viernes, 3 de mayo de 2013

-★EL INFORME LEUCHTER El fin de una mentira Cámaras de gas: Holocausto judío



Un informe de ingeniería sobre las supuestas cámaras de gas para ejecución en Auschwitz, Birkenau y Majdanek en Polonia.



COMENTARIO DEL EDITOR

                Pocas veces en la historia se presenta la oportunidad de leer un documento que tiene el potencial de destrozar un mito histórico ya convertido en leyenda; es decir, el “Holocausto” judío, que acusa a los alemanes de la gasificación de millones de judíos en campos de concentración en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial.

                El Informe Leuchter  es uno de aquellos documentos raros y preciosos. Preparado y escrito por Fred A. Leuchter, un consultor en los Estados Unidos para el diseño, la construcción y el mantenimiento de cámaras de gas para ejecución; el informe expone la metodología y los resultados de la primera investigación forense de los actuales sitios en Polonia donde las gasificaciones supuestamente habrían ocurrido. La conclusión de Leuchter, después de haber inspeccionado los sitios y analizando las muestras que tomó de las paredes y de los pisos, por su contenido total de cianuro, fue definitiva: las supuestas cámaras de gas jamás podían haber sido usadas – ahora o en aquellos tiempos – como cámara de gas para la ejecución.

                David Irving, el distinguido historiador británico, ha denominado al Informe Leuchter como un documento “destrozador”, el cual fue elemental para reforzar sus convicciones de que toda la mitología del Holocausto está ahora expuesta a la duda. Este constituye un documento que los historiadores del “Holocausto” pueden ignorar solamente so pena de perder su reputación como científicos objetivos. Después del Informe Leuchter, el supuesto genocidio perpetrado por los alemanes contra los judíos, usando cámaras de gas como instrumento de matanza, no puede ser sostenido por más tiempo.
                El editor se enorgullece en presentar el Informe Leuchter, a los lectores imparciales y honestos.           




PREFACIO

                En enero de 1988, estando en Toronto, Canadá, participé en la defensa del señor Ernst Zündel, un germano-canadiense, quien fuera procesado por “difundir noticias falsas”, publicando: “¿Murieron, realmente, seis millones?”, un librito que desafiaba el punto de vista prevaleciente de que seis millones de judíos fueron asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, mediante el uso de cámaras de gas, utilizando cianuro (gas Zyklon-B).

                Ernst Zündel fue procesado, anteriormente, por el mismo asunto en 1985. El juicio duró siete meses y terminó con una sentencia y una condena de 15 meses de prisión. En enero de 1987, la Corte de Apelaciones de Notario anuló el juicio a raíz de graves errores legales y ordenó la iniciación de un nuevo juicio. Este nuevo juicio se inició el 18 de enero de 1988 y aún se sigue, al momento de escribir este informe.

                Freíd A. Leuchter, de 45 años de edad, es un ingeniero que vive en Boston, Massachussets, especialista en el diseño y fabricación de equipos para ejecución, utilizados en las cárceles de Estados Unidos. Uno de sus mayores proyectos ha sido el diseño de una cámara de gas para la penitenciaría estatal de Missouri, en Jefferson City.

                Mis conversaciones iniciales con Fred Leuchter tuvieron lugar en Boston el 3 y 4 de febrero de 1988. Me impresionó por sus respuestas concisas a mis preguntas y por su habilidad para explicar cada detalle del proceso de gasificación. El me confirmó la naturaleza particularmente peligrosa de una ejecución con cianuro.
                Las ejecuciones, con ese gas, se llevaron a cabo por primera vez en los Estados Unidos en 1924, pero hasta el día de hoy, en 1988, aún existen dificultades en la construcción de cámaras de gas para este propósito, además de problemas con las filtraciones. Por otra parte, noté que Fred Leuchter no dudaba sobre la veracidad del Holocausto.

                De regreso a Canadá y después de haber informado a Ernst Zündel de mis conversaciones con Fred Leuchter, Zündel decidió solicitar a aquél un peritaje sobre las supuestas cámaras de gas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek.

                Fred A. Leuchter aceptó el encargo luego de una reunión donde además revisó fotografías de campos de concentración durante la guerra, planos de crematorios y de las supuestas cámaras de gas, documentos sobre el Zyklon-B y diapositivas tomadas de los sitios por el investigador sueco Ditlieb Felderer, en 1970.

                El 25 de febrero de 1988, Fred A. Leuchter viajó a Polonia, junto con su esposa Carolyn, su dibujante, Howard Miller; el cameraman Jürgen Neumann y el traductor polaco Theodor Rudolf. Ellos regresaron el 3 de marzo , después de ocho días de permanencia en Polonia.
                Posteriormente, Fred Leuchter escribió un informe de 192 páginas, incluyendo los apéndices (*). Sus conclusiones fueron claras: La evidencia de que no hubo cámaras de gas para ejecuciones en Auschwitz, Birkenau y Majdanek fue contundente y se estableció que las supuestas cámaras de gas no podrían haber sido utilizadas para ejecuciones, ni ahora ni nunca.

                El 20 y 21 de abril de 1988 participó el señor Leuchter como testigo en el juicio contra Zündel en Toronto, Canadá.

                Al principio contestó las preguntas que le hizo el abogado defensor de Ernst Zündel, Douglas H. Christie, asistido éste por Keltie Zubko y Bárbara Kulaszka. Leuchter encaró, luego, el interrogatorio contradictorio del fiscal de la Corona, John Pearson, quien fue asistido durante todo el juicio por otro fiscal de la Corona, por un empleado judicial y por frecuentes consultas de asesores judíos que se encontraban sentados directamente detrás de él en la sala del juzgado.

                El interrogatorio tuvo lugar en presencia de un juez y de un jurado de once miembros. En la sala del juzgado la atmósfera era en extremo tensa. Me tocó estar sentado al lado de numerosos expertos revisionistas, entre ellos el Dr. William Lindsey, investigador químico jefe de la Corporación Dupont hasta su retiro en 1985. Cada uno en la sala del juzgado, independiente de sus puntos de vista personales con respecto al tópico en investigación, se estremecía, así lo creo, pues participábamos en un evento histórico. El mito de las cámaras de gas se acabó.
                El día anterior, el director de la penitenciaría estatal de Missouri, Bill Armontrout, había dado testimonio explicando el procedimiento y el funcionamiento en la práctica de una cámara de gas cianuro. Para cualquiera que escuchara atentamente le quedaría claro que fue imposible ejecutar a una sola persona de esta manera  y que entonces la supuesta ejecución de centenares de miles de personas por los alemanes, utilizando Ziklon-B, sería tratar de resolver el problema de la cuadratura del círculo.

                Siguiendo a Fred Leuchter dio testimonio el Dr. James Roth, Ph.D. (Cornell University), gerente de Alpha Analytical Laboratorios, en Ashland, Massachussets. El Dr. Roth dio un informe sobre los análisis de las muestras tomadas de las paredes, de los techos, de los pisos y de otras estructuras interiores de las supuestas cámaras de gas de Auschwitz I y Birkenau. Los análisis revelaron que no había vestigios de cianuro en las muestras y que en algunos casos el nivel era extremadamente bajo. La única excepción se encontró en la muestra de control número 32, toma de las instalaciones de desinfección número 1 en Birkenau. Estos resultados fueron reproducidos en el gráfico del Apéndice I (*) del informe y expuestos al jurado por un proyector “overhead”. La diferencia en el cianuro detectado en las instalaciones de desinfección, por un lado, y en las supuestas cámaras de gas, por el otro fue espectacular. Los niveles de cianuro extremadamente bajos que se encontraron en algunos crematorios fueron, según mi opinión, el resultado de la desinfección de los inmuebles durante la guerra.
                Creo que fui el primero en señalar que todos los estudios sobre las supuestas cámaras de gas para ejecuciones alemanas, utilizando Ziklon-B, deberían comenzar con un estudio de las cámaras de gas para ejecuciones americanas. Ya en 1977 empecé, con la ayuda de un amigo americano, Eugene C. Brugger, abogado en New York City, una investigación en esta área. Durante esas investigaciones conseguí información de seis penitenciarias americanas: Saint Quentin, en California; Jefferson City, en Missouri; Santa Fe, en New Mexico; Raleigh, en North Carolina; Baltimore, en Maryland, y Florence en Arizona. Me vi obligado a concluir, en ese entonces, que solamente un experto en la tecnología de cámaras de gas americanas podría, finalmente, determinar si las supuestas cámaras de gas para ejecuciones alemanas estabas capacitadas para tal uso como lo describe la literatura a favor del Holocausto.

                Durante los siguientes años, mis artículos sobre las cámaras de gas alemanas siempre hacían referencia a las cámaras de gas americanas. Estos artículos incluyeron “El rumor sobre Auschwitz o el problema de las cámaras de gas”, publicado el 29 de diciembre de 1978, en el diario francés Le Monde, y una extensa entrevista publicada en agosto de 1979 en la revista italiana Storia Illustrata. En septiembre de 1979 visité la cámara de gas en Baltimore, Maryland, y conseguí ocho fotografías de la cámara y documentación adicional. Luego, durante una reunión sostenida en New York City, bajo la dirección de Fritz Berg, enseñé la hoja de control del procedimiento de la cámara de gas de Baltimore y discutí sus implicaciones. En 1980 publiqué en el primer número del recién creado Journal of Historical Review un artículo titulado “Los Mecanismos de la gasificación”, en el cual describí con detalles los procedimientos de las cámaras de gas en uso en los Estados Unidos. En el mismo año publiqué en Vérité historique ou vérité politique? Las ocho fotografías de la cámara de gas de Baltimore. Preparé un video titulado “El problema de la cámara de gas”, en 1982, el cual empezaba con un análisis de las cámaras de gas americanas. En 1983 redacté para el Institute for Historical Review de los Ángeles, un libro en idioma inglés sobre las controversias del Holocausto que incluyó. Por vez primera, un listado de preguntas hechas a los administradores penitenciarios y sus respuestas. El libro, sin embargo, nunca fue publicado: el 4 de julio de 1984, el Día de la Independencia Americana, los archivos del Instituto fueron destruidos por un incendio. Este fuego destruyó intencionalmente la capacidad financiera del Instituto, y una cantidad de proyectos, incluido el de mi libro, fueron abandonados. 
   
