paula, que se sorprendió por
su orgullo. A la edad de 16, en Viena, se embarcó en la creación de una ópera.
Incluso diseñó el escenario, así como el vestuario; y, por supuesto, los protagonistas
eran héroes wagnerianos. Más que un artista Hitler fue por encima de todo un
arquitecto.
Cientos de sus obras son notables, tanto por
su pintura como por su arquitectura. Podía describir de memoria y con todo
detalle la cúpula de una iglesia o las complejas curvas del hierro forjado.
Fue, sin duda, su sueño de convertirse en un arquitecto lo que le llevó a Viena
a principios de siglo. Cuando uno ve los cientos de dibujos, bocetos y pinturas
que creó en dicha época, así como su dominio de las figuras tridimensionales,
le parece sorprendente que los examinadores de la Academia de Arte le
suspendieran por dos veces consecutivas. El historiador alemán Werner Maser,
que no fue precisamente un amigo de Hitler, criticó a sus examinadores: Todos
sus trabajos revelaban un extraordinario conocimiento y dominio de la
arquitectura. El constructor del Tercer Reich dio motivos para que la Academia
de Artes estuviese avergonzada.
¿Quién fue Hitler? Primero y ante todo fue un
artista. Un artista desconocido que nos sería presentado como un mal
embadurnador de edificios, cuando en realidad, ciertos cuadros suyos, sobre
todo aquellos que pintó durante la I Guerra Mundial, en el frente de Flandes y
en el frente francés, son obras de arte de equilibrio de ideas de serenidad, de
transparencia de colores. No hay grandes hombres que no sean, primero y ante
todo, grandes artistas. Toda obra, sea o no política, que no realce el
esplendor de la belleza, no es mas que un árbol sin raíces, presto a ser
desechado por el próximo vendaval.
Artista, Hitler encuentra en el fondo de si
mismo -ya que nadie le ayudará-, las grandes fuerzas nutritivas que la belleza
necesita. Cuándo el hombre esta poseído por la belleza, ¿qué potencia no
alimentara su fe? Entonces ya nada se le resistirá. En solo diez años, un
pueblo entero se entregó en cuerpo y alma a Hitler.
ESCRITURA:
Adolf Hitler fue el autor de dos libros:
Mein Kampf y Zweites Buch. El primero de estos es considerado uno de los libros
más populares en todo el mundo. Fue declarado un éxito de ventas en Turquía
después de haber vendido más de 50.000 copias en 2005; Ogus Tekto, propietario
de Mephisto, una de las editoriales que publicaron el libro, declaró a la
agencia de noticias AFP que el libro siempre había sido "...un éxito de
ventas en secreto" [3]. En Bangladesh, el libro es ampliamente distribuido
a través de vendedores ambulantes y, aunque no es posible realizar un conteo
oficial de las ventas debido a que muchos lo hacen de forma ilegal, podemos
decir que fue en algún momento un éxito de ventas [4]. En la India, el libro se
convirtió en un éxito de ventas en el 2009 después de haber sido vendido como
un libro de autoayuda; editoriales como Jaico afirman haber vendido más de
100.000 copias en los últimos 10 años y no sólo éso, sino que el editor en jefe
de la Jaico, HR Sharma, afirmo que "ha habido un aumento constante del 10%
al 15% en la venta del libro", mientras que otras editoriales indias como
Crossword afirman haber vendido más de 25.000 ejemplares desde el año 2000, su
director de marketing Sivaram Balakrishnan dijo: "Ha sido un éxito de
ventas consistente para nosotros". En China, pese al férreo control
político, el libro también ha logrado convertirse en un éxito de ventas. Y en
Japón se hizo incluso una versión manga de este libro, que vendió más de 50.000
copias sólo en los primeros 6 meses. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de
que el libro es un éxito en Asia, donde la venta no está prohibida.
En Alemania, a partir de 1930, el libro
fue adquiriendo popularidad (llegando a vender más de 90.000 copias en 1932).
Adquirió tal popularidad que incluso era común regalar una copia del libro a
las parejas recién casadas, a los estudiantes que acababan de graduarse y a todos los soldados que se encontraban
luchando en el frente de batalla. Para el final de la guerra, unos 10 millones
de copias del libro habían sido vendidas o distribuidas. En 1945, su
publicación fue prohibida en este país. Y hoy, los derechos de autor de todas
las ediciones de Mein Kampf -excepto las versiones en inglés y holandés- son
propiedad del Estado de Baviera, que, de acuerdo con el Gobierno Federal de
Alemania no permite ninguna copia o impresión del libro en Alemania y se opone
a su publicación en otros países. Sin embargo, el libro sigue siendo
ampliamente distribuido tanto como objeto de estudio (Lo cual es permitido) e
ilegalmente al público. En Países Bajos vender una copia del libro, aunque sea
una copia antigua, es ilegal y está clasificado como incitación al odio racial,
pero no es ilegal poseerlo ni prestarlo. Y del mismo modo que en Alemania,
también es ampliamente distribuido ilegalmente o como un regalo. En España, sin
embargo, su venta está permitida y basta con una pequeña busqueda en librerías
especializadas (como la Librería Europa) para encontrarlo. Por lo tanto, a pesar de las
prohibiciones, podemos decir que el libro fue y aún es un éxito en Europa.
En resumen, el libro, que combina
elementos autobiográficos con una exposición de las ideas de Adolf Hitler y la
ideología nacionalsocialista, es una obra de arte que ha inspirado a muchos y
atrajo la atención incluso de los críticos de esta ideología.
El otro libro, en cambio, nunca
logro alcanzar la fama del primero. Esto puede deberse a que Zweites Buch no
fue publicado durante los tiempos del Tercer Reich, sino que se mantuvo
almacenada en una bóveda dentro de las instalaciones de la Central de
Publicaciones del NSDAP hasta 1945, cuando fue descubierto por un oficial
estadounidense, y sólo en 1961, el Institut für Zeitgeschichte, publicaría por
primera vez el documento. Además, el contenido de este libro se centra más en
la profundización del aspecto ideológico contenido en el primer libro que en
proporcionar información biográfica sobre la vida del autor, lo que lo hace
menos atractivo para el lector promedio y lo limita a un grupo de lectores
especializados. De todos modos, ambos libros muestran las grandes habilidades
de escritura que Adolf Hitler poseía.
POESIA
Hitler era devoto de su madre, por lo que su
muerte, ocurrida el 21 de diciembre de 1907, le afectó mucho. Tal vez esa sea
la razón por la que hizo este maravilloso poema dedicado a las madres. En él,
intenta concientizar a las personas, cuyas madres aún siguen vivas, de los
valioso que es eso.
Cuando tu madre
haya ya envejecido,
Cuando sus amorosos y esperanzados ojos
ya no vean la vida como alguna vez lo hicieron,
Cuando sus pies, ya cansados,
No puedan ya sostenerla mientras camina
Entonces, entrégale tu brazo en apoyo,
Acompáñala con alegría,
Vendrá la hora en que, sollozando,
deberás acompañarla en sus últimos pasos.
Y si algo te pregunta,
entonces dale una respuesta.
Y si te pregunta de nuevo, ¡háblale!
Y si te pregunta aún otra vez, respóndele,
No impacientemente, sino con gentil calma.
Y si no puede
ella entenderte con claridad,
explícale todo con gentil alegría.
Vendrá la hora, la amarga hora,
en que sus labios no preguntarán nada más.
(Adolf Hitler, 1923)
EL PROFETA DE
LA EDAD DE HIERRO
Durante la Primera Guerra
Mundial, Adolf Hitler, escribió un poema donde se observa el simbolismo
esotérico ario-pagano presente en la mitología nórdica que tanto amaba. A
continuación se muestra el poema:
A veces, en las noches amargas,
voy al roble de Wotan.
Rodeado de silencioso fulgor,
Para forjar una alianza con los
poderes nocturnos.
Las letras rúnicas que hace la
luna con su mágico hechizo
y todos quienes durante el día
están llenos de impudicia,
¡Se vuelven pequeños ante la
fórmula mágica!
Ellos arrojan lanzas de acero
pero en vez de dar en el blanco,
Se solidifican en estalagmitas.
Así, los falsos son separados de
los verdaderos.
Yo llego a un nido de espadas y
doy entonces con mi fórmula
Bendiciones y prosperidad para
los buenos y para los
justos.
(pág. 90 "El profeta de la Edad de Hierro")
Se puede observar el simbolismo
oculto, el árbol del mundo (el Yggdrasil), Wotan (También conocido como Odín en
la mitología nórdica), las runas, la magia, los poderes de los astros y el
cosmos, el deseo de justicia y de separar a los buenos y justos de los que son
falsos. Cuando Hitler escribió esto estaba en plena batalla y tenía 26 años.
Probablemente la obra de Richard Wagner lo inspiró fuertemente.
CIEGO
Sala del hospital en la que
Hitler se recuperó de sus heridas.
El 15 de octubre de 1918, poco
antes del final de guerra, Adolf Hitler fue trasladado a un hospital de
campaña, donde quedó temporalmente ciego por un ataque con gases tóxicos.
Hitler expresó metafóricamente que durante aquella experiencia, al quitarse la
venda que cubría sus ojos, fue cuando descubrió que "el objetivo de mi
vida era lograr la salvación de Alemania". Esta experiencia también le
inspiró a escribir un poema titulado Ciego el 14 de noviembre de 1918 en el
Hospital Militar de la Reserva de Pasewalk.
Recientemente vi a un joven combatiente ciego
Tan sólo en la primavera de su vida, todavía casi un
niño
Con noble rostro, de magnífica figura,
Sin embargo muertos y fríos sus pobres ojos,
Como cuando un niño da sus primeros pasos.
Parecía como si, riendo, soportara su destino,
¡Pero vaya una sonrisa! Aturdido, la mirada vacía
Como si estuviera oteando en la lejanía, -palpando
¡Porque es ciego!
Das una ojeada por sus juveniles rasgos,
presurosamente,
y de nuevo te fijas en los ojos,
Muertos, cansados, que ya para nada sirven.
Fue un doloroso espasmo. Errante e interrogativo,
Deambula alrededor de la pálida boca, melancólico,
acusadoramente.
Pocas cosas me llegan al corazón profunda y
acaradamente,
Esa sonrisa ciega -esa, jamás la olvidaré.
Penosos forcejeos antes de orientarse.
¡Porque es ciego!
Calladamente se ha entregado a su destino
¡Cuán cruel es la guerra, cuan dura la vida!
Lejos ya el ímpetu desbordante de la juventud.
¡Qué pensamientos desfilarán tras esa blanca frente!
Ya que a partir de ahora cierto sueño nunca se va a
cumplir,
y a partir de ahora esos ojos permanecerán velados
para lo que antes tan queridos les era: el esplendor
de las flores,
el cordial saludo de las estrellas en la noche,
la luz del sol desparramada sobre los campos.
¡Porque es ciego!
El pajarillo que se mece en el ramaje,
el retrato de la novia, el rostro querido de la madre,
¡La nueva luz del día que despierta!
La noche eterna es ahora el destino desgraciado.
¿Existe todavía algún sacrificio de esta envergadura,
que pueda ofrecerse a la Patria?
En la primavera de la vida -¡y ya un hombre ciego!
¿Nosotros los videntes podemos darnos cuenta de lo
ricos que somos?
La palabra, tan escueta, alberga una profunda
tragedia:
¡Ciego!
DECLAMACION
Adolf Hitler dando un discurso en
1937.
Entre abril y noviembre de 1932,
en pleno ascenso político y en vísperas de alcanzar el poder, Adolf Hitler
recibió lecciones de declamación de un cantante de ópera alemán, Paul Devrient.
Este capítulo de la vida del Führer,
queda plasmado en el diario que Devrient escribió durante este período y que el
historiador Werner Maser, acaba de recuperar tras publicarlo sin demasiado eco,
en 1975. Mi alumno Adolf Hitler es la narración minuciosa de los esfuerzos y
los retos de un profesor para educar la voz y los gestos de un alumno díscolo,
orgulloso de su oratoria.
Sus capacidades vocales innatas
no son suficientes para su fatigante trabajo de orador, por lo menos a largo
plazo. Únicamente mediante una instrucción y una práctica metódica conseguirá
ser apto para ello, le dice el profesor a Hitler en una de las sesiones. ¿No le
parece que exagera?, responde el alumno con su característico espíritu
indomable, reacio a dejarse adiestrar, pero consciente de que necesitaba
perfeccionar sus habilidades.
Hitler decidió tomar clases de
dicción por consejo de un médico que le advirtió que tenía las cuerdas vocales
agotadas y las fosas nasales deformadas. Su voz no rendía más.
En 1932, el caudillo alemán
participó en cinco campañas electorales y llegó a realizar hasta cuatro
discursos diarios en distintas ciudades. Fue entonces cuando Devrient acompañó
al futuro führer de Alemania.
Las clases se desarrollaban en
los tiempos muertos de la campaña, en hoteles o al final de los discursos. Con
frecuencia, Hitler se enfadaba y cuestionaba el método del profesor. Pero en
otros momentos se aplicaba disciplinadamente . He aquí algunos fragmentos de
los diálogos registrados en el diario del tenor.
La irritación del Führer. Estoy
aquí sentado, esperándolo, y usted sólo espera no haberse retrasado demasiado.
Me ha hecho esperar y se me han quitado las ganas de trabajar. ¿Qué derecho
tiene usted de robarme el tiempo? ¿Qué me obliga a mí a hacer estas clases?
¿Por qué tengo que ocupar mis momentos de descanso con esto? (Hitler)
Impurezas. Usted parece capaz de
convencer a la audiencia. Me ha demostrado que podría ser un gran orador... Si
logro liberar su lengua y sus movimientos de algunas impurezas, lo conseguirá.
(Devrient)
Aprendizaje difícil. Me parece
casi imposible bailar al son de varias melodías al mismo tiempo: tener en
cuenta a la vez las técnicas de dicción, la audiencia, a la que no puedo dejar
de mirar ni un segundo, el texto y la indispensable fuerza de convicción de mi
discurso. (Hitler)
Voluntad de mejorar. Quiero ser
independiente de la técnica. ¿Cuánto tiempo necesita hasta que yo pueda llenar
con mi voz sin esfuerzo un gran espacio, sin la ayuda de estos micrófonos,
altavoces y cables en los que uno no puede confiar? (Hitler)
Gesticulación excesiva. Al
principio sus gestos y ademanes son casi adecuados. Pero entonces sucede la
desgracia: percibe el entusiasmo del público y se olvida de sí mismo. Al
público deja de interesarle el discurso, porque tanta gesticulación cansa. El
efecto deseado se pierde. (Devrient)
Reprimenda. Aunque su voz por naturaleza
es fuerte, ya no suena ni sana ni potente. El efecto es débil y enfermizo. Los
oyentes sienten que no le queda aire y que su voz está comprimida. (Devrient)
El alumno se defiende. ¡Lo hago
lo mejor que puedo! Piense en los grandes aplausos que recibo... ¡Conmuevo a
miles de almas! No lo puede negar. Esto es lo que cuenta. (Hitler). ¿Usted
quiere conmocionar o quiere vencer? (Devrient)
PINTURAS
Desde pequeño, Hitler deseaba
llegar a ser un pintor famoso, lo que lo llevó a crear diferencias
irreconciliables con su padre Alois Hitler (Quien deseaba que su hijo llegara a
ser funcionario como él). Su madre, sin embargo, alentaba a su hijo en el camino
por cumplir su anhelado sueño.
