Toda
verdad pasa por tres etapas. Primero, es ridiculizada. Segundo, es combatida.
Tercero, es aceptada como evidente.
(Arthur Schopenhauer).
Durante
mucho tiempo, siguiendo el criterio de antropólogos físicos y nordicistas
anglosajones y alemanes principalmente, la división de las "subrazas"
europeas fue la que sigue:
• Nórdica:
Alta estatura, piel sonrosada, constitución atlética, nariz recta, mentón bien
modelado, dolicocéfala, cabello y ojos claros.
• Dálica
o fálica: Alta estatura, constitución robusta y pesada, piel rosada,
cabello rubio o claro, ojos claros (azules, grises o verdes), cráneo de
dolicocéfalo a braquicéfalo, boca grande y labios finos.
• Dinárica:
Estatura alta o media, piel castaña, constitución delgada, nariz aguileña,
braquicéfala, cabello y ojos oscuros.
• Alpina:
Estatura media, piel clara, constitución pesada, braquicéfala, cabello castaño,
ojos castaños o claros.
• Báltico-Oriental:
Estatura media o baja, piel clara, constitución fuerte, braquicéfala, cabello y
ojos claros.
• Mediterránea:
Estatura baja, piel morena, constitución grácil, nariz recta, rasgos regulares,
dolicocéfala, cabello y ojos oscuros.
A
principios del siglo pasado, estos rostros eran considerados
"nórdicos" sin más, cuando está muy claro que no forman un grupo
homogéneo antropológicamente. En su día los agruparon para ir poniendo orden en
las bases de la joven raciología, hoy estamos ya en condiciones de saber en qué
consisten las notables diferencias entre estos tipos.
Esta
clasificación está obsoleta. No iban mal encaminados quienes la elaboraron,
pero como era de esperar después de un siglo, se ha superado. El gran salto se
lo debemos esencialmente a tres factores:
•
El avance de la globalización y de la tecnología, gracias al cual tenemos fácil
acceso a fotografías, de alta calidad y a todo color, de personas y etnias del
mundo entero, un lujo indescriptible con el que los antropólogos físicos de principios del siglo pasado
(quienes debían conformarse con una oferta fotográfica muy limitada y en blanco
y negro) difícilmente hubieran podido ni soñar. Era lógico que el mayor acceso
a los rasgos antropológico-físicos que esto trajo, trajese también tarde o
temprano una actualización de la caduca clasificación racial.
•
El avance arrollador de la genética los últimos años gracias a la investigación
de los linajes humanos, tanto paternos como maternos, de etnias del mundo
entero, y a su distribución en haplogrupos. Este proceso sigue avanzando, ya
que, entre otras cosas, se está trabajando para sacar haplogrupos del cromosoma
X.
•
La larga, valiosa y monumental investigación de Valg en el campo
de la antropología física [1] y su contrastación minuciosa con datos
científicos procedentes del campo de la genética (que ha profundizado en los
orígenes de las diversas comunidades étnicas humanas, distinguiendo linajes
genéticos), de la paleoantropología (que investiga los rasgos antropológico-físicos
de los hombres prehistóricos), de la arqueología y de la prehistoria. Gracias a este trabajo,
que sigue avanzando a día de hoy, Valg ha podido separar los componentes
presentes en las mezclas modernas, aislar los rasgos originarios y remontarse
finalmente a las razas primigenias olvidadas: mucho antes de encontrar
fotografías de especímenes puros de determinada raza, Valg ya tenía en mente un
cuadro con la imagen que buscaba. Este trabajo, que supera a todos las
anteriores y sienta la antropología física y la raciología sobre bases
totalmente nuevas y mucho más sólidas, lo ha llevado a descubrir que:
-
Lo que antaño se llamaba raza nórdica es una mezcla de nordico-blancos y nordico-rojos, algo armenizados y/o, en menor
proporción, mongolizados.
-
La llamada "raza mediterránea"
es una mezcla de nordico-rojos, arménidos, nordico-blancos, cónguidos en mínima
proporción y en ocasiones mongólidos en mínima proporción.
-
La "raza dinárica" es una
mezcla de nordico-blancos y arménidos puros (lo que Günther llamó
"armenoides"), generalmente con influencias nordico-rojas.
-
La "raza alpina" es una
mezcla de nordico-rojos, mongólidos y generalmente, en menor medida,
nordico-blancos y arménidos.
-
La "raza báltico-oriental"
es una mezcla de nordico-blancos, nordico-rojos y mongólidos.
-
Las "razas europeas" son
tres: la raza nordico-blanca, la nordico-roja y la arménida.
No
se ha escrito este artículo para fomentar divisiones ni discriminaciones, ni
para catalogar desalmadamente al ser humano como si fuera un ente mecánico o un
animal de ganado, sino para comprender mejor la biodiversidad de la que somos
portadores, la necesidad de preservarla y multiplicarla y qué es lo que
significa, además de para afinar el instinto racial con vista a una selección
de los mejores genes y a que la gente piense más en términos de herencia
biológica y de sabiduría reproductiva. Esto es especialmente importante cuando
la inmensa mayor parte de las personas tiene muy erosionado el instinto racial,
cuando Occidente está sufriendo un proceso de invasión y colonización agresivas
que amenaza con ahogar su valiosa y rica biodiversidad genética autóctona para
siempre, y cuando la degradación biológica traída por la civilización
(sustancias nocivas, hábitos perjudiciales, mala alimentación, sedentarismo,
disgenesia, ausencia de selección natural) está haciendo que Occidente pida a
gritos nuevos sentimientos identitarios de carácter gentilicio. Por tanto, es
necesario dejar claro que si se tocan estos temas es porque creemos
sinceramente que un día contribuirán a la fortaleza de nuestra Civilización
Occidental, de la "raza blanca", que vive en su seno y es la base de
la misma, y de toda la humanidad. Lo que se trata aquí es, ni más ni menos, la
historia de nuestra sangre. De manera que quien piense que somos todos iguales
o que todo esto son majaderías, no está obligado a seguir leyendo. No nos
interesa convencer, sino aportar el material mediante el cual personas con una
mente lúcida puedan convencerse a sí mismas si lo creen oportuno.