                El holocausto apareció como un asunto de enormes proporciones. Pero este “gigante”, como señaló el Dr. Arthur Butz en “la Estafa del Siglo Veinte” (The Hoax of the Twentieth Century), es un gigante con pies de barro. Para observar los pies de barro hay que visitar solamente el Campo de Concentración de Auschwitz en Polonia. Con las palabras del Dr. Wilhelm Stäglich: “ La tesis del exterminio se mantiene o cae con la alegación de Auschwitz fue una ‘factoría de muerte’ ”; y para mí todo el misterio de Auschwitz gira alrededor de los 65 metros cuadrados de la supuesta cámara de gas en Auschwitz I y de los 210 metros cuadrados de la supuesta cámara de gas de Birkenau. Estos 275 metros cuadrados tendrían que haber sido sometidos a una investigación forense inmediatamente después de la guerra por parte de los Aliados, pero una investigación de esta naturaleza no se llevó a cabo ni entonces ni después. En Polonia, el magistrado Jan Sehn ordenó algunas investigaciones forenses en Auschwitz, pero éstas no se hicieron en las supuestas cámaras de gas para ejecuciones.

                Las investigaciones hechas por “Revisionistas” han demostrado que las supuestas cámaras de gas para ejecuciones no pudieron haber sido utilizadas para tal fin. Ditlieb Felderer publicó fotografías que muestran la precaria construcción de las aberturas de aireación y de las puertas que conducen hacia el interior de las cámaras de gas y la falta de manchas azul de Prusia en las paredes. Yo mismo descubrí en los archivos del Museo Estatal de Auschwitz (archivos que fueron bien guardados por los oficiales comunistas) los planos de estas supuestas cámaras de gas, y mandé publicarlos en distintos libros y artículos. Estos planos fueron, también, mostrados en la primera convención del Institute for Historical Review), en los Ángeles, en 1979, donde estuvo presente el Sr. Zündel. En realidad, estas supuestas cámaras de gas han sido salas mortuorias o, como indicaban los planos, “Leichenhalle” (sala de muertos) para Krema I (posteriormente transformado en refugio antiaéreo) y “Leichenkeller” (sótano de morgue) para Krema II.
                No obstante, para obtener una confirmación científica completa de lo que el sentido común nos compelió a ver y de lo que el trabajo de investigación revisionista y las documentaciones han revelado, fue necesario buscar un especialista en cámaras de gas americano. Desesperadamente traté de encontrar a un hombre quien no sólo fuera un experto en tecnología de cámaras de gas, sino que tuviera coraje suficiente para llevar a cabo una investigación semejante en un país comunista y de publicar los resultados en el caso que éstos confirmaran las conclusiones revisionistas. Felizmente, me equivoqué.

                Fred Leuchter fue el especialista. El viajó personalmente a Polonia, condujo la investigación forense, escribió su informe y dio testimonio ante la Corte canadiense en el proceso del Sr. Zündel. Al hacerlo, entró silenciosamente en la historia.

                Fred Leuchter es un hombre modesto, decidido, quien, además, habla con precisión. Sin duda, sería un excelente profesor, pues tiene el verdadero don de hacer entender a la gente las dificultades de cualquier problema. Cuando le pregunté si él tendría temor por posibles consecuencias peligrosas, contestó: “un hecho es un hecho”. Después de haber leído el Informe Leuchter, David Irving, el famoso historiador británico, declaró el 22 de abril de 1988, durante su testimonio en Toronto, que aquello es un documento “aplastante”, el cual será esencial para todo futuro historiador que escriba sobre la Segunda Guerra Mundial.

                Sin Ernst Zündel casi nada de todo lo que ha trascendido podría haber sido concebido. El sacrificó todo por la búsqueda de la exactitud histórica, viviendo bajo condiciones difíciles, enfrentando enemigos influyentes y poderosos. Las presiones pesan sobre él, permanentemente, siendo éstas de lo más inesperadas y, a menudo, arteras. Pero él posee una personalidad fuerte y un carisma especial, sabe cómo analizar cualquier situación dada, cómo evaluar las relaciones de fuerzas y cómo revertir la adversidad en ventaja. Es capaz de atraer y movilizar personas de elevadísima competencia desde todos los rincones del mundo. En suma, es un hombre que cala profundo, un genio que combina el sentido común con una aguda comprensión de la gente.

                El podría ir, una vez más, a la prisión por sus investigaciones y sus convicciones o podría ser amenazado con la deportación. Todo esto es posible. Cualquier cosa puede ocurrir cuando existe una crisis intelectual y un realineamiento de conceptos históricos de semejantes dimensiones. Revisionismo es el gran reto intelectual del fin de este siglo. Independiente de lo que pueda ocurrir, Ernst Zündel ya es el vencedor. El es un pacifista-activista, quien consiguió esta victoria por medio del poder de la razón y de la persuasión.

Robert Faurisson

Toronto, 23 de abril de 1988

P.D.: Ernst Zündel fue declarado culpable por el Jurado, el 11 de mayo de 1988, “por difundir noticias falsas, a sabiendas, sobre el Holocausto”. Fue sentenciado a 9 meses de prisión, y se le concedió libertad bajo caución después de haber firmado una orden mordaza, prometiendo no escribir ni hablar sobre el “Holocausto” hasta el fin del procedimiento de su apelación. De este modo se juntó, pues, con Galileo.


INTRODUCCIÓN

En febrero de este año (1988) se puso en contacto conmigo el Dr. Robert Faurisson por el Proceso del Sr. Ernst Zündel y me pidió considerar un encargo para investigar las supuestas cámaras de gas para ejecuciones que hicieron funcionar los nazis en Polonia, y a la vez exponer una opinión de ingeniería en cuanto a su operabilidad y eficiencia. Por otra parte, me solicitaron efectuar una evaluación forense de crematorios allí existentes. Después de una reunión con el Sr. Zündel, su abogado defensor, Dr. Douglas H. Christie, y miembros de su equipo, en cuya oportunidad se discutió el proyecto, me informaron que mi dictamen se usaría en el caso “The Queen vs. Zündel”, que se trataba, entonces, ante la Corte de Distrito de Toronto. Aceptada esta situación, se resolvió que la investigación incluyera a Auschwitz, Birkenau y Majdanek (Lublin) y todos los crematorios agregados y las supuestas cámaras de gas para ejecuciones. Yo acepté la demanda y el 25 de febrero de 1988 conduje un equipo de investigadores hacia Polonia. El grupo lo componían: mi esposa Carolyn Leuchter; Sr. Howard Miller, dibujante técnico; Sr. Jürgen Neumann, cameraman, y el Sr. Theodor Rudolf, intérprete. Regresamos el 3 de marzo de 1988, después de haber inspeccionado todas las instalaciones requeridas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek. Este Informe y mi dictamen son el resultado de esas investigaciones llevadas a cabo en Polonia.

OBJETIVO

El propósito de este informe y de la investigación sobre la cual está basada es determinar si las supuestas cámaras de gas para ejecuciones y las instalaciones de crematorios en estos tres sitios en Polonia, a saber: Auschwitz, Birkenau y Majdanek, podrían haber funcionado, operacionalmente, así como están descritas en la literatura sobre el Holocausto. Para este propósito la investigación incluyó la inspección física de las instalaciones, el estudio del diseño de estas instalaciones y una descripción del procedimiento aplicado en estas instalaciones, para determinar la cantidad de gas utilizado, así como el tiempo necesario de estas operaciones (por ejemplo, tiempos de ejecución y de ventilación), el espacio físico de las cámaras en relación a la capacidad ocupacional, el procedimiento y el tiempo necesario para manejar y cremar cadáveres, con el objetivo de determinar la veracidad y la credibilidad de relatos insostenibles. Este informe no incluye la determinación de cifras sobre personas que perecieron o fueron asesinadas por otros medios que no sean el gas, o si un eventual “Holocausto” haya ocurrido. Además, no es la intención del autor el redefinir el “Holocausto” en términos históricos, sino de suministrar evidencia e información científica de los sitios actuales y exponer una opinión basada en todos los datos científicos, cuantitativos y de ingeniería al alcance, en cuanto al propósito y uso de las supuestas cámaras de gas para ejecuciones y de las instalaciones de los crematorios en los sitios investigados.

ANTECEDENTES

El investigador principal y autor de este informe es un especialista en diseño y fabricación de “equipos” para ejecución, quien trabaja, específicamente, sobre este tema y diseño de “equipos” en los Estados Unidos, que se han utilizado en la ejecución de personas condenadas por medio de gas cianhídrico.
El investigador personalmente inspeccionó las instalaciones en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, hizo mediciones, tomó muestras forenses, revisó literatura sobre diseño y manejo de las cámaras de gas para desinfección de la firma DEGESCH, sobre el gas Zyklon-B y material referente a procedimientos de ejecución. Muchos de los materiales revisados constituyen literatura adquirida y leída en Polonia, incluso las copias de los croquis originales de los Krema I, II, III, IV y V.

ALCANCE

El alcance de este informe incluye la inspección física y datos cuantitativos obtenidos en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, literatura suministrada por oficiales en los tres (3) museos, copias heliográficas de los Kremas I, II, III, IV y V obtenidas de los museos, y material relativo a las cámaras de desinfección de DEGESCH y sus instalaciones (incluye equipamiento y metodología de uso con gas Zyklon-B), una descripción de la operación de las instalaciones en cuestión y muestras forenses tomadas en los Kremas investigados. Incluye, además, datos sobre el diseño de cámaras de gas en los Estados Unidos y procedimientos operacionales de conocimiento del propio investigador, debido a su trabajo en esa actividad, como así también una investigación de crematorios y sus procedimientos en los Estados Unidos. Todo esto ha sido utilizado para la elaboración de este informe.

Al utilizar todos estos datos, arriba mencionados, el investigador se limitó a enfocar este estudio sobre lo siguiente:
a)                           la capacidad de las supuestas cámaras de gas para ejecuciones, de haber sido realizado un asesinato masivo de seres humanos mediante el uso del gas Zyklon-B en Auschwitz I, y en Birkenau y con monóxido de carbono y / o gas Zyklon-B, en Majdanek;
b)                           la capacidad de los crematorios investigados de haber realizado la cremación de una supuesta cantidad de seres humanos en un supuesto término de tiempo.




RESUMEN Y DICTAMEN

Después de haber estudiado la literatura al alcance, la investigación y la evaluación de las instalaciones existentes en Auschwitz, Birkenau y Majdanek por el experto en lo referente al diseño de cámaras de gas, la investigación sobre tecnología de crematorio y la inspección a crematorios modernos, el autor no encontró evidencia alguna de que las instalaciones, es decir, las supuestas cámaras de gas para ejecuciones, hayan sido usadas como tal, y llegó, además, al resultado de que a raíz del diseño y la fabricación de estas instalaciones, las mismas no pudieron haber sido utilizadas como cámaras de gas para ejecuciones.
Asimismo, una evaluación de las instalaciones de los crematorios, muestra la evidencia terminante de que existe una contradicción entre el supuesto volumen de los cadáveres cremados y el tiempo generalmente requerido para ello. Por todo esto, y por el mayor conocimiento técnico del autor, se da constancia que ninguna de las instalaciones investigadas han sido utilizadas jamás para la ejecución de seres humanos, y que los crematorios no podían haber soportado de ninguna manera las supuestas cargas atribuidas a ellos.


METODOLOGIA:

                El procedimiento seguido en el estudio y en el análisis forense, que dio como resultado al presente informe, fue el siguiente:

1.   Un estudio general de antecedentes del material al alcance
2.   Una inspección in situ para la investigación forense de las instalaciones en cuestión que incluyeron la toma de datos físicos (mediciones e información de la construcción) y la toma de muestras físicas considerables (ladrillos y revoque), los cuales fueron llevados a los Estados Unidos para el análisis químico.
3.   Una consideración en base a los datos logísticos, grabados y visuales (in situ).
4.   Una compilación de los datos adquiridos.
5.   Un análisis de la información adquirida y la comparación de esta información con conocidos y probados diseños, con información logística y de procedimiento, como así también con los requerimientos actuales para el diseño, la fabricación y operación de cámaras de gas y de crematorios.
6.   Una consideración del análisis químico del material extraído in situ
7.   Conclusiones en base a la evidencia obtenida


    Uso del HCN y del Zyklon-B como fumigantes
               
El gas de cianuro hidrogenado (HCN o ácido cianhídrico) ha sido utilizado como fumigante desde antes de la Primera Guerra Mundial. Ha sido utilizado, paralelamente, con vapor y aire caliente y, durante la Segunda Guerra Mundial, con DDT por los Estados Unidos y sus aliados.
El HCN se obtiene, normalmente, por una reacción de cianuro de sodio con ácido sulfúrico diluido. El producto de la reacción química, el HCN, se proyecta en el aire con un remanente de ácido prúsico (ácido cianhídrico). Esta reacción se efectúa, normalmente, en recipientes cerámicos.
Este procedimiento ha sido utilizado para el control de pestes y de insectos en barcos, en edificios, en cámaras y estructuras especialmente diseñadas. Se deben observar consideraciones especiales para el diseño y manejo de cámaras con el fin de asegurar a los técnicos que la usan. El cianuro hidrogenado es uno de los más poderosos y peligrosos fumigantes químicos. Edificios especialmente construidos o modificados para tal propósito han sido usados por todas las organizaciones militares y de salud en el mundo entero. El HCN ha sido utilizado ampliamente para el control de enfermedades; especialmente para combatir plagas y tifoidea; para el control de ratas, moscas y piojos. Cámaras especiales se usaron desde la Primera Guerra Mundial en Europa y en los Estados Unidos. Algunas de estas cámaras fueron usadas por el ejército alemán en Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial, y mucho más antes por el Servicio de Inmigración de los Estados Unidos en Ellis Island, en el puerto de New York. Muchas de estas cámaras de fumigación fueron fabricadas por DEGESCH, una empresa alemana de Frankfurt. Durante la guerra, DEGESCH supervisó la distribución de Zyklon-B. En la actualidad, DEGESCH fabrica HCN.

El Zyklon-B constituyó una preparación comercial especial que contenía ácido cianhídrico.
La denominación “Zyklon-B” fue el nombre comercial del producto. El HCN se preparaba en fábricas y se entregaba en una preparación donde el HCN era absorbido por un portador poroso, pudiendo ser de pulpa de madera o tierra de diatomea (tiza).  Se le suministró en pastillas y “pellets”. El preparado era sellado, herméticamente, en latas que requerían un instrumento especial para abrirlas. De esta forma fue más seguro y más simple el manejo del HCN (Zyklon-B). Los discoides, recortes o “pellets” tenían que ser esparcidos por el piso del área que debía ser fumigada o utilizados en una cámara en la cual circulaba aire caliente con más de 78.3°F (25.7°C). Si fuera usado en edificios, barcos, carpas, o para fumigar productos, el área debería calentarse a más de 78.3°F de temperatura, el punto de ebullición del HCN. La falta de estas condiciones implicaría un tiempo mucho más prolongado para completar la fumigación. La fumigación requiere un mínimo de 24 a 48 horas.

Después de la fumigación, la ventilación del área requiere un mínimo de 10 horas, lo que depende del local (y volumen), y más tiempo aún si el edificio no tiene ventanas o tragaluces. Al área debe sometérsela, luego, a un test químico con respecto a la presencia de gas antes de entrar. Algunas veces se usan máscaras de gas pero las mismas no son seguras y no deberían ponerse por más de 10 minutos. Debe usarse un traje químico completo para prevenir la intoxicación de la piel. Cuanto más cálida esté la temperatura y más seco el ambiente, tanto más seguro y rápido se desarrolla el manejo.

La tabla I contiene las especificaciones para el gas.


TABLA I

(Especificaciones para HCN)



 

                Nombre                               :               HCN, ácido cianhídrico o prúsico.
                Punto de ebullición           :               25.7°C/78.3°F a 760 mmHg.
                Peso específico                 :               0.96 a 18°C/46°F.
                Densidad en vapor            :               0.947 (aire=1).
                Punto de fusión                 :               -13.2°C/8.2°F.
                Presión de vapor               :   750 mmHg a 25°C/77°F, 1,200 mmHg a 38°C/100°F
                Solubilidad en agua          :               100%
                Apariencia                          :              Transparente.
                Color                                   :               Débilmente azuloso.
    Olor  :  Almendra amarga, muy suave, no irritante (el olor no se considera
                  un método seguro para determinar la presencia del veneno)


RIESGOS:
               
1.       Inestable con calor, materiales alcalinos y agua.
2.       Explotará si se mezcla con 20% de ácido sulfúrico.
3.       Polimerización (descomposición) ocurre violentamente con calor, materiales alcalinos y agua. Una vez iniciada la reacción es auto catalítica e incontrolable. Explotará
4.       Punto de encendido = -18°C/0°F
5.       Temperatura de autoencendido = 538°C/1000°F
6.       Límite inflamable en el aire

Volumen %
Inferior 6.
Superior 46.


Fuente: Ácido Cianhídrico. Publicación Dupont, 7-83.


 Criterio sobre diseño de una instalación de fumigación
               
Una instalación para fumigación en un edificio, o en una cámara, debe cumplir con los mismos requisitos básicos. Debe poseer la condición de sellado, poder calentarse y tener la capacidad de circulación y escape para el aire, debe tener, asimismo, una chimenea suficientemente alta (por lo menos 40 pies), o un incinerador para el escape, y medios para la distribución del gas en forma pareja (similar al material Zyklon-B).
Primero, si la cámara debe usarse hoy día, ella debe tener un casco soldado a prueba de presión, cubierto de una pintura inerte (epoxy), o de acero inoxidable o de plástico (PVC). Las puertas deben tener juntas de un material resistente al HCN (picado de asbesto, neopreno o teflón) Si es un edificio, debe ser de ladrillo o piedra y estar cubierto, tanto adentro como afuera, de una pintura inerte (epoxy), betún, brea o asfalto. Las puertas y ventanas deben tener juntas o estar selladas con una tela engomada o untada con betún y selladas con sellador como el neopreno o la brea. En ambos casos, el ambiente debe estar extremadamente seco. El “sellador” tiene dos objetivos: primero, prevenir mecánicamente filtraciones desde el interior; y segundo, hacer a las superficies de la instalación expuestas y porosas, impermeables a la impregnación por el gas Zyklon-B.
Segundo, la cámara o estructura debe tener un generador de gas o un sistema de distribución para el Zyklon-B, que forzaría aire caliente por sobre el Zyklon-B (el generador puede calentarse con agua, si está sellado), o hacer circular aire caliente y gas. La mezcla requerida para la fumigación es de 3200 partes por millón (ppm), o un volumen total de 0.32% de HCN. La cámara debe estar libre de obstrucciones y tener una capacidad para un flujo de aire fuerte, constante y abundante.
Tercero, la cámara o estructura debe poseer medios para evacuar mezcla de aire/gas venenosa y reemplazarla por aire fresco. Generalmente, se lo hace por medio de un dispositivo de escape y aspiración con una válvula de escape y aspiración, o una escotilla-persiana de un tamaño suficiente para permitir un normal intercambio de aire por hora. Un dispositivo de un pie cúbico por minuto (pcm), con suficiente abertura de escape y admisión, debería permitir normalmente un cambio completo de aire en 1/2 hora. Este tendría que estar funcionando, por lo menos, el doble del tiempo requerido, o sea, una o dos horas. Cuanto más grande la instalación tanto menos práctico lo es (debido al tamaño de los dispositivos para la ventilación disponibles en el mercado) y el tiempo de escape podría requerir varias horas más.
El 2escape” se debe ventilar a una distancia segura, más arriba de las instalaciones donde la corriente de aire pueda dispersar el gas. Este se ubica, normalmente, a 40 pies por encima de la estructura, pero debería elevarse más si la estructura se encuentra resguardada del viento. Si se usa incinerador, la chimenea puede tener una altura de sólo algunos pies. Generalmente, resulta demasiado costosa la incineración del HCN debido al volumen de aire que debe manejarse en poco tiempo.
La temperatura de las paredes y del aire dentro de la instalación, y del aire aspirado, debe estar, por lo menos, 10 grados por encima del punto de ebullición del ácido cianhídrico (78.3°F) para prevenir una condensación del HCN sobre las paredes. Si la temperatura está por debajo de los 79°F y se produce una condensación, la instalación debe ser descontaminada con cloro o amoníaco, siendo el primero más efectivo. Esto se hace pulverizando las paredes manual o automáticamente. Si se lo hace manualmente, el personal debe llevar trajes de protección (generalmente de neopreno) y utilizar cilindros de aire, ya que las máscaras de gas son inseguras y peligrosas. El interior del edificio debe evacuarse por tiempo prolongado para permitir que los vapores del cloro neutralicen el HCN líquido en el sistema de escape. El interior del edificio debe ser lavado con agua, fregado enteramente y secado antes del próximo uso.
Adicionalmente, debe hacerse un control del aire dentro del edificio para determinar si todo el HCN ha sido removido. El control puede hacerse mediante un detector de gas o bien con el test de acetato de cobre y bencideno. En el primer caso se mezcla una solución de bencideno con una solución de acetato de cobre, con la cual se moja un papel testigo que se pone azul en tonos variados si hay existencia de HCN.

   Criterio sobre diseño de una cámara de gas para ejecuciones
               
Muchos de los requisitos para las fumigaciones se aplican a las instalaciones para ejecuciones. Sin embargo, generalmente, estas instalaciones son más pequeñas y eficientes. El Zyklon-B no se recomienda, generalmente, en una cámara de gas para ejecuciones, debido a que lleva tiempo sacar el gas del portador inerte. Hasta ahora, el único método eficiente ha sido generar el gas in situ,  a través de la reacción química del cianuro de sodio con ácido sulfúrico al 18%. Recientemente se completó un diseño para un generador de gas que se usará en una cámara de gas para dos personas en la Penitenciaría Estatal de Missouri, en Jefferson City. El autor es el consultor para el diseño de esta cámara de gas para ejecuciones.
Este generador emplea una camisa con agua calentada a electricidad, lo cual permite precalentar el HCN dentro de un cilindro a vapor. En el momento de utilizar el HCN ya está vaporizado, y se le deja entrar, mediante válvulas, a la cámara. Un sistema de explosiones de nitrógeno limpia la cañería después del uso. El tiempo total de la ejecución es menor a cuatro minutos. Se evacua todo el aire de la cámara en aproximadamente 2 minutos, la evacuación dura 15 minutos, proveyendo así unos siete cambios de aire completos.
La cámara puede ser de acero soldado o de plástico PVC. Las puertas y ventanas deberían ser de una construcción a prueba de agua de acuerdo a las normas de la Marina. La puerta debiera tener una junta selladora contra presión de un solo tirador. Todos los elementos de luz y de electricidad deben ser a prueba de explosión. La cámara contiene la cañería de distribución de gas, al generador de gas con su botella de HCN líquido, un “corazón electrónico” del equipo monitor, dos asientos para los condenados y un detector de gas con una lectura externa electrónica, hasta 10 ppm.
Debido a que la cámara contiene un gas tan letal, se opera con una presión negativa para garantizar que cualquier filtración quede adentro. La presión de la cámara se controla mediante un sistema regulador de vacío que habría de mantener la cámara a un vacío parcial de 10 libras por pulgada cuadrada (lpc) (operacional: 8 lpc más 2 lpc del HCN). La presión negativa se mantiene usando la presión ambiental exterior como indicador. Este sistema se controla electrónicamente y se hace efectivo mediante una bomba de 17.7 pcm (pie cúbico por minuto) de capacidad. Adicionalmente se coloca un presostato para poner en funcionamiento un sistema de emergencia, si la presión de la cámara alcanza 12 lpc, que son 3 lpc por encima del límite operacional.
El sistema de admisión y extracción se diseñó para un intercambio de aire cada dos minutos. El aire se suministra mediante un dispositivo de 2000 + pcm en la parte de admisión y se le extrae por la parte superior de la cámara. Las válvulas de admisión y de extracción son, ambas, del tipo cierra hacia adentro para prevenir una pérdida en el vacío y se regula electrónicamente el tiempo de apertura en intervalos, empezando con la válvula de extracción. Todo esto se evacua a través de una cañería de PVC, de 13” de diámetro y a una altura de 40 pies donde el viento dispersa los gases sin perjudicar. Para el aire de admisión sería necesario contar con la posibilidad de precalentamiento para garantizar que el HCN no se condense y, así, no impedir la evacuación.
Los detectores de gas se usan por seguridad. Primero, en la cámara donde un sistema de cierre eléctrico impide la abertura e la puerta antes de que esté segura la cámara; segundo, fuera de la cámara en los lugares para los testigos y para el personal, que pone en funcionamiento una alarma sonora y en el sistema de admisión y extracción de aire para proteger a los testigos, así como también para parar la ejecución y evacuar la cámara. El sistema de seguridad contiene, asimismo, timbres de alarma, bocinas y señales de luz.
Además hay aparatos de respiración de emergencia (tanques de aire) en el lugar de la cámara, botiquines de primeros auxilios para HCN, equipamiento médico de emergencia para HCN y un aparato de reanimación en el lugar adyacente para personal médico.
El diseño de una cámara de gas implica la consideración de muchos problemas complicados. Un error en algún lugar podría y, probablemente, habrá de causar la muerte o lesiones a testigos y a técnicos.

   Cámaras de gas para ejecuciones en los Estados Unidos, desde 1920
               
La primera cámara de gas con fines de ejecución fue construida en Arizona en 1920. Ella consistió en una cámara hermética con puertas y ventanas con juntas, un generador de gas, un sistema eléctrico a prueba de explosión, un sistema de admisión y extracción de aire, un dispositivo para agregar amoníaco al aire de admisión y medios mecánicos para poner en acción al generador de gas y la extracción del aire. La admisión del aire consistió en una serie de válvulas, mecánicamente accionadas. Solamente el hardware cambió hasta el presente.
El generador de gas consistía en un recipiente cerámico que se llenaba con una solución de ácido sulfúrico diluido (18%) con una palanca mecánica. La cámara debía ser lavada con amoníaco después de cada ejecución, igual que al ejecutado mismo. Se usaban unos 13 a 25 gramos de cianuro de sodio y se generaba una concentración de 3200 ppm en una cámara de 600 pies cúbicos.
En los años siguientes, otros Estados adoptaron la cámara de gas de HCN como forma de ejecución y los diseños técnicos cambiaron. Eaton Metal Products diseñó, construyó y mejoró la mayor cantidad de cámaras. La mayoría tenía dos asientos y fueron equipados con un sistema de vacío para garantizar una presión negativa y filtraciones sólo hacia el interior. Todos los sistemas emplearon la técnica del generador de gas porque fue el procedimiento más eficaz y más simple a conseguir hasta fines de los años 60. Ningún sistema jamás ha sido diseñado para usar el Zyklon-B. La razón de esto es muy simple: el Zyklon-B necesita demasiado tiempo para evaporar (o gasificarse por ebullición) el HCN del portador inerte, requiere aire calentado y un sistema de control de temperatura. No solamente no se produce el gas en forma instantánea, sino que siempre existe el peligro de explosión. La mezcla total del gas se encuentra generalmente, por debajo del límite inferior de explosión (LEL) de la mezcla gas/aire del 0.32% (pues la mezcla, normalmente, no tendría que exceder los 3200 ppm), pero la concentración del gas en el generador (o como en el caso del Zyklon-B en el portador inerte) es mucho mayor y podría llegar de 90 a 99% del volumen. Esto es prácticamente, HCN puro, y está condición podría existir en cierto momento en bolsones en la cámara. La temperatura del aire ambiental o la temperatura del aire calentado debe ser considerablemente mayor y artificialmente controlada en caso de usar Zyklon-B (pues la evaporación es un proceso estrictamente físico), mientras en el generador de gas la temperatura puede ser menor y sin control, ya que la reacción química en el generador es auto catalítica, después de su inicio. Contactos y llaves eléctricos deben reducirse al mínimo, deben ser a prueba de explosión y estar ubicados fuera de la cámara. La técnica obtenida recién después de terminados los años 60 hizo posible al sistema de Missouri el convertirse en el más avanzado jamás construido, por utilizar evaporizador de gas y desarrollar un sistema para HCN líquido, con lo que se eliminaba el grave peligro de manejar y disponer ácido prúsico residual después de la ejecución.
El Zyklon-B que pareciera, superficialmente, haber sido un medio más eficiente para suministrar gas y eliminar el problema del ácido prúsico residual, no fue la solución para el problema. En realidad, el uso del Zyklon-B habría elevado el tiempo de ejecución y, por ello, prolongado el tiempo de manejo del gas letal y, también, porque al requerir un calefactor hubiera provocado el riesgo de una explosión. Una solución alternativa hubiera sido calentar el gas afuera y hacer circular la mezcla gas/aire por cañería desde el exterior de la cámara e introducirla luego a la cámara, como se hizo con los equipos de desinfección de DEGESCH, pero esto hubiera causado sólo un mayor riesgo e imponderables para los operarios. Constituye un diseño pobre y de extrema peligrosidad el permitir la presencia de gas fuera de la cámara presurizada. El equipamiento de DEGESCH se hizo con el propósito de utilizarlo al aire libre, o en un área bien ventilada, y eso sólo en presencia de personal entrenado, excluyendo toda persona no capacitada.
Los Estados de Arizona, California, Colorado, Maryland, Mississippi, Missouri, Nevada, New Mexico y North Carolina han usado gas como medio de ejecución. Pero a raíz de los peligros inherentes al manejo del gas y del mantenimiento costoso del equipamiento en uso, algunos Estados (Nevada, North Carolina, y New Mexico) legislaron a favor de la inyección letal, tanto como procedimiento único, así como también alternativa a elección. Otros Estados probablemente les seguirán. El autor ha sido consultor en los Estados de Missouri, California y North Carolina.
De todos modos, por el costo de fabricación del gas HCN y por los excesivos costos del hardware y del mantenimiento, el gas ha sido en el pasado y todavía sigue siendo el modo de ejecución más costoso.

Los efectos tóxicos del gas HCN
               
Test médicos han demostrado que una concentración de ácido cianhídrico de 300 ppm en el aire es rápidamente fatal. En general, para ejecuciones se usa una concentración de 3200 ppm, para asegurar una muerte rápida. Esto significa un peso/volumen de unos 120 a 150 gramos / 2 pies cúbicos de gas, dependiendo de la temperatura y de la presión. Unos 100 ppm de HCN son fatales dentro de media hora. Los efectos tóxicos son la irritación y eczemas de la piel; irritación de los ojos; enturbamiento de la vista y daño permanente a los ojos; náuseas no específicas y dolor de cabeza; mareos, vómitos y debilitamiento; respiración acelerada, baja de la presión de sangre; desmayos; convulsiones, síntomas de asfixia, disnea, ataxia, temblores, coma y deceso por interrupción de la oxidación del metabolismo.
No hace falta la inhalación del ácido cianhídrico para que sea fatal con concentraciones mayores a 50 ppm. La persona que lo maneja debe llevar un traje químico para proteger completamente su cuerpo y una botella con oxígeno. Las máscaras de gas, en general, no son eficientes y no tendrían que utilizarse jamás. Botiquines de primeros auxilios especiales y asistencia médica deben estar a mano y siempre presentes en todos los lugares donde el personal puede entrar en contacto con el gas.

Una breve historia de las supuestas cámaras de gas para ejecuciones alemanas.
               
En base a material accesible al autor, queda en claro que se acordó declarar que los alemanes construyeron, supuestamente, una serie de grandes cámaras de gas (para ejecutar a tres o más personas), iniciándolas en alguna fecha hacia fines de 1941 y utilizándolas hasta fines de 1944.
Empezando con la supuesta primera gasificación en un edificio en Auschwitz I, dos casas campesinas modificadas en Birkenau (Auschwitz II), conocidas como las Casas Roja y Blanca, o Bunkers 1 y 2; Krema I, en Auschwitz; Kremas II, III, IV y V, en Birkenau, y una instalación experimental en Majdanek; en todas estas instalaciones se utilizó, supuestamente, ácido cianhídrico, bajo su forma de Zyklon-B. En Majdanek se afirma que se utilizó también monóxido de carbono (CO).
De acuerdo a la literatura oficial obtenida en los Museos Estatales de Auschwitz y Majdanek, estas instalaciones para ejecuciones fueron ubicadas en campos de concentración construidos en áreas altamente industrializadas y cuyos internados cumplieron trabajo forzado en las fábricas que producían material de guerra. Estas instalaciones incluyeron, asimismo, crematorios para disponer de los restos de aquellos que se declara fueron “ejecutados”.
Además, otras supuestas instalaciones que utilizaron solamente CO, como gas de ejecución, fueron ubicadas en Belzec, Sobibor, Treblinka y Chelmno (como camiones móviles de gas). Estas instalaciones adicionales fueron, supuestamente, destruidas durante o después de la Segunda Guerra Mundial y, por lo tanto, no fueron inspeccionadas y no forman parte de los objetivos directos de este informe.

El monóxido de carbono (CO), sin embargo, será considerado aquí brevemente. El gas CO es un gas relativamente pobre para ejecuciones, debido a que el tiempo es demasiado prolongado para producir la muerte, tal vez 30 minutos; y si la circulación es ineficiente, se requiere más tiempo aún. Para utilizar CO se requerirá una cantidad de 4000 ppm y sería necesario presurizar la cámara a aproximadamente 2.5 atmósferas con CO. Además, el CO2 (dióxido de carbono) fue sugerido igualmente; sin embargo, el CO2 es menos efectivo aún que el CO. Estos gases fueron supuestamente producidos por un motor Diesel. Los motores Diesel producen un escape que contiene muy poco monóxido de carbono y, por lo tanto, requeriría que se presurizara la cámara para ejecuciones con una mezcla gas / aire para tener gas suficiente para causar la muerte. El monóxido de carbono, en cantidad de 3000 ppm, o 0.30% causaría nauseas y dolor de cabeza después de haber estado expuesto durante una hora, tal vez, algún daño a largo plazo. Concentraciones de 4000 ppm y más son fatales al estar expuesto por más de una hora. El autor aseguraría que una cámara ocupada al máximo por personas en una superficie de aproximadamente 9 pies cuadrados, o menos (el área mínima requerida para poder hacer circular el gas alrededor de sus ocupantes), los ocupantes morirían sofocados por su propia respiración mucho antes de que el gas haga efecto. Por ello, el solo encierro de personas a ejecutar es un espacio reducido haría superfluo el uso de CO o de CO2, como fuentes externas.
                Las supuestas instalaciones para ejecuciones en Auschwitz I (Krema I) y Majdanek están todavía en su forma original, supuestamente. En Birkenau, los Kremas II, III, IV y V están derrumbados y arrasados hasta sus fundamentos; el Bunker I (la Casa Roja) no existe más y el Bunker II (la Casa Blanca) fue restaurada y se le utiliza como residencia privada. En Majdanek, el primer crematorio con quemador a carburante, fue destruido, y el crematorio con la supuesta cámara de gas fue reconstruido, permaneciendo sólo sus hornos originales.
                Los Krema I, en Auschwitz, y Kremas II, III, IV y IV, en Birkenau, y el crematorio existente en Majdanek fueron, se nos dice, crematorios y cámaras de gas combinados.
                Las casas Roja y Blanca en Birkenau se declara que han sido sólo cámaras de gas. En Majdanek se afirma que la cámara de gas experimental no estuvo junto al crematorio, y que hubo un crematorio aparte, el cual ya no existe.  

Diseño y procedimiento en las supuestas cámaras de gas para ejecuciones
               
A través de la investigación de los documentos históricos al alcance y de las instalaciones mismas se ve que la mayoría de las supuestas cámaras de gas fueron transformaciones de un diseño, propósito y estructura anteriores. Esto es verídico con excepción de las llamadas cámaras experimentales en Majdanek, las cuales fueron, según se nos afirma hoy, específicamente construidas como instalaciones para gasificar.
Los Bunkers I y II se describen en la literatura del Museo Estatal de Auschwitz como casas campesinas convertidas en varias cámaras y con ventanas selladas. Estas no existen ya en su condición original y no fueron inspeccionadas. A los Kremas I, II, III, IV y V se les describe históricamente y, con ocasión de la inspección, se verificó que fueron convertidos en morgues al mismo tiempo que crematorios. La inspección in situ de esas estructuras comprobó un diseño de extrema pobreza y peligrosidad para instalaciones que iban a servir como cámaras de gas para ejecuciones. No hay disposición para juntas en las puertas, ventanas y respiraderos, la estructura no está cubierta con brea u otro sellador para prevenir la filtración o absorción del gas. Los crematorios adyacentes constituyen un peligro de explosión potencial. Los ladrillos expuestos y porosos y los revoques acumularían el HCN y harían peligrosas estas instalaciones para seres humanos por varios años. El Krema I está ubicado junto al Hospital SS en Auschwitz y tiene drenajes en los pisos conectados con el desagüe principal, lo que permitiría la entrada de gas a todos los edificios del complejo. No había sistemas de extracción para ventilar el gas después de su uso y no había calefactores o mecanismos para dispersar el gas Zyklon-B ni para su introducción ni evaporación. El Zyklon-B fue, supuestamente, tirado por los respiraderos del techo y por las ventanas, lo que no permite la distribución del gas o de los pellets. Las instalaciones están siempre húmedas y no calentadas. Como se constató más arriba, la humedad y el Zyklon-B son incompatibles. Las cámaras son demasiado estrechas para que quepan, físicamente, los ocupantes que se ha pretendido; y todas las puertas se abren hacia adentro, lo que impediría la remoción de los cuerpos. Con las cámaras llenas al tope con ocupantes no habría circulación del HCN dentro del cuarto. Además, si el gas, realmente, había llenado la cámara por un tiempo prolongado, las personas que echaron Zyklon-B por los respiraderos del techo y verificaron la muerte de los ocupantes hubieran muerto ellos mismos, por estar expuestos al HCN. Ninguna de las supuestas cámaras de fue construida de acuerdo al diseño para cámaras de desinfección, las cuales, aparentemente funcionaron de un modo seguro durante años. Ninguna de estas cámaras fue construida de acuerdo a conocidos y aprobados diseños de instalaciones operacionales en los Estados Unidos, que en esa época fue el único país que ejecutaba a los prisioneros con gas.

Las instalaciones en Majdanek están, del mismo modo, incapacitadas para cumplir con los supuestos propósitos. Primero, allí hay un crematorio reconstruido, con una supuesta cámara de gas. La única parte del edificio que existió antes de la reconstrucción consistió en los hornos. Supuestamente, el edificio fue reconstruido según planos que no existen. La instalación fue construida de tal forma que dentro de la supuesta cámara no pudo haberse mantenido gas; la cámara es demasiado pequeña como para acomodar tantas víctimas como se pretende que fue. El edificio está demasiado húmedo y frío como para utilizar gas Zyklon-B en forma efectiva. El gas hubiera llegado a los hornos y, después de haber matado a todos los técnicos habría originado una explosión destruyendo el edificio. Asimismo, la construcción de hormigón es, radicalmente, diferente a los otros edificios del complejo. En pocas palabras, el edificio no puede haber sido utilizado para sus supuestos propósitos, pues faltan hasta las más mínimas exigencias en diseño para una cámara de gas.
A la segunda instalación en Majdanek se la muestra en el mapa como un edificio en forma de U, pero ahora son, en realidad, dos edificios separados. A este complejo se le designa como Edificio de Baño y Desinfección Nos. 1 y 2. Uno de los edificios es estrictamente una instalación para desinfección y está diseñado del mismo modo como las instalaciones para desinfección en Birkenau. El segundo edificio del complejo es algo diferente. La parte delantera del edificio contiene un cuarto de duchas y una pretendida cámara de gas. La existencia de manchas azules en este cuarto concuerda con las manchas azules que se encontraron en Birkenau, en las instalaciones de desinfección. Este cuarto tiene dos respiraderos en el techo que tenían el objetivo de ventilar el cuarto después del procedimiento de desinfección. El Zyklon-B se habría derramado a mano sobre el piso. Manifiestamente este cuarto no es una cámara para ejecuciones. Tiene el dispositivo para la circulación del aire, pero ninguna chimenea para ventilarlo. Igual que las otras instalaciones, no está diseñada como cámara de gas para ejecuciones, ni tiene capacidad para ser usada como tal.

En la parte trasera del edificio se encuentran las imaginadas cámaras de gas experimentales. Esta área incluye un ventilador, un tablero de control y dos cuartos supuestamente usados como cámaras de gas. Un tercer cuarto estuvo clausurado y sellado y no estaba accesible para la inspección. Estos cuartos son únicos en el sentido de que ambos tienen cañería para el supuesto monóxido de carbono controlado desde un tablero. Una de las cámaras tiene una ventilación potencial en el techo, la cual, aparentemente, jamás pasó a través del techo. La otra cámara tiene un sistema de calefacción y circulación para mover aire caliente en la cámara. El sistema de circulación fue diseñado y construido deficientemente, pues la admisión y la extracción están demasiado juntas para poder funcionar correctamente y no tiene previsiones para ventilación. Lo que se nota en ambas cámaras es algo que pretende ser una ranura o encaje cortados dentro de las cuatro puertas de acero, lo que es consistente con la colocación de un ajunta. Se pretende que ambas cámaras fueron utilizadas con Zyklon-B, o monóxido de carbono. Esto no puede ser cierto.

De las dos cámaras una no fue terminada y no puede haber sido utilizada con monóxido de carbono. Pero tampoco fue diseñada para HCN, a pesar de que se requiere hacer aparecer que fue utilizada con tal propósito. La cámara más grande no fue diseñada para HCN, a pesar de la inscripción en la puerta que dice “experimental”; esta cámara hubiera sido incapaz de realizar la ejecución mediante CO, pues hubiera sido necesario producir 4000 ppm (la concentración letal) a una presión de 2.5 atmósferas. Ambas cámaras carecen de los requerimientos de diseño en cuanto a la ventilación, calentamiento, circulación y, también, filtración. En ninguna parte fueron jamás cubiertos los ladrillos, el estuco y el revoque con un sellador, tanto en el interior como en el exterior.

Una característica altamente notable del complejo consiste en que estas cámaras se encontraron circundadas en tres lados por pasillos de concreto de bajo nivel. Esto es totalmente inconsistente con un diseño inteligente en cuanto al manejo del gas, donde las filtraciones se acumularían en estas fosas y, resguardado del viento, el gas no se disiparía. Esto hubiera convertido a toda el área en una trampa mortal, especialmente con HCN. Por ello, el autor llegó a la conclusión de que a esta instalación jamás se tuvo la intención de usarla ni siquiera limitadamente con gas HCN.

   Crematorios
               
Es imprescindible exponer una consideración sobre los crematorios, tanto viejos como nuevos, para determinar la posibilidad de funcionamiento de los Kremas alemanes, para cumplir con la tarea que se les atribuye.
La cremación de muertos no es un concepto nuevo. Ha sido una práctica de muchas culturas durante muchos siglos. A pesar de haberla practicado carios miles de años atrás, la misma fue mal vista por la Iglesia Católica y no fue practicada hasta hace poco, cuando la Iglesia aflojó su oposición, a fines del siglo 18.
La cremación fue prohibida por el judaísmo ortodoxo. A principios del siglo 19 Europa realizó cremaciones de nuevo en forma limitada. Se mostró ventajosa para controlar para controlar enfermedades, para liberar espacio que se necesitaba en áreas superpobladas y para eliminar la necesidad de almacenar cadáveres en el invierno, cuando el suelo estuviese congelado. Los primeros crematorios en Europa consistían en hornos calentados con carbón o coque.
Al horno que se utiliza para cremar cadáveres se le denomina “retorta”, en forma más apropiada. Las “retortas” antiguas fueron meros hornos que extraían del cadáver todo el líquido por cocción y lo reducían a cenizas. Los huesos no pueden ser quemados y hasta hoy deben ser reducidos a polvo. Hoy en día los antiguos morteros han sido reemplazados por máquinas moledoras. Las “retortas” modernas se calientan, en su mayoría, con gas, a pesar de que algunas se fabrican todavía para petróleo. Pero ahora ninguna se calienta con carbón o coque en los Estados Unidos y Canadá.

Las antiguas “retortas” fueron simples hornos de ladrillo para secar o cocer, y solamente secaban los restos humanos. Las “retortas” modernas de acero, revestidas con refractarios, lanzan ahora fuego por tuberías, directamente a los restos, encendiéndolos, lo que provoca su combustión y quema rápidas. Las “retortas” modernas tienen, también, un segundo quemador o postquemador, para requemar todas las partículas contaminantes del material gaseoso quemado. El segundo quemador es una exigencia impuesta por carias agencias estatales responsables de la contaminación del aire. Hay que hacer notar que los restos humanos no son responsables de la contaminación. Ella es originada, exclusivamente, por el uso de combustibles fósiles. Una “retorta” eléctrica, de un coso prohibitivo, no generaría contaminación.

Estas “retortas” modernas, o crematorios, queman a una temperatura de 2000+ °F con el segundo quemador la temperatura es de 1600+ °F. Esta temperatura elevada provoca que el cuerpo mismo se queme y se consuma, lo que permite el cierre del quemador. Cajones de madera o bolsas de papel son quemados hoy día, junto con el cuerpo, aunque no se lo hizo en el pasado. Y sin que sea necesario más tiempo, debido a la elevada temperatura. Algunas unidades europeas funcionan a una temperatura tradicionalmente más baja que 800 °C (1472 °F) y por un período más prolongado.

A 2000 °F, o más, con aire de 2500 pies cúbicos por minuto, tomado del exterior, las “retortas” modernas creman un cuerpo en 1:25 hora. Teóricamente esto da 19.2 cuerpos en un período de 24 horas. Las recomendaciones de la fábrica para el funcionamiento normal y uso continuado permiten tres o menos cremaciones al día. Los hornos de carbón y coque no quemaban a una temperatura estable (máxima: 1600 °F aprox.) y tenían que ser constantemente alimentados de combustible en forma manual, y oscilaban entre temperaturas mayores y menos. Como no había aplicación directa de una llama a los cuerpos, el inyector de aire apenas alimentaba las llamas y aumentaba la temperatura en el horno. Este modo primitivo de operación probablemente producía a una temperatura de alrededor de 1400 °F.

Los crematorios empleados en las instalaciones alemanas eran del tipo antiguo. Habían sido construidos de ladrillo y mortero de cemento, forrados con ladrillos refractarios. Todos los hornos tenían “retortas” múltiples, algunas con insufladores de aire (aunque ninguno tuviese combustión directa), ninguno disponía de postquemadores y eran todos de coque, excepto una instalación que ya no existe, en Majdanek. Ninguna de las “retortas” inspeccionadas y examinadas en todas las localidades visitadas fue diseñada para incineración múltiple de cadáveres. Debemos hacer notar que a menos que sean específicamente diseñadas para una más elevada tasa de calor, que reduzca los restos a huesos, las “retortas” no consumen los materiales colocados en su interior. Rendimientos teóricos y reales, en un período de 24 horas, basados en un cuerpo por “retorta” y por cremación, se muestran en la Tabla II.

TABLA II
(Rendimiento teórico y real de crematorios, en un máximo de 24 horas)

                                                                                                                                                                             Teórico                 Real


Krema I                :        3 hornos, 2 retortas c/u
                                      6 retortas x 6.8 cuerpos........................ 40.8
                                      6 retortas cuerpos............................................................18      


Krema II                :        5 hornos, 3 retortas c/u
                                       15 retortas x 6.8 cuerpos......................102.0
                                       15 retortas x 3 cuerpos...................................................45

Krema III               :        5 hornos, 3 retortas c/u
                                         15 retortas x 6.8 cuerpos....................102.0
                                         15 retortas x 3 cuerpos.................................................45

Krema IV              :         2 hornos, 4 retortas c/u
                                         8 retortas x 6.8 cuerpos.......................54.4
                                         8 retortas x 3 cuerpos...................................................24

Krema V               :          2 hornos, 4 retortas c/u
                                          8 retortas x 6.8 cuerpos......................54.4
                                          8 retortas x 3 cuerpos..................................................24

Majdanek I           :          2 hornos, 1 retorta c/u
                                          2 retortas x 6.8 cuerpos......................13.6
                                          2 retortas x 3 cuerpos...................................................6

Majdanek II          :          5 hornos, 3 retortas c/u
                                          15 retortas x 6.8 cuerpos.......................102.0
                                          15 retortas x 3 cuerpos................................................45

Total de cuerpos cremados en 24 horas.........................................469.2
Total de cuerpos cremados en 24 horas.............................................................207



EXAMENES FORENSES DEL HCN, COMPUESTOS DE CIANURO Y LOS CREMATORIOS
               
Como se afirmó antes, las muestras forenses de ladrillos, mortero de cemento, hormigón y sedimentos fueron selectivamente tomadas de las localidades de Polonia. El cianuro y sus compuestos pueden permanecer en un local por largos períodos de tiempo y, si no reaccionan con otras sustancias químicas, pueden incorporarse a los ladrillos y al mortero de cemento.
Treinta y una muestras fueron selectivamente tomadas de las supuestas cámaras de gases en los Kremas I, II, II IV y V. Una muestra de control fue extraída de la instalación de despiojamiento No. 1 en Birkenau. La muestra de control fue retirada de una cámara de despiojamiento en un local donde se sabía que el cianuro había sido usado y aparentemente se notaba presente bajo el aspecto de manchas azules. Los exámenes químicos de la muestra No. 32 mostraban un contenido de cianuro de 1050 mg. / Kg., concentración muy elevada. Las condiciones en las áreas en las cuales tales muestras fueron tomadas son idénticas a aquellas de la muestra control: frío, oscuridad y humedad. Solamente los Kremas IV y V diferían en eso, en el sentido de que recibían luz solar (los edificios fueron demolidos) y esa luz puede acelerar la destrucción del cianuro combinado. El cianuro se combina con el hierro en el mortero del cemento y de ladrillos y se transforma en ferrocianuro, o pigmento azul de Prusia, un complejo muy estable de hierro y cianuro.

Los lugares de los cuales fueron retiradas las muestras que se analizaron están indicados en la Tabla III.


TABLA III
(Ubicación de las muestras analizadas)

                               Auschwitz I:
                               Krema I                 ­-              muestras No. 25 hasta No. 31
                              
Birkenau (Auschwitz II):
Krema II                -              muestras No. 1 hasta No. 7
Krema III               -              muestras No. 8 hasta No. 11
Krema IV              -              muestras No. 13 hasta No. 20
Krema V               -              muestras No. 21 hasta No. 24

Muestra No. 12 fue tomada desde el Sauna de Birkenau.
Muestra No. 32 es la muestra control obtenida desde el Departamento de Desinfección No.1 Birkenau.

                Es notable que casi todas las muestras hayan presentado un resultado negativo y que pocas muestras positivas estuviesen muy próximas al nivel de detección (1 mg. / Kg. ); 6.7 mg. / Kg. En el Krema I. La ausencia de lecturas significativas en cualesquiera de los locales examinado, en confrontación con la lectura de la muestra de control que acusaba un nivel de 1050 mg. / Kg., apoya la tesis de que tales instalaciones no fueron cámaras de gases para ejecución. Las pequeñas cantidades detectadas indicarían que en algún momento aquellas instalaciones fueron desinfectadas con Zyklon-B como lo eran todos les edificios y construcciones en esas instalaciones.
                Además, las áreas con manchas azules acusan un elevado contenido de hierro, lo que indica la presencia de ferrocianuro férrico, y no de cianuro de hidrógeno.
                Se esperaría una detección más elevada de cianuro en las muestras tomadas de las supuestas cámaras de gases (debido a la mayor cantidad de gas supuestamente usado allí) de la encontrada en la muestra control. Como ocurrió lo contrario, se debe concluir que esas instalaciones no fueron cámaras de ejecución por gas, cuando se conjuga esto con las demás pruebas conseguidas en la inspección.
                La evidencia o prueba en cuanto a la función del Krema es inexistente una vez que el horno Krema I fue enteramente reconstruido y que los Kremas II y III están parcialmente destruidos, con partes y piezas que faltan, y además los Kremas IV y V desaparecieron. En Majdanek, un Krema desapareció por completo y el segundo Krema fue reconstruido, excepto los hornos. La inspección visual del montón de cenizas conmemorativas en Majdanek exhibe ceniza de un color extraño, beige. Los restos humanos reales producen ceniza (como sabe el autor por su propia experiencia) de color gris ostra. Al parecer, lo que hay es arena en la mezcla del monumento conmemorativo de Majdanek.
                Además, el autor pondría en discusión los supuestos pozos de cremación en esta sección del informe. El autor inspeccionó personalmente y fotografió los pozos en Birkenau. Lo más notable en cuanto a los mismos es el alto de las piletas, tal vez de 1.5 pies (0.45m) de la superficie del suelo. La descripción histórica de tales pozos es que tenían 6 metros de profundidad. No es posible quemar cuerpos bajo el agua, aun con el empleo de un acelerante artificial, como la gasolina. Todos los sitios donde los pozos oficialmente se indican en los mapas del mueso fueron inspeccionados y, como se preveía, en Birkenau estaban construidos sobre terrenos pantanosos, y todas las instalaciones presentaban agua, a menos de 2 pies (0.60m) de la superficie. En opinión del autor, no pudo existir ningún pozo para quema en Birkenau.


AUSCHWITZ, KREMA I

                Un estudio de la supuesta cámara de ejecución por gastamiento en el Krema I y un análisis minucioso de los planos existentes, proporcionados por los funcionarios del museo, indican que la supuesta cámara de gas fue, en ocasión de los supuestos gastamientos, una morgue y más tarde refugio antiaéreo. El dibujo presentado por el autor de este informe se refiere al Krema I, que, se dice, fue reconstruido para el período del 25 de septiembre de 1941 al 21 de septiembre de 1944. Él muestra una morgue de casi 7680 pies cúbicos (217.49m²), con dos portones, ninguno de los cuales tenía apertura externa. Un marco de puerta se abría hacia el crematorio y el otro hacia la ducha. Aparentemente ninguno de esos marcos tenía una puerta, pero eso no se puede verificar, pues una pared fue sacada y uno de los marcos removido. Se debe hacer notar que la guía oficial del museo de Auschwitz afirma que el edificio está físicamente en las mismas condiciones en que fue encontrado el día de su liberación, el 27 de enero de 1945.
                Hay cuatro aberturas en el techo y una chimenea de estufa en el área de la morgue. El cañón de escape está abierto, sin demostrar indicio alguno de haber estado cerrado algún día. Las aberturas del techo no tienen juntas y la madera nueva, presente, evidencia el hecho de que fueron reconstruidas recientemente. Las paredes y el cielo raso son de estuco y el piso de hormigón. El área del piso es de 844 pies cuadrados (78.40m²). El techo tiene vigas y en el piso se puede ver donde las paredes del refugio antiaéreo fueron retiradas. El sistema de iluminación no era, y no es ahora, a prueba de explosiones. Hay drenes en el piso de la cámara que conducen a un desagüe central del campo y de éste al sistema de alcantarillas. Suponiendo un área de 9 pies cuadrados (0.83m²) por persona, a fin de permitir la circulación del gas, el cual es un espacio bastante reducido, un máximo de 94 personas podían hallarse en ese local cada vez. Se declaró, sin embargo, que ese local podía recibir más de 600 personas.
                La supuesta cámara de gas no está, como se dijo antes, diseñada para ser usada de ese modo. No existe indicio alguno o prueba de la presencia de un sistema de escape de gases o ventilador de cualquier tipo en esta edificación. El sistema de ventilación para la supuesta cámara de gas consistía simplemente en cuatro aberturas cuadradas en el techo, que evacuaba los gases a menos de dos pies del mismo. Al ventilar el gas de HCN de ese modo, resultaría inevitable que éste alcanzara hasta la vecindad del hospital de las SS, a poca distancia, del otro lado del camino, matando pacientes  y al personal sanitario. Debido al hecho de que el edificio no sido sellado para impedir pérdidas, ya que hay drenajes que permiten al gas llegar a todos los edificios del campo, y no hay ningún sistema de ventilación o chimeneas y ningún sistema de distribución de gas, además de humedad constante, y ninguna circulación debido al número de personas en las cámaras, y ningún modo de introducir el material del Zyklon-B, sería un suicidio intentar usar esa morgue como cámara de gaseamiento. Los resultados serían una explosión o un escape de gas que afectaría a todo el campo.
                Además, si la cámara fuese utilizada así (basado en las cifras de la DEGESH), con 4 onzas o 0.25 libras (113 gr.) por 1000 pies cúbicos (28.32m³); 30.4 onzas o 1.9 libras (860 gr.) de gas Zyklon-B (el peso bruto del Zyklon-B es tres veces mayor que el del gas Zyklon-B, todas las cifras se refieren sólo al gas Zyklon-B) serían usadas cada vez durante 16 horas a 41 °F (5 °C) (basados en las cifras para fumigación, del gobierno alemán). La ventilación debe tomar por lo menos 20 horas y se precisan exámenes para determinar si la cámara está limpia o no. Es dudoso que el gas se disipase en una semana, sin un sistema de ventilación. Esto se contradice claramente con el pretendido uso de la cámara para varios gastamientos al día.
                Las cifras medias teóricas y de tiempo real, computadas para el Krema I y la supuesta cámara de gastamiento, con capacidad máxima, están indicadas en la Tabla IV.

TABLA IV
(Ejecuciones hipotéticas y proporción de uso de crematorio para Krema I)

Proporción de ejecución:
94 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
286 personas por semana (hipotético)
126 personas por semana (tiempo real)



BIRKENAU - KREMAS II, III, IV Y V

Un estudio detalla de estos Kremas resultó en la información siguiente:
Los Kremas II y III eran instalaciones idénticas entre sí, consistentes en diversas morgues y un crematorio de 15 “retortas” cada uno. Las morgues estaban en el sótano, los crematorios en el primer piso. Se usaba un ascensor para el transporte de cuerpos hacia el crematorio. Los croquis anexos se basaron en los planos originales obtenidos en el Museo Estatal de Auschwitz y en observaciones efectuadas y mediciones hechas en el sitio. La construcción era de ladrillo, mortero de cemento y hormigón.

Las áreas investigadas eran las supuestas cámaras de gas, diseñadas como morgue No. 1 en ambos croquis.

Como fue observad en el caso del Krema I, no había ventilación ni sistema de calefacción, tampoco sistema de circulación, ningún sello dentro o fuera y, además de eso, ninguna puerta en las morgues del Krema II. El área fue examinada por el autor y no se encontró evidencia alguna de la existencia de puertas o marcos de puertas. El investigador no consiguió hacer la misma determinación respecto del Krema III, ya que partes de esa edificación desaparecieron. Ambas edificaciones tienen techos de hormigón armado, sin ninguna abertura perceptible. Además, informes sobre columnas huecas para conducir gases no corresponden a la realidad. Todas las columnas son macizas, de hormigón armado, exactamente como está indicado en los planos alemanes capturados. Las aberturas del techo no tienen juntas. Tales instalaciones serían extremadamente peligrosas si fuesen utilizadas como cámaras de gas y tal uso causaría probablemente la muerte de quien así las utilizase y una explosión, cuando el gas alcanzase el crematorio. Cada instalación tenía un ascensor para cadáveres que medía 2.1m por 1.35m. Es evidente que tal ascensor sólo llevaba un cadáver y un operador.

La supuesta cámara de gas en cada uno de los Kremas II y III presenta un área de 2500 pies cuadrados (235.25m²). Esa área recibiría 278 personas, basado en la teoría de 9 pies cuadrados (0.83m²). Si la cámara fuese llenada con el gas HCN necesario (0.25 libras (113gr.) / 1000 pies cúbicos (28.32m³)) y suponiéndose una altura del techo de 8 pies (2.44m) y 20000 pies cúbicos (566.40m³) de espacio, en ese caso serían necesarias 5 libras (2.26 Kg.) de gas Zyklon-B. Suponiéndose, por lo menos, una semana para ventilar (como en el Krema I). Ese tiempo de ventilación se vuelve a mostrar dudoso, pero servirá para calcular nuestras cifras.
Las medias de uso computadas para los Kremas II y III (tiempo teórico y real) y la supuesta cámara de gastamiento, a su capacidad máxima, son mostradas en la Tabla V.

TABLA V
(Ejecuciones hipotéticas y proporción de uso de crematorios para Kremas II y III)

                               Krema II
                               Proporción de ejecución:
                               278 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
                               714 personas por semana (hipotético)
                               315 personas por semana (tiempo real)

Krema III
                               Proporción de ejecución:
                               278 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
                               714 personas por semana (hipotético)
                               315 personas por semana (tiempo real)

               

                Los Kremas IV y V eran instalaciones idénticas entre sí, consistentes en crematorios de 2 hornos con 4 “retortas” cada uno y numerosas piezas utilizadas como morgues, oficinas y depósitos. Los cuartos interiores no reflejaban las características de gemelas. Algunos de estos cuartos usados, supuestamente, como cámaras de gas. Es imposible hacer afirmaciones en cuanto a sus aspectos físicos, pues los edificios fueron arrasados hace tiempo. No se encontró ningún sellador en ninguna parte del fundamento o piso. De acuerdo a los relatos, los pellets del gas Zyklon-B fueron tirados por aberturas en la pared, las que ahora ya no existen. Si los planos del edificio están correctos, estas instalaciones, igualmente, no fueron cámaras de gas por las mismas razones reiteradas más arriba para los Kremas I, II y III. La construcción fue, aparentemente, de ladrillo colorado y revoque con piso de concreto y sin sótano. Habría que hacer notar que la existencia de instalaciones para cremación y ejecución en los Kremas IV y V no está comprobada.
                Basado en estadísticas obtenidas del Museo Estatal de Auschwitz y por las mediciones hechas in situ, para los Kremas IV y V respecto a las supuestas áreas de gas, y suponiendo la altura del techo a 8 pies, las estadísticas computadas son las siguientes:


Krema IV:

          1375 pies cuadrados; podrá acomodar 209 personas.
          15000 pies cúbicos; necesitará 3.75 libras de gas Zyklon-B a 0.25 lbs./1000 pc.

Krema V:

         5125 pies cuadrados; podrá acomodar 570 personas.
         41000 pies cúbicos; necesitará 10.75 libras de gas Zyklon-B a 0.25 lbs./1000 pc.

           
     Las tasas de la supuesta utilización computadas para los Kremas IV y V (teóricas y reales) y de la cámara de gas a capacidad plena y una semana de tiempo para la ventilación se exponen en la Tabla VI.


TABLA VI
(Ejecuciones hipotéticas y proporción de uso de crematorios para Kremas IV y V)

                               Krema IV
                               Proporción de ejecución:
                               209 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
                                385 personas por semana (hipotético)
                               168 personas por semana (tiempo real)

Krema V
                               Proporción de ejecución:
                               570 personas por semana (hipotético)

Proporción de cremación:
                               385 personas por semana (hipotético)
                               168 personas por semana (tiempo real)

                Las Casas Roja y Blanca, designadas como Bunker  I y II, fueron, supuestamente, sólo cámaras de gas. Pero no es posible obtener estimaciones o estadísticas sobre los edificios en cuestión.


MAJDANEK

En Majdanek hay varias instalaciones de interés, por ejemplo, el crematorio original, ahora removido; el crematorio con la supuesta cámara de gas para ejecuciones, ahora reconstruida; el edificio de Baño y Desinfección No.2, que fue, al parecer, una instalación para fumigación, y el edificio de Baño y Desinfección No.1, que contenía duchas, cuarto para desinfección, depósito, y las supuestas cámaras experimentales de CO y HCN.

El primer crematorio, un edificio solo, y que ha sido removido, fue tratado ya más arriba. En cuanto al Baño y Desinfección No.2, a pesar de estar cerrado, una inspección realizada a través de las ventanas confirmó que su función era sólo la de servir para desinfección y que era similar a las de Birkenau. El crematorio reconstruido y la supuesta cámara de gas, a pesar de habérsela tratado ya más arriba, será considerada, brevemente, de nuevo. Los hornos constituyen la única parte de la instalación original que no fue reconstruida. La estructura básica parece ser de madera, igual a las otras instalaciones en Majdanek (a excepción de las cámaras experimentales). Sin embargo, una inspección más minuciosa revela la falta de sellado, y, por lo tanto, no estaría en condiciones de ser operada para sus supuestos propósitos. Según se dice, reconstruido según un plano original, que no existe, parece, desde el punto de vista material, que no fue otra cosa más que un crematorio con varias morgues. Se trata de la más pequeña e insignificante de todas las cámaras de gas.
El área de desinfección-depósito en “Baño y Desinfección No. 1”, la constituye una pieza con forma de L y tiene una separación interna de madera con una puerta. Se estima un volumen aproximado de 7657 pies cúbicos y con una superficie de 806 pies cuadrados. Tiene paredes con estucos y techo abovedado con dos ventiletes sin juntas. Contiene un sistema de circulación de aire que está diseñado incorrectamente, pues la admisión y extracción están muy cerca una de la otra. Hay manchas azules, aparentemente causadas por el pigmento ferrocianuro que cubre, visiblemente, la superficie de las paredes. De acuerdo al diseño pareciera ser que este fue un cuarto de desinfección o un depósito de materiales para desinfección. Los ventiletes del techo son capaces de efectuar una aireación muy deficiente de los gases acumulados. Las puertas no tienen juntas y no están diseñadas para ser cerradas herméticamente. No hay presencia de sellador ni adentro ni afuera del cuarto. Había varias áreas en este edificio que estaban cerradas en forma permanente y no estuvieron accesibles a la inspección del autor. Este recinto no fue, obviamente, una cámara para ejecuciones y no reunía ninguno de los requisitos antes descritos.
Si éste fuera utilizado como cámara para ejecuciones, cabrían 90 personas como máximo, requiriendo 2.0 libras de gas Zyklon-B. El tiempo de ventilación requerido habría sido de una semana, por lo menos. La capacidad de uso máxima para ejecuciones sería de 90 personas por semana.
Las supuestas cámaras de gas experimentales, ubicadas en el “Edificio Baño y Desinfección No. 1”, constituyen un recinto de ladrillo conectado con la instalación principal por una estructura de madera. Este edificio está circundando en tres lados por un pasillo de concreto bajo nivel. Hay dos cámaras, un área desconocida y una sección de control que alberga dos cilindros de acero que contenían, supuestamente, monóxido de carbono que, a su vez, era conducido hacia el interior de las cámaras. Hay cuatro puertas de acero con ranura, presumiblemente para juntas. Las puertas abren hacia fuera y quedan fijas, una vez cerradas, con un cierre de seguridad mecánico y un pasador. Las cuatro puertas tienen atisbadero de vidrio, y las dos puertas interiores tienen cilindros de reactivos químicos para probar el aire dentro de la cámara. La sección de control tiene una ventana abierta de unas 6” x 10”, jamás diseñada para llevar vidrios ni juntas, tiene barras horizontales y verticales reforzadas y abre hacia adentro de la cámara No. 2. Dos de las puertas desembocan en la cámara No. 1, una adelante y otra atrás, abriendo hacia fuera. Una puerta abre al interior de la cámara No. 2. Ambas cámaras contienen una cañería, supuestamente para gas monóxido de carbono, pero la de la cámara No. 2 está incompleta y, aparentemente, jamás estuvo terminada. La cámara No. 1 dispone de una cañería completa que terminaría en salida para el gas en dos esquinas de la cámara. La cámara No. 2 está provista de ventilación en el techo, pero, al parecer, nunca pasó a través de éste. La cámara No. 1 tiene un sistema calentador de aire y también para la circulación, el cual no está diseñado correctamente (la entrada y la salida están demasiado cerca) y, además, no posee sistema de ventilación.
Las murallas son de estuco, el techo y el piso de concreto, sin ningún tipo de sellador, ni interior ni exterior. Se construyeron dos calentadores-circuladores como vertedero, al costado del edificio, uno para la cámara No. 1 y el otro para algún propósito en el Baño y la Instalación de Desinfección en el frente, ninguno de los cuales están diseñados correctamente y no tiene disposiciones para ventilación y extracción. Las paredes de la cámara No. 1 presentan las manchas azules, características del ferrocianuro. El edificio está sin calefacción y es oscuro.
A pesar de que a primera vista estas instalaciones parecen estar correctamente diseñadas, las mismas fallan en cumplir con las exigencias requeridas para una cámara de gas para ejecución o una instalación para desinfección. Primero, no hay sellado en ninguna superficie, tanto adentro como afuera. Segundo, el pasillo a bajo nivel es una trampa de gas para el HCN, lo cual hace al edificio extremadamente peligroso. La cámara No. 2 está incompleta y, probablemente, jamás fue utilizada. Presenta una cañería incompleta y nunca tuvo abierta una ventilación por el techo. A pesar de que la cámara No. 1 está prevista, operacionalmente, para monóxido de carbono, ella está pobremente ventilada y no es apta para operar con HCN. El calentador-circulador está instalado incorrectamente. No hay ventilación o ducto de chimenea.
Por todo ello, mi opinión de ingeniero es que las cámaras No. 1 y No. 2 jamás fueron, y jamás podrían haber sido, utilizadas como cámaras de gas para ejecuciones. Ninguna de las instalaciones en Majdanek es apta y no fueron utilizadas con propósitos de ejecución.
La cámara No. 1 tiene una superficie de 480 pies cuadrados y un volumen de 4240 pies cúbicos; podría acomodar 54 personas y utilizar 1 libra de gas Zyklon-B. La cámara No. 2 tiene una superficie de 209 pies cuadrados, un volumen de 1850 pies cúbicos y podría acomodar a 24 personas y utilizar 0.5 libras de gas Zyklon-B. Suponiendo que fueron usadas como cámaras de gas, la tasa máxima de ejecuciones semanales serían las cifras expuestas en la Tabla VII.


TABLA VII
(Proporciones hipotéticas de ejecución en Majdanek)

                               Cámara No. 1                                                                    54 personas por semana
                               Cámara No. 2                                                                    24 personas por semana


ESTADÍSTICAS

Las estadísticas expuestas en la Tabla VIII fueron elaboradas para este Informe. Suponiendo que las cámaras de gas hubieran existido (hecho imposible), los datos representan un máximo de 24 horas, con 7 días laborales para cada instalación y la cantidad de gas Zyklon-B requerida.
En relación a las demás supuestas instalaciones para ejecuciones en Chelmno (“camiones de gas”), Belzec, Sobibor, Treblinka y otros, es necesario notar que se usó, supuestamente, gas monóxido de carbono. Como ya he explicado más arriba, el monóxido de carbono no es un gas para ejecuciones, y el autor estima que todos se abrían sofocado antes de que el gas hubiera surtido efecto. Por lo tanto, desde el punto de vista del autor, y como ingeniero, puedo asegurar que nadie ha muerto en una ejecución con CO.

El documento del Tribunal Militar Internacional L-022 pretende que 1,765,000 judíos fueron gasificados en Birkenau, entre abril de 1942 y abril de 1944. Sin embargo, trabajando a plena capacidad, la supuesta cámara de gas de Birkenau podría haber ejecutado sólo a 105,688 personas y en un período de tiempo mucho más largo.






  
CONCLUSIONES

Después de haber revisado todo el material y haber inspeccionado todos los sitios en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, el autor encuentra la evidencia abrumadora: No había cámaras de gas para ejecuciones en ninguno de estos lugares. Es la opinión de este autor que las cámaras de gas en los sitios inspeccionados no podían haber sido utilizadas entonces ni ahora. Tampoco deben seriamente ser consideradas las opiniones de que funcionaron como cámaras de gas para ejecuciones.

Confeccionado el 5 de abril de 1988, en Malden, Massachussets.
Fred Leuchter Asociados.

Firmado
Fred A. Leuchter, Jr.
Ingeniero Jefe
                              





(*) Nota del “digitalizador”:

Para los apéndices, referirse a la obra impresa:

Impreso en Chile
Derechos cedidos y reservados para Editorial Solar por don Miguel Serrano Fernández.
Editorial Solar A.A. 37797 – Tels. 2860294, 2843288
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