Al cumplir diecisiete años,
Hitler viajó a Viena por primera vez (una ciudad cosmopolita y multicultural),
quedándose en la ciudad por dos meses gracias a la ayuda monetaria de sus
parientes y de su madre. Durante su estadía, visitó la Academia de Bellas Artes
de Viena, donde consultó los requisitos para ser admitido.
En octubre de 1907 regresó a
Viena para concursar en la Escuela General de Pintura, de la Academia de Bellas
Artes. Se llevó numerosos dibujos suyos, confiando en que llegaría a triunfar
como pintor. Hubo 112 candidatos para el curso, de los cuales sólo 28 pasaron
los rigurosos exámenes. Hitler no fue aprobado. Un sinodal le explicó que, a
pesar de su notable talento, sus dibujos eran de edificios y que en ninguno
figuraba la acción de personas o animales. El rector de la Academia le aconsejó
intentar en el campo de la arquitectura, pues consideraba que tenía más talento
para ser arquitecto. Después de este fracaso hizo gestiones para inscribirse en
la Escuela de Arquitectura, pero fue rechazado por carecer del certificado de
bachillerato.
Finalmente, Hitler decide
abandonar temporalmente su sueño de convertirse en artista para servir a su
patria en la Primera Guerra Mundial. Terminada la guerra, ocurren sucesos más
importantes que dejan de lado este sueño.
Ver tambien:
DIBUJOS Y PINTURAS DEL JOVEN HITLER: ¿HIZO BIEN LA
ACADEMIA EL NO ACEPTARLO?
HITLER , LA MUSICA, RICHARD WAGNER Y LA AMISTAD CON LA
FAMILIA WAGNER.
¿Problema para dibujar personas?
A lo largo del tiempo se ha
difundido el mito de que Adolf Hitler era malo pintando figuras humanas y por
ello fue rechazado su ingreso a la Academia de Bellas Artes, sin embargo, una
gran variedad de sus obras demuestran lo contrario (Especialmente las hechas
con lapiz).
El problema, probablemente, se
origina debido al contraste entre sus extraordinarias pinturas arquitectónicas
y sus dibujos humanos que no son tan excepcionales, dandole la sensación al
observador de que estas últimas son "malas". Primeramente, es
equitativamente imposible comparar una obra realizada con óleo o acuarelas con
una obra realizada con lápiz, ya que los colores y texturas de los primeros
materiales provocan diversos efectos en la percepción y la conducta humana.
(ver Efectos Opticos)
http://www.taringa.net/post/imagenes/18438663/Los-mejores-efectos-opticos.html?dr=
Y por último, que no se destacara
en realizar este tipo de dibujos no significa necesariamente que sea
"malo" haciéndolo (Ya que el gusto varía de persona en persona).
Hitler y el arte en la Primera
Guerra Mundial
Durante su destacado servicio en
la Primera Guerra Mundial, Adolf Hitler retrató las diferentes escenas de
destrucción que la guerra causó. Por esta idea podríamos llegar a compararlo
con el famoso artista español Francisco de Goya, quien en su serie Los desastres
de la guerra (1808–1814) grabó cruda e incontenidamente las catástrofes
provocadas por la Guerra de la Independencia Española. Sin embargo, este
artista grabó principalmente la crueldad y brutalidad del ser humano; a
diferencia de Hitler, quien plasmó las consecuencias de dicha brutalidad humana
(Es decir, el "producto").
Acuarelas inspiradas en
personajes de Walt Disney
Pinocho, Sabiondo, Mudito y Tímido (Desde izquierda a derecha y de arriba a abajo)
En 1940, el führer, pintó una
serie de acuarelas sobre algunos de los populares personajes de las fábulas
infantiles Blancanieves y Pinocho de las versiones de Walt Disney. Los
personajes de Blancanieves que éste pintó fueron: Mudito, Sabiondo y Tímido. En
cuanto a Las aventuras de Pinocho, solo pintó a su personaje principal.
En el año 2007, el noruego
William Hakvaag compró por tan solo 200 euros (300 dólares) una acuarela en una
subasta en internet que mostraba una típica casa de estilo bávaro situada en un
tranquilo ambiente romántico, rodeada de altos pinos, y estaba firmada por
"A.Hitler 40″. Los compradores no parecían muy interesados en la obra. Y
la propietaria de ella, dijo haberla encontrado en un ático cuando limpiaba la
casa de sus abuelos (Al parecer, la acuarela había estado en posesión de la
familia desde hacía dos generaciones).
Cuadro donde se encontraban ocultas las acuarelas
con los personajes de Walt Disney
Al cambiarle el marco, se topó con
cuatro acuarelas ocultas: tres con dibujos basados en el clásico de dibujos
animados de 1937 Blancanieves y los siete enanitos, todos firmados con las
iniciales "A.H.", y otro de Pinocchio.
El hecho de que Hitler poseía la
película de Blancanieves y estaba entusiasmado con ella está probado, entre
otras cosas, con apuntes en el diario del ministro de propaganda Joseph
Goebbels. Hakvaag asegura que eso lo averiguó tras el sorpresivo hallazgo en el
marco del cuadro.
De todas maneras, la televisión
noruega pidió la presencia del historiador especializado en arte Tommy Sorbo
para acompañar la entrevista a Hakvaag. Y éste confirmó, en principio, que el
papel utilizado es bastante antiguo y que las inciales podrían provenir de
Hitler.
Las dudas de Sorbo se centran más
bien en el hecho de que el caudillo alemán posiblemente tuviera otra cosa en la
cabeza en 1940 que copiar personajes de dibujos animados. Junto con Hakvaag,
investigó temas como cuándo comenzaron los temblores en las manos de Hitler,
que hubieran hecho imposible la realización de los dibujos.
Pero ninguno de los dos llegó a
alguna conclusión muy clara. El descubrimiento del falsificador alemán Konrad
Kujau, quien escribió unos falsos Diarios de Hitler a principios de los 80', no
altera a William Hakvaag. "No, yo sabía desde el principio que aquello era
falso". En el caso de las acuarelas, en cambio, "todo encaja de
alguna manera".
El descubridor de las acuarelas
cree saber por qué Hitler las habría realizado: "Quería impresionar a su
novia Eva Braun y decirle: mira lo que también sé hacer"
Salvador del arte europeo
Entre 1943 y 1945, se llevó a
cabo una medida ideada por Adolf Hitler para asegurar la perpetuidad y salvar
de la guerra las obras artísticas de Europa (Sin importar si perdiera o ganara).
Para ello, se registraron por medio de fotografias a color (Que suman un total
de 40.000, sin contar las dañadas tras la caida del III Reich) más de 480
edificios y otras obras artísticas.
La idea de Hitler era garantizar
la reconstrucción de las obras de arte que resultasen dañadas durante la
posguerra. Para ello, en la primavera de 1943, encargó al Ministro de
Propaganda, Joseph Goebbels, que formara un equipo de profesores
universitarios, fotógrafos e historiadores, que realizaran un inventario exhaustivo
de todo aquello que artística o históricamente tuviera alguna importancia. Las
bombas que cayeron sobre territorio alemán y los incendios destruyeron un 60 %
de la obra documentada fotográficamente.
El Instituto Central de Historia
de Arte, en Múnich, y el Archivo de Fotografía de Marburg guardaban las
imágenes desde hacía 50 años y podían ser consultadas por el público. Ambas
instituciones han creado recientemente una página web www.zi.fotothek.org que permite conocer a través de Internet el estado
de frescos, murales, estucos, altares y tablas de iglesias, monasterios,
castillos y otros edificios que desaparecieron con la guerra.
Stephan Klingen, director del
archivo fotográfico del Instituto de Múnich, aseguró que la conservación de las
imágenes y su exposición para su consulta en la página web es de "gran
importancia porque permite visionar detalles de un material que ha sido destruido.
Algunos murales se pueden ver por primera vez en color".
Los nacionalsocialistas querían
documentar cerca de 2.000 espacios, pero el fin de la guerra paralizó el
trabajo de los fotógrafos que realizaban sus instantáneas en plena contienda.
El Ministerio de Propaganda del Tercer Reich, dirigido por Goebbels, redactó la
lista de las obras que había que fotografiar. Se calcula que este trabajo
realizado en secreto costó varios millones de reichsmark (un trabajador
especializado ganaba unos 200 reichsmark al mes). Cada fotógrafo recibía 35
reichsmark por foto.
El banco de datos que se ofrece
en la web servirá, sobre todo, para que los historiadores especializados en el
Tercer Reich puedan revisar con mayor rapidez algunos aspectos de su política
cultural.
Capital Cultural en Linz
Adolf Hitler ideó un ambicioso
plan: Convertir a la ciudad alpina de Linz, donde pasó grán parte de su
juventud, en una megalópolis cultural del III Reich.
Desde el 17 de septiembre de
2008, el Schlossmuseum de Linz, tiene una exposición dedicada a analizar la
relación de la localidad de Linz con la política cultural del III Reich. La
exposición, titulada La Capital Cultural del Führer, analiza los monumentales
planes que Hitler tenía para esta ciudad, para la que previó la construcción de
museos, teatros e incontables instituciones culturales, que desafortunadamente
nunca llegaron a concretarse.
La exposición exhibe planos de
las monumentales obras previstas, como un teatro diseñado a semejanza del de
Budapest; el Puente de los Nibelungos; o una calle de la magnificencia en la
que se levantaría la Ópera y el Museo del Führer, al que estaban destinadas las
obras de la llamada Colección de Linz (Compuesta de aproximadamente 4.371 que
actualmente están al cuidado del gobierno alemán y que son patrimonio de la
humanidad).
Fue el propio Hitler quien
influyó en estos planos y esbozos y en los que dejó su impronta.
Pese a ello, el visionario
proyecto involucró a los más famosos arquitectos de la época y ocupó la mente
de Hitler aun durante las primeras etapas de la Segunda Guerra Mundial.
Lo cierto es que en los últimos tiempos estamos viendo cómo aparecen nuevas y disparatadas difamaciones sobre Hitler pero con estos datos que hemos leido y visto poco a poco esos mitos y exageraciones se perderán.
Es como si alguien se hubiera dado cuenta de que contando que Hitler fue un asesino no basta para que no se extienda su sombra.
Para los ignorantes del tema que les gusta decir a la masa que Hitler no solo fue un asesino, también fue "homosexual", "sufría de halitosis", "era impotente", "que le faltaba un testiculo" etc. etc. etc. Habria que escribir un libro sobre Hitler con el titulo: "Hitler, el personaje más difamado de la historia".
Pero eso sí, se fijan en las imágenes de abajo lo mucho que le divierten a Hitler estas historias absurdas.
Para los ignorantes del tema que les gusta decir a la masa que Hitler no solo fue un asesino, también fue "homosexual", "sufría de halitosis", "era impotente", "que le faltaba un testiculo" etc. etc. etc. Habria que escribir un libro sobre Hitler con el titulo: "Hitler, el personaje más difamado de la historia".
Pero eso sí, se fijan en las imágenes de abajo lo mucho que le divierten a Hitler estas historias absurdas.
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