Para
finalizar esta introducción, es aconsejable profundizar en morfopsicología, es
decir, en analizar la psicología de una persona a partir de sus rasgos físicos,
especialmente los del rostro. Se encontrará que las razas puras, teniendo
rasgos particulares, tienen también una psicología colectiva particular, cosa
que cuadra perfectamente con el hecho de que la configuración cerebral se
herede genéticamente.
RASGOS A ANALIZAR
A fin de ir familiarizando al lector con
algunos términos, introduciendo también conceptos que generalmente han sido
ajenos a la mayoría hasta ahora, quiero explicar por encima qué importancia
tienen algunos de los rasgos que analizaremos.
•
Constitución: No se presta atención
tanto a si un individuo está delgado, obeso o musculoso, como a la
configuración de su esqueleto, a su "chasis" y a su tendencia natural
a ser delgado, obeso o musculoso. En lo que a las tres razas se refiere, la más
corpulenta es, con diferencia, la nordico-roja. La arménida es la de
constitución grácil, y la nordico-blanca ocupa una intermedia constitución
atlética. Durante el Paleolítico, la anchura esquelética fue seguramente mayor
en todas las razas debido a la alimentación fuertemente mineralizante.
•
Ojos: El color de los ojos viene
dado por los niveles de melanina, producida por los melanocitos del iris. Los
tipos "puros" de ojos son los marrones oscuros casi negros, los
marrones, los grises blanquinosos y los azul-oscuro. El verde es realmente
marrón despigmentado por mezclas con tonalidades claras, mientras que el
azul-celeste "luminoso" es mezcla entre los grises blanquinosos y los
azul-marinos (sin contar el rosa y rojo de los albinos, que no son una raza).
Dos
(seguramente más, aunque no se conocen) son los genes que influyen en la
pigmentación del iris: el HERC2 y el OCA2. El gen OCA2 codifica/sintetiza una
proteína que transporta tirosina (un aminoácido precursor de la melanina) y por
tanto regula la cantidad de melalina en el iris. (OCA2 muy activo=mucha
melanina: ojos oscuros. OCA2 poco activo=poca melanina: ojos verdes). Una
mutación en el HERC2 (gen adyacente al OCA2 y regulador de su actividad), es lo
que desconecta/inactiva totalmente el mecanismo del OCA2, impidiendo su
manifestación y produciendo el color claro en el iris del ojo, debido a la
ausencia de melanina.
¿Cómo se produce el
color azul?
En los
ojos marrones, la luz es absorbida por la melanina de las capas externas del
iris. Pero en los ojos azules, las capas externas no tienen melanina o tienen
muy poca, de forma que la luz pasa a las capas internas, donde es dispersada
por las proteínas de tal modo que, al reflejarse de vuelta por el iris, da un
color azul. Este es el mismo fenómeno óptico que hace que el cielo parezca
azul. Los colores intermedios entre marrón y azul (como el pardo, el ámbar o el
verde) responden tanto a la mayor o menor cantidad de melanina involucrada en
el proceso, como a la cantidad y el tamaño de las proteínas en el interior del
ojo.
Una
mirada atenta al iris de los ojos de una persona puede ser casi tan reveladora
como sus rasgos faciales a la hora de apreciar sus aportes raciales. Ninguno de
estos ojos es de un color "puro", sino que constituyen mezclas entre
colores. Los componentes "puros" presentes en la mezcla de estos ojos
son la eumelanina color café, el azul marino y el gris claro, en proporciones
variables.
Naturalmente,
también prestaremos atención a la forma de las cuencas oculares, de los arcos
superciliares, al tamaño de los ojos, a su forma y a la distancia entre ambos.
•
Nariz: La nariz dice mucho de la
adaptación al medio de una raza. Por ejemplo, tanto en el caso de los
nordico-blancos como de la raza nordico-roja (con leves diferencias entre
ellos) su nariz ―grande en comparación con mongólidos y variedades negroides, y
pequeña en comparación con arménidos― está adaptada a calentar el frío aire
glacial en las fosas nasales antes de meterlo en los pulmones. En el caso de
los arménidos, sus enormes narices les servían para meter más oxígeno en los
pulmones en un entorno enrarecido como el aire de las montañas, ya que Valg
considera que la raza arménida se formó en zonas montañosas (por ejemplo, en
cordilleras como Haraz, Zagros, Taurus, Alborz o en torno al Cáucaso). Otra
teoría plausible es que les venía bien para humedecer el seco aire del desierto
y filtrar las partículas de polvo antes de meterlo en los pulmones, pero el
clima del planeta era distinto cuando surgieron los arménidos (durante la
glaciación de Würm), y sus zonas (Próximo Oriente) no eran desérticas en
aquella época. En cambio, las razas "negroides", que no tienen
necesidad de calentar ni humedecer el aire antes de introducirlo en los
pulmones porque el aire de la selva ya está caliente y húmedo, tienen narices
planas con grandes agujeros, reducidas a la mínima expresión.
•
Orejas: Aquí describiré los tipos
"puros", pero hay que tener en cuenta que en las mezclas se producen
muchas variaciones, como orejas muy separadas de la cabeza, con lóbulos
demasiado grandes, con las puntas apuntando para afuera, etc.
•
Dentadura: La configuración de la
dentadura está muy relacionada con la configuración craneomandibular, que
influye decisivamente en el cerebro y es a su vez es el resultado de la
adaptación dietética. El origen de la dentadura humana se encuentra en simios
frugívoros con gran diferencia de tamaño y forma entre dientes (caninos y
molares muy desarrollados, incisivos menos desarrollados). Con el uso de
herramientas para descuartizar la caza y cortar la carne (y con el tiempo,
asarla, "predigiriéndola" y haciéndola más blanda y asequible) las
muelas y caninos perdieron protagonismo a favor de los incisivos. Esto se
tradujo en una "igualación" de la dentadura y una distribución más
uniforme de la fuerza de masticación, que a su vez permitió desarrollarse al
cerebro al liberarlo de la "jaula" de músculos masticadores. Por
tanto, se debe prestar atención a la diferencia de altura entre diente y
diente, pero también a la forma del arco dental (por ejemplo, un mordisco en
forma de U, de C o de V) y a si los dientes crecen angulados hacia afuera,
verticalmente o tendentes a angularse hacia dentro.
•
Piel: Todo el mundo sabe que la
melanina es el pigmento responsable de oscurecer piel, ojos y cabello entre
otras muchas cosas, pero aquí seremos más específicos: vamos a manejar los
conceptos menos conocidos de eumelanina y feomelanina.
-
La eumelanina es el conocido pigmento oscuro al que se suele referir la gente
cuando habla de "melanina". Se encuentra en piel, ojos y cabello, es
la melanina más abundante y tiene dos variedades, negro y café. En el cabello,
la eumelanina produce colores como el gris (pequeñas concentraciones de
eumelanina negra o café, ausencia de otros pigmentos), el negro (altas
concentraciones de eumelanina negra), el café (altas concentraciones de
eumelanina café), el rubio (bajas concentraciones de eumelanina café, ausencia
de otros pigmentos) o mezclas entre estos tipos (los diversos tonos castaños,
con o sin canas, etc.).
-
La feomelanina se encuentra en piel y cabello, y abunda especialmente entre la
gente de piel no gruesa ("cutis fino", que diríamos). Este pigmento
otorga un color de rojo a rosa, que se manifiesta en un entorno con poca o nula
presencia de eumelanina. Las mayores concentraciones de feomelanina se dan en
los labios, los pezones, el glande, el interior del prepucio, boca y vulva de
los individuos de influencia nordico-roja, con lo cual sobra describir las
connotaciones psicológicas sensuales que tiene una visión de tejidos con este
pigmento (tendrá que ver con la tendencia del clero cristiano a estigmatizar a
las pelirrojas en tiempos antiguos). La feomelanina alcanza altas cotas en los
cabellos de la gente pelirroja y en las zonas sonrosadas, o con tendencia al
sonrojamiento, de las personas de facciones claras ―no sólo entre europeos y descendientes,
sino también entre bastantes individuos de Asia Oriental que portan en su
sangre algo de genética nordico-roja. Como curiosidad, en África hay lejanos
vestigios (en Camerún hay etnias con altísimas cotas de linaje R1b, escindido
del tronco principal hace 15.000 años y mezclado con la población autóctona)
nordico-rojos que se manifiestan en una ligera tendencia al granate en la piel
negra de muchas etnias, así como en sus rasgos faciales. En el cabello, los
altas niveles de feomelanina producen un color naranja, descendiendo con
mezclas hacia el color fuego (mezcla con rubio puro), el rojo (mezcla con
negro) o el más común castaño-rojizo (de todo un poco).
-
Un gen que manejaremos aquí será el del MC1R. El MC1R es clave en regular el
color de cabello y piel en los mamíferos, particularmente rigiendo la
producción de eumelanina. Se cree que las mutaciones en el gen MC1R son las
responsables de producir el pelo rubio. Es el primer paso evolutivo de
adaptación del pelo a un entorno ártico. El paso siguiente a esa
despigmentación de eumelanina es una re-pigmentación, pero esta vez con
feomelanina, que es lo que les pasa a los pelirrojos.
¿Cómo se desarrolló la
piel clara, y por qué?
La
piel clara es una adaptación a la menor fuerza del Sol en condiciones árticas,
así como a la reducción de la superficie de la piel expuesta al Sol, debido a
la necesidad de abrigarse con pieles de animales para protegerse del frío. En
una climatología nórdica, la melanina de una piel oscura no deja pasar
suficiente luz solar, imprescindible para catalizar la producción de vitamina D
(fortaleza del esqueleto, sistema inmunológico, huesos de la madre y del feto).
Es por ello que, en climas árticos, razas como la cónguida sólo pueden
sobrevivir si tienen una dieta muy completa y abundante, además de luz solar en
abundancia. En caso contrario, la situación les produce deficiencia de vitamina
D: debilidad, descalcificación y/o deformidad de los huesos, raquitismo e
interrupción del crecimiento en los niños, osteoporosis, fracturas óseas,
predisposición a la desnutrición y derrumbamiento del sistema inmunológico. Las
razas oscuras necesitan cantidades muy intensas de luz solar (y/o una dieta muy
completa) para producir cantidades suficientes de vitamina D, mientras que las
razas claras se las arreglan con menos luz.
Éste es el motivo por el que las autoridades
sanitarias tanto de Canadá como de Estados Unidos [2], han recomendado a las
personas de piel oscura ―principalmente negros y latinoamericanos mestizos,
pero también a muchos individuos morenos procedentes del sur de Europa― que,
entre Otoño y Primavera, cuando la luz solar es más débil, consuman diariamente
entre 1000 y 2000 IU (unidades internacionales) de vitamina D. La piel
perpetuamente oscura es desventajosa en cualquier lugar que no sea una zona
soleada y calurosa.
•
Cráneo: El cráneo alberga el
cerebro, y por lo tanto su morfolofía incide directamente en la configuración
cerebral y en el desarrollo mayor o menor de ciertos sectores y capacidades
mentales. Hablaremos por un lado de curvooccipitalia y planooccipitalia (es
decir, la forma de la parte posterior del cráneo: parietal y occipital) y por
otro lado de dolicocefalia, braquicefalia y mesocefalia (la proporción entre la
longitud del cráneo y su anchura).
Diferencia
entre el cráneo braquicéfalo (izquierda) y el dolicocéfalo (derecha) vistos de
perfil y desde arriba. Ver el cráneo de perfil no basta, ya que sólo revela si
es planooccipital (occipital aplanado) o curvooccipital (occipital prominente).
Sólo verlo desde arriba revela con seguridad su tipo craneal. Nótese que el
dolicocéfalo no se caracteriza únicamente por ser largo, sino que su ilusión de
longitud se ve aumentada por la estrechez de sus sienes (los huesos temporales)
en comparación con la redondez del braquicéfalo, más ancho y de sienes más
abultadas (huesos temporales más desarrollados). A los cráneos intermedios
entre ambos tipos se les denomina mesocéfalos.
•
Perfil: La evolución del perfil
humano comenzó a partir de un modelo primitivo con hocico y sin frente. Se
considera como antepasados de los hominoideos a mamíferos gráciles como el
Plesiadapis, el Smilodectes o, ya más en la dirección simiesca, el
Aegyptopithecus. Según se fue entrando en la fase homínida, ese
"hocico" primitivo (el prognatismo subnasal o proyección frontal de
las partes inferiores del rostro) fue retrocediendo, el perfil se fue
enderezando, apareció la frente y se fue asentando poco a poco la verticalidad
del rostro (ortognatismo). Se considera que los rasgos propios de un perfil
evolucionado, alejado del origen simiesco, son una frente vertical, alta y
abombada, un puente nasal y un mentón bien formados, y un maxilar inferior
estrecho cuando visto de perfil y ancho cuando visto de frente. En las razas
humanas modernas, la frente huidiza es influencia de la mezcla Neandertal (como
en el caso de la raza arménida), así como seguramente Erectus y otros. Los
nordico-rojos, cónguidos y pígmidos tienen frentes perfectamente verticales,
mientras que los nordico-blancos y khoisánidos la tienen muy levemente
inclinada. Los mentones morfológicamente más avanzados son el nordico-rojo y el
nordico-blanco. El puente nasal más desarrollado evolutivamente es el arménido.
Cráneo
curvooccipital (no sabemos si es dolicocéfalo porque no lo vemos
desde arriba
para conocer su anchura) y de perfil ortognato (la línea roja vertical).
•
Linaje paterno: Se sonsaca por el
ADN del cromosoma Y (abreviatura inglesa Y-DNA). Como todo el mundo sabe, una
mujer tiene los cromosomas sexuales XX, mientras que un hombre tiene XY. El Y
es exclusivo del varón y se pasa de padre a hijo, de modo que analizando el ADN
del cromosoma Y se puede conocer el linaje paterno, es decir, "el padre de
tu padre de tu padre…", etc. Agrupando los diversos linajes resultantes
del análisis genético de muchas poblaciones, se formaron los haplogrupos
paternos. Las mujeres, al no tener cromosoma Y, no pueden conocer el linaje
paterno, salvo en el caso de que hagan analizar el cromosoma Y de un varón de
su familia (padre, abuelo paterno, hermanos, primos de lado paterno o cualquier
familiar que comparta línea paterna, y siempre suponiendo que no entran en
juego las infidelidades conyugales de las madres de la familia).
•
Linaje materno: Se sonsaca por el
ADN mitocondrial (abreviatura inglesa mtDNA). El ADN mitocondrial se encuentra
en las mitocondrias, orgánulos celulares muy involucrados en el metabolismo y
la producción de energía, y por una serie de motivos, se transmite
exclusivamente por vía materna, de modo que analizar el ADN mitocondrial revela
el linaje materno. Todos tenemos mitocondrias en nuestras células, así que
todos, tanto hombres como mujeres, podemos conocer nuestro linaje materno.
Tanto el Y-DNA como el mtDNA proceden de
unidades no-recombinantes de ADN, es decir, unidades que permanecen idénticas
cruce tras cruce, salvo en caso de mutaciones. Los Homo sapiens tenemos, aparte
del par de cromosomas sexuales, otros 22 pares de cromosomas no-sexuales (los
autosomas). Por otro lado, si nos remontamos a sólo 300 años, tenemos ya más de
mil ancestros, con lo cual conocer a dos de ellos (el paterno y el materno) es
meramente orientativo.
¿Cómo conocer el
haplogrupo de uno?
Hay
numerosas empresas que se dedican a analizar muestras genéticas del mundo
entero [3]. Algunas empresas comparan los resultados con bases de datos, dando
porcentajes de similitud con etnias e individuos del mundo entero y
proporcionando la posibilidad de compartir datos genéticos para encontrar
familiares. Un análisis básico puede revelar cuál es tu linaje paterno (si eres
hombre, o si eres una mujer que ha hecho analizar a un varón de su familia) y
cuál es tu linaje materno. Sin ir más lejos, quien esto escribe tiene un
haplogrupo paterno R1b (un linaje nordico-rojo) y materno H (ídem).
Sin
embargo, es necesario aclarar una cosa acerca de los haplogrupos. Como he
dejado caer, si retrocedemos miles y miles de años, tenemos literalmente miles
de antepasados ―aunque ciertamente muchos de ellos desaparezcan de nuestra
composición genética, ya que cada progenitor sólo transmite la mitad de su
herencia a un hijo, mientras que la otra mitad se pierde para siempre. La
investigación del linaje paterno sólo nos habla de un antepasado, y la del
linaje materno, de otro. Los haplogrupos nos brindan, por tanto, el conocimiento
de solamente dos antepasados. Obviamente, esto ayuda a dar una idea, pero no es
100% fidedigno, porque para apreciar todas las contribuciones genéticas, hay
que analizar los mencionados autosomas, que revelan aportes genéticos de las
líneas indirectas.
Por
si no ha quedado claro, pongamos un ejemplo barato que "desmitifique"
un poco lo de los haplogrupos: imaginémonos a una horda de vikingos (haplogrupo
I1) que desembarcan en el Magreb y violan a las mujeres locales, abandonándolas
después y prosiguiendo sus expediciones. Está claro que los descendientes serán
mestizos, y como se cruzarán con la gente de allí, sus aportes vikingos se
diluirán cada vez más con el tiempo, aunque conservarán el I1 siempre que
tengan descendencia masculina, así como ciertas regiones del genoma asociado
originariamente al I1, que se manifestarán en rasgos "vikingos"
extremadamente residuales.
Algo
similar pasó con las poblaciones indias y mestizas de Latinoamérica y los
valientes pero insensatos conquistadores españoles: muchos sudamericanos que
son manifiestamente muy oscuros e indios, llevan el haplogrupo R1b, legado por
un español que hizo lo que no debía con quien no debía. Esto explicaría el
hecho de que haya personas de aspecto manifiestamente no-nordico-rojo que porten
el haplogrupo paterno R1b como un "souvenir" inactivo (aunque dado
que se transmiten 22 pares de autosomas y un linaje materno además del linaje
paterno, es comprensible que algunos tengan vestigios de rasgos nordico-rojos).
Las altas concentraciones de R1b halladas en ciertas etnias del norte de
Camerún con claros rasgos nordico-rojos residuales, son otro elocuente
testimonio de esto mismo. En cambio, puede darse el caso contrario: personas
que porten un linaje directo no-europeo (por ejemplo, el J2 o el E1b1b) pero
que sean racialmente bastante puros, porque la mayoría de sus antepasados
"indirectos" (ni vía paterna directa ni vía materna directa) eran de
linajes europeos.
Muchos
individuos de aspecto netamente europeo tienen haplogrupos no-europeos (por ejemplo,
el pintor italiano Michelangelo Merisi de Caravaggio tenía el cónguido E-V13, y
Thomas Jefferson el arménido T). En cambio, estos tres ejemplos, que no son en
absoluto "negroides" típicos, y que proceden de zonas de África
subsahariana con altísimos niveles de R1b, bien podrían remontar sus linajes
paternos a dicho haplogrupo, sin que eso signifique que sean "de genética
europea", sino que, por parte paterna, descienden de nordico-rojos (R1b1*)
que llegaron a la zona hace unos 15.000 años, mezclándose luego con los
autóctonos de raza cónguida y legando piezas sueltas de información genética,
como la forma del cráneo, de los labios, maxilar, etc. Del mismo modo, hoy
muchos sudamericanos de sangre amerindia tienen el haplogrupo R1b, y a nadie se
le ocurriría pensar que se trata de un haplogrupo amerindio, sino que fue
introducido por un remoto antepasado español hace siglos. Que sea esto un
ejemplo para todos aquellos que se obcecan conque "los haplogrupos no
tienen nada que ver con razas o con rasgos físicos" —por supuesto que
tienen que ver, pero sólo en su origen.
De
modo similar, yo mismo sé ahora que el padre de mi padre… etc. era R1b y la
madre de mi madre… etc. era H, pero ¿qué pasa con los otros miles de
antepasados que tengo? Valga esto para no emocionarse demasiado con el tema de
los haplogrupos, porque las cosas no son tan fáciles y hay que saber
interpretarlas. Y es que sólo un análisis genético más profundo, y/o un examen
experto de las facciones antropológico-físicas de un rostro, pueden determinar
realmente de forma fiable las aportaciones raciales que corren por la sangre de
uno.
Veamos
ahora las variedades que, con diferencia, han intervenido más en la modelación
de lo que hoy entendemos por "raza blanca".
RAZA NÓRDICO-BLANCA EUROPEA
(en adelante, raza nórdico-blanca o NB).
Nordico-blanco
puro. Nótese la piel no pálida ni blanco-lechosa, ni tampoco sonrosada, sino
más bien "dorada" en armonía con el pelo, apta para ser bronceada
moderadamente sin quemarse. Frente alta pero no del todo vertical.
Psicológicamente, estamos ante una raza noble, armoniosa, serena, seria,
paciente, equilibrada, marcial, ágil, honorable, disciplinada, honesta, eficaz
y racista, pero también inocente, demasiado angelical y "poco
espabilada" en ciertos sentidos. Al contrario de lo que sugiere su
vestimenta, el ejemplo no es judío, ya que se ha hecho varias fotos con
atuendos litúrgicos de diversas confesiones religiosas.
•
Estatura: Muy alta.
•
Constitución: Esbelta, atlética. Hombros bien modelados, anchos y rectos.
Cuello largo. Aunque se trata de un tipo físico "fino", propensión a
desarrollar musculatura bajo condiciones adecuadas de dieta y ejercicio.
•
Ojos: Gris-hielo, muy claros, casi blanquinosos. Los colores azul-celestes son
mezclas entre el color gris-claro de los nordico-blancos y el color azul-oscuro
de los nordico-rojos.
Este
tono ocular, gris muy claro, casi blanquinoso y cercano al color del hielo, es
el propio de la raza nordico-blanca.
El
color ocular gris es más abundante en Finlandia, las naciones bálticas,
Bielorrusia y la parte europea de Rusia. Responden a unos niveles de melanina
incluso más bajos que los ojos azules, y el fenómeno óptico que los hace
parecer grises es el mismo que hace parecer un cielo nublado gris. Forma
alargada. Insertados profundamente en el rostro debajo de unas cejas bajas,
delgadas, moderadamente pobladas, dadoras de una expresión pensativa y audaz, y
una mirada aguileña, penetrante e intensa. Pupilas grandes, distancia
media-corta entre ojo y ojo. Cuencas oculares pequeñas. Arcos superciliares
moderadamente marcados.
• Nariz: Estrecha, recta, poco carnosa y
armoniosa. Puente nasal alto: la clave de la nariz nordico-blanca es que su
"raíz" se encuentra muy arriba, casi en la frente, y por lo tanto no
tiene un "entreojo hundido" como en el caso de los nordico-rojos. La
nariz nordico-blanca, de hecho, es la que se corresponde con el famoso
"perfil griego" de las estatuas clásicas, salvo que éstas tienen una
ligera armenización manifestada en la inclinación de su frente y en un puente
nasal algo más alto.
• Orejas: Estrechas, "poco
redondeadas".
• Boca: Labios marcados y oscuros, pero
finos y poco voluminosos. Contorno de los labios claramente
"dibujado". Surco naso-labial (la línea vertical que divide al bigote
en dos) ancho, lo cual otorga a las puntas centrales del labio superior un
aspecto separado y de expresión ligeramente "asqueada", al estilo de
las estatuas clásicas.
Aquí,
el sujeto tiene las cejas ligeramente levantadas. Cuando relajadas, los arcos
superciliares del nordico-blanco forman con la nariz una T con las líneas
horizontales truncadas hacia abajo ligeramente (algo similar a la forma de una
flecha apuntando hacia arriba).
•
Dentadura: Bastante recta, poca
diferencia de forma entre dientes.
• Cabello:
Rubio-platino cercano al blanco, liso y fino. Tendente a aplastarse contra
el cráneo.
• Vello
corporal: Del mismo color que el cabello, muy fino y poco abundante.
La
raza nordico-blanca, pues, estaría adaptada tanto a dejar pasar la luz solar a
su cuerpo (invierno, piel pálida) como a limitar su absorción (verano,
bronceado), a diferencia de los nórdicos rojos, que por haber sufrido una
selección ártica más severa (ellos serían realmente la raza
"ultra-nórdica" por excelencia), se han adaptado perdiendo
definitivamente la facultad de producir melanina.
•
Cráneo: Dolicocéfalo (largo visto de
perfil, poca anchura, estrechez de sienes). Curvooccipitalia (occipital y
parietal abombados hacia atrás). Esta raza ha desarrollado capacidad craneal
hacia atrás y hacia adelante principalmente.
•
Perfil del rostro: No totalmente
vertical (frente y mentón ligeramente retrasados) pero casi. Pogresivo y recto
(ortognato, ángulo facial abierto).
La
fotografía no es un perfil perfecto (se encuentra levemente vuelto de espaldas
y con el rostro algo levantado) pero sin duda es muy orientativa.
•
Frente: Recta, ancha y bastante
vertical.
•
Mandíbula & mentón: Mandíbula
armoniosa y bien formada, mentón "puntiagudo". En general, barbilla
entre la prominente de los nordico-rojos y la retraída de los arménidos, pero
más cercana al modelo nordico-rojo.
•
Otros rasgos: Facciones faciales
denotadoras de bondad, benevolencia y equilibrio. Neotenia: aspecto muy juvenil
y fresco que se conserva hasta una edad muy avanzada (aunque no tanto como los
nordico-rojos). Imagen pálida y "dorada" en general. Abundancia de mujeres
atléticas y activas pero extraordinariamente femeninas, atractivas y de una
gran belleza, lo cual se ha traducido en un altísimo éxito reproductivo de los
linajes nordico-blancos maternos. La distribución de los nordico-blancos podría
estar vagamente relacionada con el grupo sanguíneo A.
•
Linajes paternos (Y-DNA): I (I1, I1b, I2a, I2b, etc.). Valg cree que existe la
posibilidad de que los linajes I2 puedan ser arménidos y no nordico-blancos.
Distribución aproximada de los linajes paternos I en Europa.
Fuente: Eupedia.com
Distribución
del haplogrupo I1 (antes llamado I1a, correspondiéndose con tipos escandinavos
como los vikingos o los normandos). Los antiguos portadores de este haplogrupo
eran clanes cromagnon procedentes del núcleo franco-cántabro. Persiguiendo a
los animales que seguían la retirada del hielo durante el Mesolítico
post-magdaleniense, acabaron ocupando Escandinavia y el norte de Alemania,
antes cubiertas por el hielo. Fuente: Eupedia.com
Distribución
del haplogrupo I2a. Fuente: Eupedia.com
•
Linajes maternos (mtDNA): U, K. No todos los sublinajes de U son
nordico-blancos, pensamos que muchos de ellos (los más antiguos
principalmente), podrían ser arménidos.
Distribución
del linaje materno K en Europa.
•
Espiritualidad: Relacionada con el cielo. Culto a los ancestros y a los caídos
en combate, a la guerra y a la virilidad. Dioses de justicia, honor, guerra y
orden. Aprecio por una vida corta y gloriosa finalizada por una mors
triumphalis.
•
Psicología, idiosincrasia y carácter racial: Amor al honor, apego al orden,
respeto a la autoridad y a la veteranía, gran vocación guerrera y militar,
valor, altruismo, idealismo, fidelidad, racismo, heroísmo, autocontrol,
disciplina. Inteligencia, reflexión. Voluntad muy desarrollada: tendencia al
entrenamiento deportivo. Ansia por explorar.
También
inocencia y una incapacidad absoluta para los "trapicheos", incluso
para la diplomacia. De esta inocencia despreocupada proceden expresiones como
"las rubias son tontas" o "hacerse el sueco". No es falta
de inteligencia, sino una forma de ser "angelical", la que hace que
estas gentes sean "poco espabiladas" en algunas cosas que tienen
mucho que ver con la degeneración y vulgarización de la sociedad moderna, y que
tipos raciales más oscuros, primitivos y menos evolucionados puedan
aprovecharse de ellos. Es el mito del despreocupado y confiado Sigfrido y el
arquetipo de la puñalada por la espalda.
•
Distribución: La raza nórdica blanca
tiene sus núcleos fuertes en los países escandinavos (siendo el sur de Suecia el
núcleo más puro), Norteamérica, Oceanía, Gran Bretaña, Holanda, Alemania y
Polonia. Sin embargo, se encuentra distribuida en toda Europa y ambas Américas,
Próximo Oriente, el Sur y Centro de Asia, Siberia y el norte de África.
La
distribución de la genética nordico-blanca por países. Oscuros los países con
mayor cantidad y/o pureza de genética nordico-blanca. Aunque los mapas como
este que he colgado son muy generalizados y van por países, este mapa en
particular no necesita mayor comentario, creo que a grandes rasgos cualquiera
lo reconoce. Sería interesante hacer mapas de este tipo, pero por zonas en vez
de por países, el problema es que presenta bastante complicación.
•
Breve historia: Pensamos que esta variedad surgió
aproximadamente hace unos 40.000 años, cuando gran parte del norte de Europa
estaba cubierto por los hielos. En aquella época, se habían acumulado bolsas de
población en el sur de Europa (especialmente el refugio franco-cántabro y los
Balcanes, pero también en menor medida Italia y Europa del Este), que quedaba
libre de hielo. Procediendo de donde procede, llamamos a esta raza
"nórdica" porque, durante la glaciación, las temperaturas eran
muchísimo más bajas en todo el planeta. El Sahara era una zona fértil, mientras
que el sur de Europa estaba bajo condiciones netamente árticas, muy similares a
las que rigen ahora en el norte de Finlandia.
Estos
mapas nunca son totalmente exactos, ya que los glaciares y el nivel del mar
fluctuaron con numerosos altibajos (no es lo mismo el máximo glacial que el
principio de la glaciación), pero aun así nos hacemos una idea de cómo era
nuestro continente durante la glaciación de Würm. Los glaciares están señalados
en blanco, pero hay que tener en cuenta que los terrenos nevados debían ser
mucho mayores, especialmente en los inviernos, durante los cuales seguramente
no había lugar de nuestro continente que se librase de la nieve.
La
genética de haplogrupos nos indica que los nordico-blancos —asociados a los
haplogrupos I— mutaron, y por lo tanto, evolucionaron, a partir de antepasados
probablemente arménidos. El linaje IJ (que apareció hace unos 40.000 años) se
dividió dando lugar por un lado (Oriente Medio) a los haplogrupos J
("semitas"), y por otro (Europa) a los haplogrupos I, cuyo origen se
sitúa hace 25-30.000 años.
La
procedencia sugerida de los NB (blanco) por el linaje paterno. El J plantea
algunos interrogantes en cuanto a su adscripción a la raza arménida (verde); es
posible que pertenezca a alguna raza pseudo-nórdica. Valg considera que el I y
el I2 podrían no ser NB sino arménidos. Yo considero que si el Cromagnon ya
tenía rasgos fundamentalmente NB y era de un linaje IJ, no pudo tener
descendientes arménidos. Valg también cree que cabe la posibilidad de que el
I2b1 fuese nordico-rojo. El J podría haber pertenecido originariamente a una
raza pseudo-roja, lo que supondría algún nexo entre ambas razas nórdicas.
No
se sabe a ciencia cierta cuál fue el primer horizonte cultural propiamente
Cromagnon, ya que aun existen dudas acerca de si el Gravetiense es neandertal.
El Auriñaciense, en cambio, sí parece claramente Cromagnon. De todas formas,
deberíamos guardarnos de conceder excesiva importancia a las culturas
materiales. El simple hecho de utilizar una misma técnica para la fabricación
de, por ejemplo, puntas de lanza (o posteriormente para la decoración de la
cerámica) no convierte a todos en un mismo pueblo, sino que apunta a una
difusión de conocimiento. Tomarlos por el mismo pueblo basándonos en piedras
inanimadas sería el mismo error que considerar que, durante el Siglo XIX, los
ingleses y los japoneses eran del mismo pueblo sólo porque habían adoptado el
sistema tecnoindustrial.
Durante
el periodo de máximo glacial (aproximadamente 23.000-17.000 años, según zonas)
debió haber una mortandad muy alta, muchas comunidades se extinguirían, y no
quedó rastro tanto del Gravetiense como del Auriñaciense. El horizonte cultural
Solutrense sería la cultura por excelencia de estos duros milenios; demostrando
el efecto exterminador del frío, el territorio solutrense sería mucho más
reducido y también más meridional que el de sus predecesores. Además, la
hipótesis Solutrense-Clovis postula que, durante el Solutrense, la costa
noreste de Norteamérica fue colonizada por Cromagnon europeos, que navegaron a
lo largo del borde del banco de hielo marino que conectaba Europa con
Norteamérica.
Con
el fin de la glaciación de Würm (10.000 AEC), los casquetes polares se
derritieron retirándose al Norte, provocando un aumento del nivel del mar que
inundó algunos territorios Cromagnon, especialmente en zonas cantábricas de
Francia que ahora forman parte del lecho marítimo. En esta época de cambio
climático, que marca el fin del Pleistoceno y el comienzo del Holoceno, los
nórdicos blancos del sur de Francia, Bélgica y el sur de Alemania, asociados
con el horizonte lítico del Magdaleniense, se desplazaron también al Norte
(como cazadores, persiguiendo a las manadas de animales adaptados al frío, pero
quizás también huyendo de las inundaciones), atravesando Francia y acumulándose
principalmente en Holanda, Dinamarca, la Península Escandinava (que estuvo
unida al resto del continente hasta el año 8.000 AEC como poco), la llanura
germano-polaca y la cuenca del Báltico, así como penetrando gradualmente en las
actuales Bielorrusia, Ucrania y Rusia. También se pobló Gran Bretaña, que a
diferencia de Irlanda, permaneció unida al continente hasta después de la
penetración neolítica. En estos espacios se desarrolló la cultura mesolítica
del Maglemoisiense, que con el tiempo sería sucedida por la cultura de
Fosna-Hensbacka, la de Kongemose, el Ertebøliense y las culturas de Nøstvet y
Lihult, Cerámica Agujereada (ésta todavía cazadora-recolectora) y Vasos de
Embudo (ya neolítica). Se trata de sociedades de vocación claramente marítima,
dedicadas principalmente a la navegación, la pesca, la caza (especialmente de
mamíferos marinos) y la recolección, y precursoras en muchos sentidos de las
muy posteriores sociedades vikingas. Algunos estudios lingüísticos muy
convincentes (como "Los indoeuropeos", de Adriano Romualdi)
demuestran que la llanura germano-polaca debería considerarse el hogar originario
o Urheimat de los idiomas indoeuropeos.
Seguramente
quedaron algunas comunidades en los territorios ancestrales del Sur, que serían
protagonistas de otros horizontes mesolíticos (entre el Paleolítico y el
Neolítico) como el Aziliense, el Asturiense, el Complejo Geométrico, el
Tardenoisiense, el Castelnoviense o el Sauveteriense. Algo parecido debió
suceder en los Balcanes. Aun no está claro si la posterior cultura megalítica
se debe a estos pueblos residuales nordico-blancos, a los nuevos invasores
nordico-rojos que llegarían en torno al Neolítico (opción acaso más probable,
ya que existen precedentes orientales como el de Gobekli Tepe), o a ambos.
Tras
una mezcla con elementos nordico-rojos y en menor medida arménidos durante el
Neolítico y la edad de los metales, la raza NB estará presente en las grandes
invasiones indoeuropeas y en la expansión de las culturas patriarcales,
agresivas, guerreras, solares y "olímpicas". Como reducto de la
herencia genética cazadora-recolectora europea originaria, quedó la bolsa
nordico-blanca de Germania y Escandinavia (sin contar comunidades en otros
lugares, como los Balcanes, Noráfrica o las Islas Canarias), en la que el tipo
humano Cromagnon permaneció esencialmente idéntico hasta tiempos relativamente
recientes. Aceptamos que los germanos de la época romana todavía se
correspondían con un tipo nordico-blanco puro o casi puro, ya que según Tácito:
Somos de la opinión de los que entienden que los germanos nunca se juntaron en
casamientos con otras naciones, y que son una raza pura y no mezclada, sellada
con un carácter propio y sin parecerse sino a sí mismos. De donde procede que
un número tan grande de gente tienen casi todos la misma disposición y talle,
los ojos azules y severos, los cabellos rubios, los cuerpos grandes y fuertes
solamente para el primer ímpetu. ("Germania", IV).
Los
descendientes de estos individuos se cruzaron con la raza nordico-roja y con
arménidos (y, en menor medida, también con mongólidos y cónguidos), dando lugar
a la población germánica moderna, predominantemente "castaña". Hoy en
día no quedan núcleos de sangre nordico-blanca que se mantengan 100% puros. La
única salida en este sentido sería la biopolítica, la ingeniería socio-étnica y
un programa de eugenesia positiva para rescatar la información hereditaria que
permanece, oculta y mal combinada, en el pozo genético de la "raza
blanca" moderna.
•
Contexto actual: De todas las razas humanas originarias, la
raza NB es la que ha llegado a nuestros días con mayor cantidad de individuos
puros, en parte porque es la raza más joven, y en parte porque históricamente
demostró más racismo que otras razas. Aunque es muy difícil encontrar NB puros
(las fotografías del individuo que tenemos de ejemplo son auténticas joyas de
la antropología física), la mayor pureza y proporción se encuentra en el sur de
Suecia y este de Noruega, y se corresponde, grosso modo, con la distribución
del haplogrupo I1. Sin embargo, numéricamente, encontramos más sangre
nordico-blanca en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Holanda,
Gran Bretaña, Alemania y algunos países del Este como Polonia, Bielorusia,
Rusia, Lituania, Ucrania y otros. Tales gentes proceden casi siempre de oleadas
germánicas relativamente recientes, como los bárbaros, los anglosajones, los
vikingos y los normandos.
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