viernes, 21 de septiembre de 2012

-★HUGO BOSS EL SASTRE DEL TERCER REICH






        Es una de las marcas más reconocidas del mundo y es usada por pudientes relacionados con el poder. Hugo Boss es símbolo de elegancia por excelencia. Pero, al parecer, tiene un pasado poco conocido: fue la firma que diseñó los trajes del ejército nazi y empleó a miles de trabajadores esclavos judíos para vestir a las filas Hitlerianas. Según denuncia la revista Veintitrés en su última edición, Hugo Ferdinand Boss, un costurero alemán de Metzingen, fue el sastre del Tercer Reich, el diseñador nazi.

El primero de abril de 1931, cuando aún Hitler no había llegado al poder pero el nacional-socialismo ya se veía como una fuerza a punto de estallar, Boss decidió sumarse a las filas del nazismo. Su número de afiliado era 508.889, a los 46 años.

Tras superar algunos problemas económicos, Boss vio que el negocio era vestir a las fuerzas Hitlerianas. Y no dudó en hacerlo. El crecimiento del nazismo en Alemania era evidente, y en 1933 llegó al poder. Dos años más tarde, en 1935, Hugo Boss dejó de lado la fabricación de ropa civil y se dedicó sólo a la confección de uniformes.
Sin olvidar otras empresas como Ford, Chanel, Volkswagen, General Motors, IBM o la petrolera Standard Oil Corporation, que participaron y se beneficiaron del III Reich.
Hugo Boss, el sastre de las SS:
artículo publicado en el nº10 (agosto 2003) de la revista Sàpiens
       
“Vestir para el éxito”. Este es uno de los mensajes publicitarios de la empresa de confección Hugo Boss SA, una de las compañías más importantes del sector a escala mundial. Hoy día, Hugo Boss tiene en nomina más de 2.000 trabajadores y un volumen de negocio que supera los 450 millones de euros. Este imperio de la moda, no obstante, tiene su historia  y, hasta hace poco, bien escondida. El fundador de la empresa, el alemán Hugo Boss, confeccionó y fabricó los uniformes que usaron las SS, las SA, la Wehrmacht y las Juventudes Hitlerianas durante el III Reich. 

La documentación que duerme en Suiza certifica este hecho, un tema que la misma compañía no ha podido desmentir. 

El 5 de marzo de 1933 el Partido Nacionalsocialista que lidera Adolf Hitler gana claramente las elecciones al Reichstag, el Parlamento alemán. Los nazis han conseguido el aprecio de la población, asqueada por la situación económica que vive una potencia en horas bajas tras la derrota en la Primera Guerra Mundial en 1918. El partido nazi, poco a poco, impulsará una politica para levantar Alemania, una fórmula que incluye, entre otros aspectos leyes sociales a favor del trabajador. 


           Cuando Hitler consigue el poder, Alemania tiene aproximadamente cinco millones de desempleados. Sus asesores económicos le recomiendan que nacionalice las grandes empresas, pero Hitler no les hace caso, ya que considera que las grandes empresas le serán una ayuda capital para ganar una posible guerra que cree  necesaria. En uno de sus discursos, Hitler ya habla de la Gleichschaltung, o sea, la “coordinación de la voluntad política”, que se basa a integrar cada elemento de la vida nacional alemana en la maquinaria social nazi. Únicamente así, piensa Hitler podrá consolidar su gobierno. Dicho y hecho: las empresas, grandes, pequeñas y medianas, se ponen al servicio del Führer, ya que le ven como la persona conveniente para sacar al país de la depresión económica que sufre. En cuestión de meses, los anuncios comerciales que se publican en la prensa germana se transforman en una oda a un color político: el color del nazismo.














NEGOCIAR CON EL III REICH

         En Metzingen, una población situada al sur de Stuttgart, un pequeño taller de sastrería no deja perder la oportunidad y su dueño se une a la causa nazi. En 1933, en el periódico del pueblo, el Alb-Neckar-Zeitung, se puede leer el siguiente anuncio: 

”Uniformes de las SS, las SA y las HJ. Ropa de trabajo, de deporte y de lluvia. La hacemos nosotros mismos, con calidad buena y reconocida y a buenos precios. Boss. Ropa mecánica y de trabajo, en Metzingen. Firma homologada por las SA y las SS. Uniformes con la licencia del Reich”. 

La autoría de este anuncio se debe atribuir a Hugo Boss, el fundador y dueño de esta pequeña fábrica de Metzingen. Es el mismo Hugo Boss quien ponía los cimientos de una firma de prestigio que hoy está asociada a la alta sociedad y al éxito empresarial.






         Pero es necesario retroceder 10 años para entender esta inserción publicitaria. Hugo Boss creó su taller de confección en 1923 (A los 38 años) Pero el negocio no es rentable y en 1931 está a punto de fallar. Boss no puede pagar a los 22 trabajadores y la fabricación de impermeables y de ropa de trabajo no tiene mucha salida. Pero los tiempos cambiaban en Alemania al empezar la década de los 30. El NSDAP, el Partido Nacional Socialista Alemán, consigue importantes cuotas de poder y Hugo Boss no duda en afiliarse. Lo hará el 1 de abril de 1931, con el número 508.889.







         Con el carné nazi en la mano, el sastre de Metzingen cambia la estrategia comercial, enfocándola hacia las Fuerzas Armadas y a las nuevas SA, SS y HJ: las Fuerzas de Asalto (Sturmabteling, o SA) habían nacido en los inicios de los años 20 para proteger a los oradores nazis en las concentraciones públicas. 

Eran conocidos como los “camisas pardas”. Hugo Boss empezó a fabricar camisas de este color. 

En marzo de 1923 aparecían las Fuerzas de Defensa (Schutzstaffel, o SS).  Fundadas el  4 de abril de 1925 al 8 de mayo de 1945 (en 1925 como guardia personal de Hitler)  estos eran  los “camisas negras”. Boss tomó buena nota.








        Y en 1926 sacaban la cabeza las Juventudes Hitlerianas (Hitlerjugend, o HJ). Se necesitaba ropa para vestir a todo este movimiento que en 1934 tenía tres millones y medio de miembros. El negocio era redondo y Hugo Boss no lo dejó escapar. Abandona la fabricación de ropa civil para teñir su producción de negro y de marrón. Y si hacemos caso de las cifras, las cosas le fueron inmejorablemente: en 1934 adquiere una empresa que se dedica a fabricar pañuelos, en 1939 compra una fábrica de telas y la empresa ya cuenta con 99 trabajadores y, en 1945, dispone de 128 empleados.


Si hacemos un repaso histórico, no solo Hugo Boss fue simpatizante del partido político, Coco Chanel por ejemplo, fue una apasionada colaboradora de Hitler en Francia, esto, datan los libros ya que tenia  un romance con Walter Schellenberg, un alto oficial de las SS. 




Ferdinand Porsche crea el Volkswagen Tipo 1 por encargo de Hitler, un automóvil sencillo y barato para los alemanes. 





No hay comentarios: