HISTORIA:
El
término economía nacionalsocialista se refiere al conjunto de estrategias
económicas aplicadas durante el Tercer Reich. La economía nacionalsocialista no
siguió doctrina alguna, su único objeto era aumentar la productividad al
servicio de la sociedad, pues cualquier sistema económico que fuese adoptado,
independientemente de su origen o de sus dogmas teóricos, era valorado de
acuerdo a sus resultados en la práctica.
De modo que, si bien puede decirse que
la economía nacionalsocialista era una economía ecléctica, que tomaba de cada
idea lo más provechoso para la sociedad, la esencia de la economía del Tercer
Reich se resume en tres puntos básicos:
AUTARQUIA
El Tercer Reich fue un Estado comercial cerrado, es decir, una autarquía económica, con aspiraciones a reducir al mínimo la dependencia con el exterior; fueron movilizadas todas las fuerzas económicas de la nación con el fin de producir las materias primas y los productos agrícolas indispensables y limitar al máximo el consumo de productos extranjeros. Se trataba de evitar los problemas que surgieron en la Alemania de la Primera Guerra Mundial cuando los británicos bloquearon la mayor parte de importaciones del país.
ECONOMIA DIRIGIDA.
En los comienzos del régimen nacionalsocialista, Robert Ley intentó, a imitación del fascismo, organizar corporativamente el Frente del Trabajo, pero ante las protestas de Alfred Rosenberg, el corporativismo fue abandonado por el Führerprinzip.
Los consorcios, las cámaras de comercio, las agrupaciones industriales y la propiedad privada de pequeñas y medianas empresas fueron respetados. En realidad, el Tercer Reich no modificó la estructura económica de la República de Weimar, sino que se limitó a intervenirla, fijando precios del mercado. Si bien se respetó el capital privado, se nacionalizaron empresas que significaban sectores estratégicos e influyentes (recursos naturales, comunicaciones y transportes) así como trusts, la banca y los monopolios.
Se llegó incluso a hacer obligatorio el consorcio de industrias. Resulta interesante hacer notar que el Führerprinzip no fue introducido en el seno de los consorcios, sino que continuó dirigiendo la mayoría. De esta manera, la economía dirigida se combinó con la iniciativa de la empresa libre. El capitalismo fue suprimido, y el mercado fue intervenido y puesto al servicio de la comunidad.
Abolición del interés del
dinero.
Sustitución del patrón-oro
por el patrón-trabajo (también llamado patrón-riqueza).
El bien de la comunidad
debe estar antes que el bien personal (Gemeinnutz geht vor Eigennutz).
ABOLICIÓN
DEL INTERÉS DEL DINERO
El economista alemán Gottfried Feder, padre de la economía nacionalsocialista, en su obra Manifiesto para el quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero, dedicó un estudio específico al interés del dinero y por qué éste constituye un gran mal para un país.
La tesis del préstamo a interés, afirma Feder, es "el invento diabólico del supracapitalismo".
Sólo ella posibilita la indolente vida de zángano de una minoría de poderosos del dinero, a costa de los pueblos creadores y de su capacidad de trabajo; es ella quien ha llevado a la sociedad a vivir contrastes abismales.
El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero significa la restauración de la libre personalidad, la salvación del hombre de la esclavización. El capital prestamista es tan infinitamente superior frente a todo gran capital industrial (dedicado a producción), que las grandes potencias del dinero sólo pueden ser enfrentadas eficientemente mediante el quebrantamiento de la servidumbre del interés del capital prestamista.
Hjalmar Schacht (un masón y saboteador de los esfuerzos militares alemanes) fue uno de los principales encargados de alimentar al principio de los años 30, la inestabilidad que acabó haciendo caer a los sucesivos cancilleres alemanes hasta que Adolf Hitler asumió el cargo. Schacht obtuvo préstamos de los banqueros judíos Montagu, Mendelssohn, Wassermann, Warburg y de la Banca Morgan norteamericana.
Cuando Hitler afianzó el poder, y coincidiendo totalmente con Feder, rechazó las proposiciones de Schacht para que Alemania pidiera préstamos de extranjeros y le prohibió que continuara por ese camino. Le dijo que no quería que Alemania viviera de prestado; "los préstamos ataban al país; le coartaban su soberanía".
Los créditos, además de que significan una carga de intereses, implican depender políticamente de fuerzas extrañas a la nación. Los intereses devoran la capacidad de ahorro de un pueblo.
SUSTITUCIÓN
DEL "PATRÓN-ORO" POR EL "PATRÓN-TRABAJO"
En el capitalismo financiero plutocrático, el capital produce la riqueza, pero en la economía del Tercer Reich, es el trabajo el medio que la produce. Es el trabajo y no el oro, lo que tiene verdadero valor para un país; la mano de obra que transforma las materias primas en productos, los bienes y servicios, la inteligencia de los inventores, ingenieros, técnicos, etc. y en suma cada miembro de la nación que tenga la capacidad de crear algo en beneficio del pueblo.
La economía nacionalsocialista se desliga completamente del sistema monetario basado en el interés, la deuda, el dinero-fiat y el patrón-oro, y fue esta revolución económica una de las razones principales por las que las potencias capitalistas entraron en guerra contra Alemania.
En el sistema económico nacionalsocialista sólo se emite moneda para pagar un trabajo realizado. La moneda está respaldada por el trabajo productivo y la riqueza real de la nación, y no, como en el actual sistema económico, por cuestiones intangibles ni por recursos materiales que no existen en la práctica, ni por "la confianza de los mercados", ni por la deuda.
La masa monetaria de un país debe ser exactamente igual a la riqueza real y tangible de dicho país y no que haya más dinero o menos dinero que bienes y servicios disponibles. Si el Estado desea crear crédito (dinero), antes debe crear riqueza.
En ese sentido, el Tercer Reich no creaba dinero para financiar obras, sino que directamente se ponía a trabajar en las obras, emitiendo dinero a medida que la obra era completada.
El dinero se emitía para pagar al trabajador.
No se necesitaba dinero para trabajar. El dinero era una consecuencia del trabajo, no del banco ni del mercado.
En los países capitalistas, si no había dinero, todo el trabajo se paralizaba. Por ejemplo, la crisis del 29 se generó porque los capitalistas de Wall Street cerraron el grifo del crédito y luego crearon un gran pánico especulativo. En el capitalismo, si el dinero escasea, da igual que haya obreros cualificados o fábricas en perfecto estado de funcionamiento: la economía no funciona. Esto subordina la economía a la política monetaria y financiera, es decir, a los que controlan el grifo del crédito: bancos centrales y privados, los verdaderos propietarios de la moneda. Sólo cuando los bancos quieren, empieza a fluir el capital y éste reactiva la economía.
En la economía nacionalsocialista era al contrario. Las fábricas siguen funcionando, los obreros siguen trabajando y a fin de mes son retribuidos económicamente con el único fin de facilitarles que puedan intercambiar el sudor de su frente y la riqueza creada por otros bienes y servicios producidos por compatriotas suyos.
En el primer caso, son los banqueros y los mercados los que controlan la emisión de moneda. En el segundo caso, son los trabajadores y el Estado los que controlan la emisión de moneda. El dinero se genera dependiendo de cuánto se produce en trabajo.
Los beneficios producidos por las obras públicas costean su propia construcción. Por ende, las obras se pagan a sí mismas, y cada vez que se hace una obra, simplemente se crea dinero para pagar a los trabajadores y así aumenta la masa monetaria conforme al valor real de la obra. De este modo, el asunto de los impuestos sufriría una revolución total en un sistema económico nacionalsocialista: los impuestos podrían bajar muchísimo y hasta suprimirse del todo, lo cual era el objetivo final de los nacionalsocialistas.
Siguiendo la base de la abolición del interés del dinero, un banco puede prestar dinero sin interés. El Banco Central de Alemania (el equivalente a la Reserva Federal hoy en día para Estados Unidos) era el Reichsbank el cual, a diferencia de su homólogo americano, creaba dinero libre de deuda y de interés, que representaba un trabajo realizado y que era propiedad del poseedor de dicho trabajo, no del banco.
Actualmente, todo el dinero que existe es propiedad del banco, no representa un trabajo sino una deuda o una maniobra especulativa y encima esa deuda es a interés. Eso condena al sistema económico a seguir creando dinero indefinidamente, con el verdadero objetivo de concentrar cada vez más riquezas y medios de producción en menos manos.
El patrón-trabajo es el modo más eficaz de saltarse los mecanismos de aquellos que emplean la emisión de dinero como herramienta de dominación y del trabajo ajeno. El dinero no tiene valor por sí mismo, sólo es un bono por trabajo efectuado, una mera herramienta para facilitar el intercambio de trabajo, bienes y servicios. Nadie puede ponerse a crear dinero al gusto si ese dinero no representa operaciones comerciales susceptibles de ser realizadas o una riqueza real creada.
Este sistema no es novedad: Benjamin Franklin había explicado exactamente lo mismo con respecto a las colonial scriptures, es decir, que simplemente había que crear dinero para regular el flujo de bienes y servicios reales y existentes. Y este dinero, naturalmente, debía estar libre de interés y de deuda, ya que estaba respaldado por bienes y servicios y, por tanto, por el trabajo de quien había creado dichos bienes y servicios. El oro no es necesario, se puede respaldar una moneda con infinidad de activos además del oro.
Alemania no pedía prestado el dinero, lo creaba ella misma a partir de trabajo productivo realizado. Si el Estado crea dinero para pagar a un trabajador que produce algo, el aumento de la masa monetaria no tiene por qué repercutir en un aumento de la inflación ya que también se han aumentado en la misma medida los bienes disponibles por lo producido por este. Mientras el dinero esté respaldado por un activo tangible, no hay inflación.
Los marxistas teorizaban que los factores productivos eran "tierra" (recursos, materias primas, medios de producción), "trabajo" (trabajadores de la cualificación necesaria, obras que necesitan hacerse) y "capital" (dinero). Según esta filosofía, aunque haya tierra y trabajo, si no hay dinero, los trabajadores se quedan en paro y las obras se quedan sin hacerse, o los productos sin distribuir, etc.
Esto tiene consecuencias negativas pues condiciona el funcionamiento de la economía a la disponibilidad de dinero, que a su vez depende de los únicos que, hoy en día, están capacitados para crear dinero: los bancos usureros. Si el banco usurero se niega a soltar dinero, o decide mandarlo a otro país, la economía del país se hunde. Y sin embargo, hay trabajadores de sobra y trabajos que necesitan hacerse. Por esa razón se le llama "capitalismo": porque sin capital la economía no funciona.
Aceptando esta aberración, los marxistas aceptan de facto las premisas del capitalismo, según la cual la economía sólo florece si es regada con capital, y que el trabajo es una mera consecuencia de ese capital. De este modo, la URSS cambió radicalmente el sistema económico, pero el sistema financiero seguía siendo el mismo: el trabajo seguía dependiendo del dinero. El Tercer Reich hizo lo contrario, el sistema económico no sufrió modificaciones muy radicales, pero el sistema financiero fue subvertido de pies a cabeza: sólo el trabajo creaba riqueza.
EL
BIEN COMÚN ANTES QUE EL PROPIO
Oswald Spengler afirmó que "Toda vida económica es la expresión de una vida psíquica... Una economía puede moldearse según el alma de una generación... La economía tiene un deber moral... Desde Adam Smith hasta Marx se utiliza un análisis eminentemente materialista... Tenemos una concepción nueva de la economía que está situada más allá del capitalismo y del marxismo."
Por su parte Feder afirmaba: "Las finanzas deben estar al servicio de la comunidad. Los plutócratas no deben formar un Estado dentro del Estado. En el área de la política social nuestro principio debe ser: el bien general es la ley suprema."
En plática con los obreros de la construcción, donde millones de cesantes estaban encontrando empleo, Hitler les decía:
Yo juzgo a una economía desde el punto de vista del provecho que en la práctica proporciona al pueblo y no partiendo de una teoría. Así, si alguien nos dice: Miren, tengo una teoría económica maravillosa, debemos responderle: ¿Qué provecho se le puede sacar? Esto es lo decisivo. La teoría no debe interesar en modo alguno, nos debe interesar únicamente el provecho, pues las personas no están al servicio de la economía, sino la economía al servicio de las personas.
Adolf Hitler.
Alemania durante el Tercer Reich era socialista por lo que se debe entender realmente por ese término: "el beneficio de la colectividad está por encima del interés particular", "el bienestar del Pueblo es más importante que las ambiciones materialistas de unos cuantos". El Estado debe ser como una gran tribu. Quien no sabe vivir en tribu (y en una tribu el individuo tampoco es nada), no sabrá vivir en Estado, y ni siquiera comprenderá el mismo concepto del Estado.
Así, en uno de sus discursos, Hitler proclamó que "somos socialistas, somos enemigos del actual sistema económico capitalista"[1]; pero fue claro en destacar que ese socialismo "no tenía nada que ver con el marxismo", ya que "el marxismo está en contra de la propiedad; el verdadero socialismo no lo está".[2]
Fuente: http://es.metapedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_nacionalsocialista
OTROS ENLACES:
-1ERO
DE MAYO DISCURSO DE ADOLF HITLER FRENTE A 2 MILLONES DE TRABAJADORES
-CREACIONES
NACIONASOCIALISTAS QUE BENEFICIARON AL MUNDO
-LOS
EXITOS DE HITLER
OTROS ENLACES RELACIONADOS
-HITLER
LA PROTECCION Y AMOR POR LOS ANIMALES
-LEY ANTI TABACO
-EL
ANTITABAQUISMO EN EL TERCER REICH, EL MOVIMIENTO ANTI-TABACO, EL PRIMERO EN EL
MUNDO
OTRAS FUENTES:
Hitler
y el tabaco parte 1: http://estudiodehitler.blogspot.com/2008/10/hitler-y-el-tabaco.html
Hitler
y el tabaco parte 2: http://estudiodehitler.blogspot.com/2009/06/hitler-y-el-tabaco.html
Hitler
y el tabaco parte 3: http://estudiodehitler.blogspot.com/2011/01/hitler-y-el-tabaco.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario