Mucho se ha dicho y escrito sobre la relación del nazismo con las sociedades secretas esotéricas, pero ha sido el rodaje del filme protagonizado por Tom Cruise, Valkyrie (2008) el que ha llamado ahora la atención sobre Claus von Stauffenberg, el oficial al mando de la operación que intentó asesinar a Hitler en 1944. Un hombre íntimamente ligado al poeta Stefan George y su grupo de nacionalistas-místicos, la Alemania Secreta.
¿Estuvo una sociedad secreta esotérica detrás del atentado del 20 de julio, que podría haber cambiadola Historia ?
¿Estuvo una sociedad secreta esotérica detrás del atentado del 20 de julio, que podría haber cambiado
Claus von Stauffenberg
Día 20 de julio de 1944. Cuartel
general alemán de Rastenburg, conocido como La Guarida del Lobo, en la Prusia oriental. A las
12.30 de la mañana, Adolf Hitler ha convocado una conferencia con sus
consejeros militares, que tiene lugar en un amplio barracón de madera. Entre
los participantes se encuentra el teniente coronel Claus Schenk Graf von Stauffenberg, un hombre al final de la
treintena, todavía apuesto a pesar de haber perdido en combate un año antes la
mano derecha, un ojo, varios dedos de la mano izquierda y parte de una pierna.
Cuando entra en el barracón, lleva con él un maletín que deja bajo la mesa, lo
más cerca posible del Führer. En su interior, junto a diversos documentos, hay
una bomba de tiempo de fabricación británica.
Poco después de iniciada la
conferencia, Stauffenberg abandona el barracón con el pretexto de una llamada
telefónica. Deja sobre la mesa su gorra y su cinturón, señal de que regresará
en breve. Minutos después, Stauffenberg es reclamado para dar sus informes...
No da tiempo siquiera a buscarle. Entre las 12.40 y las 12.50 una explosión
vuela por los aires parte del barracón donde tiene lugar la reunión.
Stauffenberg oye el estallido de su bomba y da por supuesto que la operación ha
tenido éxito. Nadie puede haber sobrevivido a la explosión. Acompañado de su
ayudante, abandona sin dificultad La
Guarida del Lobo y hacia las 13.00 de la tarde toma un avión
hacia Berlín. Stauffenberg anuncia a sus cómplices el éxito del complot y la
muerte del Führer. Se da la contraseña esperada en todos los cuarteles
generales de Berlín a París: Valkiria.
Marca el momento en que debe efectuarse el golpe de Estado en toda su extensión
deteniendo a los colaboradores más próximos a Hitler, nombrando un Gobierno provisional y apoderándose de los centros de
comunicaciones... Pero casi nada de esto llegará a ocurrir. A su llegada al
Ministerio de Guerra, a las 16.10, Stauffenberg es informado de que Hitler no
ha muerto en el atentado. De los 24 hombres reunidos, sólo el estenógrafo ha
fallecido en el acto. Otros tres morirán a consecuencia de sus heridas. Pero
Adolf Hitler, con el pantalón hecho trizas, el brazo derecho hinchado, el pelo
en llamas y el rostro cubierto de cortes, está vivo y en pleno uso de
facultades. De hecho, recibirá, como tenía previsto, a Benito Mussolini, a
quien mostrará el estado en el que ha quedado el barracón... Es un milagro. Los
expertos afirman que si la explosión hubiera tenido lugar en un búnker de
cemento nadie habría escapado con vida.
Werner von Haeften
Mientras llega por radio y telefonía el anuncio de Joseph Goebbels de que el Führer se encuentra vivo, Stauffenberg y varios de sus colaboradores son detenidos en el Ministerio de Guerra por tropas fieles a Hitler. El general Fromm, cómplice del golpe, ordena esa misma noche que sean fusilados sumariamente en el patio, lo que no le salvará de ser ejecutado a su vez con posterioridad. El general Friedrich Olbricht, el coronel Albrecht Ritter Mertz von Quirnheim, el propio teniente coronel Stauffenberg y su ayudante personal, Werner von Haeften, son fusilados después de que, tras un intento fallido de suicidio, el general Ludwig Beck, jefe de Estado provisional de haber tenido éxito el golpe, haya sido rematado por un soldado. El día de
¿Qué podía significar, si realmente fue éste el postrer grito de Stauffenberg “Viva
Stauffenberg: A Family History, 1905-1944, de Peter Hoffmann, y Secret
Albrecht Ritter Mertz von Quirnheim
Como se puede suponer, la educación del joven Stauffenberg fue tan estricta como exquisita, dentro del catolicismo más ortodoxo y monárquico, pero abierta a los más sofisticados círculos artísticos e intelectuales. Extraordinariamente guapo, como sus hermanos –que, además, eran gemelos–, eligió la carrera militar como la mejor forma de servir tanto a su patria como a sus propios ideales. Y, según los autores de los libros citados, fue su formación intelectual en el círculo de George la que fraguó la ideología que lo llevaría, muchos años después, a dar su vida en el intento de eliminar a Hitler. Stefan George había madurado el concepto de Alemania Secreta desde comienzos del siglo XX y lo había convertido en centro de su filosofía. Esta Alemania Secreta habría de ser el germen de una unión oculta formada por todos aquellos alemanes conscientes de la gran herencia mística germana, enraizada tanto en los ideales cristianos como en las tradiciones propias de su nación y en el culto a la belleza, pero también al sacrificio y el honor, siguiendo la inspiración de
Para
George, siempre había existido una Alemania Secreta de elevados valores morales
y estéticos cuya obligación en una era de materialismo y ateísmo era mantener
viva la tradición llegando incluso al sacrificio personal a cambio de asegurar
el advenimiento de un nuevo mundo. En 1899 George era ya un poeta
reconocido como el mayor exponente del simbolismo en Alemania, rodeado de
discípulos y seguidores, a los que consideraba no sólo su círculo, sino también
herederos de sus concepciones poéticas, místicas... y políticas. A partir de
1909 y hasta su muerte George no dudó en dar a sus obras e intervenciones
personales un tono decididamente político, a la vez que las reuniones de la Alemania Secreta
adoptaban matices claramente esotéricos y místicos. Quien quisiera participar
había de recibir el visto bueno del poeta, que sólo admitía en ellas a quienes
cumplieran los más elevados requisitos intelectuales... y físicos. Casi todos
los miembros del George-kreis, incluyendo a los Stauffenberg, eran
inquietantemente guapos y parecidos entre sí. En estas “ceremonias de iniciación”, desprovistas de excesiva
parafernalia ocultista, George aparecía vestido de negro, como una especie
de sacerdote, y exigía a sus neófitos juramentos de fidelidad a la Alemania Secreta
que debía materializarse en un futuro cercano. Ya en 1904 George y su amigo el poeta Karl Wolfskehl, judío y
nacionalista alemán, estaban convencidos de que “todo pensamiento
fructífero y liberador se había originado en cenáculos secretos”. La ideología
de la Alemania
Secreta de George es fácilmente identificable, al menos en
parte, con la revolución conservadora que daría paso después al triunfo del
nacionalsocialismo. De hecho, la
simpatía de George por el nazismo, así como la influencia de su círculo en
favorecer el triunfo de éste, sigue siendo hoy materia de agrio debate entre
defensores y detractores del poeta.
No cabe duda de que
la filosofía esotérica y exotérica del George-kreis compartía muchos aspectos
con la expuesta por intelectuales y artistas conservadores y tradicionalistas
próximos en mayor o menor medida al nacionalsocialismo. Derivada del pensamiento de Nietzsche, aunque matizada por las
inclinaciones cristianas del propio George, en su Alemania Secreta se dejan ver
influencias de las ideas de Oswald ? Werner Sombart o Ernest Jünger, pero
también de las de Otto Rahn, Julius Evola o René Guénon (Revista MÁS ALLÁ,
168). Como buen esteta simbolista, George odia y denuncia la vulgaridad y el
materialismo, y predica un elitismo exquisito, tanto artístico como espiritual, que debe preparar el camino a un
nuevo mundo, un nuevo líder y un nuevo
orden opuesto a la decadencia burguesa, al capitalismo y al bolchevismo.
También, curiosamente, el George-kreis
utiliza abundantemente la
Hakenkreuz , la esvástica (REVISTA MÁS ALLÁ, 218), que se
convertirá en símbolo nazi. Sin embargo, a diferencia de sus contemporáneos más
afines al nazismo, el George-kreis no se
manifiesta abiertamente antisemita o antijudío. Entre sus miembros
encontramos al ya citado poeta Kart
Wolfskehl, judío y a la vez nacionalista alemán y sionista, partidario de
la intervención de Alemania en la
I Guerra Mundial, quien deberá exilarse en 1933, con la
subida de Hitler al poder, y huirá primero a la Italia de Mussolini y
después a Nueva Zelanda. Wolfskehl seguiría en contacto epistolar con los
Stauffenberg. Por otra parte, la actitud de George ante el “problema judío” es
astutamente ambigua, aunque desprovista del antisemitismo irracional del nacionalsocialismo. Y es que, a pesar
de lo que nuestra actual visión de aquellos tiempos pretenda imponer, las cosas
nunca fueron tan simples. Así, otro fundamental miembro del George-kreis, el
historiador judío alemán Friedrich
Gundolf, que formó parte de la Alemania Secreta desde 1899 y se convirtió en su
portavoz como editor de la revista Jahrbuch für geistige Bewegung (Anuario para
el movimiento mental) entre 1910 y 1911, fue también profesor y supervisor en la Universidad de
Heidelberg del doctor Goebbels, futuro ministro de Propaganda nazi, a quien
imbuyó las ideas propias del George-kreis.
De hecho, Goebbels tuvo esperanzas de ser admitido en el grupo y fue presentado al poeta por Gundolf, aunque sólo para ser amablemente rechazado por éste. Gundolf y George romperían su íntima amistad en 1926, pero no a raíz de diferencias políticas o raciales, sino por el matrimonio del historiador, que desagradó profundamente a George. Aunque en 1933, poco antes de morir en su voluntario exilio en Minusio, cerca de Locarno, rechazó los honores del Gobierno nazi, Goebbels tuvo su permiso tácito para instituir el premio Stefan George, que sobrevive hoy, y caben pocas dudas de que buena parte de la filosofía, tanto oculta como evidente, de
¿COMPLOT ESOTÉRICO?
A pesar de la presencia de elementos místicos e incluso mesiánicos en
Para George, la muerte
voluntaria y el sacrificio por honor para mantener y materializar la Alemania Secreta
son conceptos fundamentales, que el extraño culto que rindió a su amado
Maximilian Kronberger, adolescente que se convirtió en su más joven seguidor
–falleció de meningitis a los 16 años y le convirtió en la figura mítica de
Maximin–, deificado como los césares y adorado obligatoriamente por los
miembros del kreis, no hace sino confirmar más allá de toda lógica. Será esta
idea sacrificial la que influya de manera decisiva en Claus Stauffenberg y
otros miembros del complot, dispuestos a todo para acabar con Hitler.
Stauffenberg terminará identificando a Hitler no con el líder profetizado por
George, sino, por el contrario, con su antítesis y enemigo. Para él y buena
parte de los conspiradores, Hitler se convierte, literalmente, en el Anticristo y Señor de los Gusanos de
uno de los poemas del maestro.
Durante los últimos años de guerra, tanto
Stauffenberg como otros militares de origen aristocrático comienzan a sentirse
horrorizados por el rumbo de los acontecimientos. Lejos de representar el
triunfo de Alemania, Hitler es su ruina. Como afirmará Berthold Stauffenberg
durante los interrogatorios de la
Gestapo que preceden su ejecución, tanto él como Claus apoyan
la mayor parte de la política interior nazi, pero han visto cómo “las ideas fundamentales del
nacionalsocialismo han sido pervertidas y convertidas todas en la práctica en
sus contrarias”.
La progresiva eliminación del pueblo judío, en pos del Programa Final, repugna a un hombre de profundas convicciones cristianas, que ha compartido ideales con poetas e intelectuales judíos del George-kreis obligados a exiliarse, prohibidas sus obras. Surgen a lo largo de los años diversos frentes de lo que se ha dado en llamar la resistencia alemana. Algunos, de carácter conservador y nacionalista, ven en Hitler el triunfo del populismo; otros, como el encabezado por el alcalde de Leipzig, Carl Friedrich Goerdeler, uno de los líderes del 20 de julio, son de orientación socialista y democristiana... Una figura como la de Carl Stauffenberg hace de perfecta bisagra, ya que simpatiza con los ideales democristianos y, a la vez, pertenece a lo más granado de la aristocracia germana. Y en todos abundan elementos afines al esoterismo. Aparte de los hermanos Stauffenberg, encontramos también a uno de sus primos, Helmuth James Graf von Moltke, nacido en Kreisau –de donde derivaría la denominación “Círculo de Kreisau”, dada por los nazis a los conspiradores–, en el seno de una familia practicante de
Su hermano, Hans Adolf von Moltke, que no participó
en la conspiración porque había fallecido, fue embajador de Alemania en la España de Franco y miembro
de la sociedad esotérica francesa Alpha-Galates (Los Primeros Galos), de la que derivaría el Priorato de Sión de
Pierre Plantard (Revista MÁS ALLÁ, 210). Otro de los conspiradores
ejecutados sería el jefe de la
Policía de Berlín, Wolf
Heinrich Graf von Helldorf, uno de los líderes de las S.A. en sus inicios y
amigo del mago e hipnotizador judío Erik
Jan Hanussen (REVISTA MÁS ALLÁ, 201).
Su participación en el atentado disgustó
especialmente a Hitler, pues se trataba de uno de los más antiguos miembros del
partido, condecorado con la Cruz
de Hierro. Igual disgusto causó la complicidad de Albrecht Haushofer, hijo del fundador de la geopolítica, Karl
Haushofer, erudito del budismo y profesor de Rudolf Hess, que se suicidaría
en 1946, horrorizado por la ejecución de Albrecht a manos de la Gestapo. Todos
estos “iniciados” en distintas filosofías y sociedades esotéricas que habían
visto en Hitler el cumplimiento de una profecía acabaron perdiendo sus vidas al
intentar abortar la misma Bestia que alimentaran en su infancia. Como les
ocurriera a nacionalistas conservadores y militares de la aristocracia
prusiana, los místicos seguidores de doctrinas ocultas e ideales
tradicionalistas, como lo fueron los adeptos a la Alemania Secreta
de George, murieron víctimas de la mordedura de la serpiente cuyo huevo habían
ayudado a incubar.
¿SABÍAS QUE......
El director de Valkyrie es Bryan Singer, creador de House, quien parece sentir, siendo judío y homosexual, una peculiar atracción por el nazismo? En Sospechosos habituales, el villano es un diabólico supercriminal centroeuropeo a lo Mabuse llamado Kaiser Söze.
En Verano de corrupción, cuenta cómo un viejo criminal de guerra Nacionalsocialista corrompe a un adolescente americano, según Stephen King. Singer ha creado al nuevo Superman y al médico más políticamente incorrecto y elitista de la televisión... Sólo le faltaba Claus von Stauffenberg, el "Nacionalsocialista bueno" por excelencia.
Tal era el prestigio y la influencia de Stefan George que Klaus Mann, el menor de la famosa familia de escritores de origen judío, futuro militante antifascista, dejó escrito este testimonio: “Mi juventud veneraba en Stefan George al templario cuya misión y hazañas son descritas en su poema. Cuando la ola negra del nihilismo amenaza con devorar nuestra cultura, llega él, el visionario militante y caballero inspirado”. Klaus Mann se suicidó en 1949.
MILAGRO NAZI: Una señal de
¿Cuál fue el resultado del fallido atentado del 20 de julio? Paradójicamente, fortalecer a Hitler en sus postreros días. Según explica H. R. Trevor Roper en Los últimos días de Hitler, el complot tuvo el sorprendente efecto de volver a Himmler hacia Dios: “Sé que me consideran generalmente –cita Roper– un irremediable pagano, pero, en el fondo de mi corazón, soy, en realidad, creyente. Creo en Dios y en
El informe añadía que muchas personas vinculaban
`ideas místicas y religiosas a la persona de Hitler´”. La misma Alemania Secreta que había fallado al profetizar la llegada
del nuevo Mesías erraba también al intentar vencer a su Anticristo. Al
atentado seguiría una brutal purga en la que perecerían más de 200 personas
relacionadas de una u otra forma con el complot y la resistencia en Alemania,
incluyendo héroes de guerra como el general Rommel. Juicios histriónicos y
sangrientas ejecuciones, fotografiadas y filmadas para disfrute de Hitler y sus
S.S., acabarían con cualquier esperanza de poner fin pacífico a la guerra.
Los
días de Hitler estaban contados, pero el espíritu místico y aristocrático del
George-kreis estaba tan condenado como él y Claus von Stauffenberg destinado a
convertirse en símbolo, mártir y héroe de una ambigua resistencia alemana que
quizá, en el fondo, fue tan mítica y esotérica que nunca existió.
El
atentado no impidió a Hitler cumplir con los compromisos que tenia previstos,
como una entrevista con su “colega” Benito Mussolini, a quien, como vemos sobre
estas líneas, mostró los estragos causados
por la bomba.
ESCRITORES MÍSTICOS Y ...NAZIS
Stefan George no fue el único escritor con inclinaciones místicas que pareció abrazar el nazismo.
•Hans Heinz Ewers (1871-1943) fue el genio de la novela fantástica alemana y el autor de Mandrágora. Ocultista, espía y esteta, fue también padre del cine fantástico de
•Gottfried Benn (1886-1956) fue uno de los mayores poetas expresionistas. Admirador de Hoffmannstahl y George, su mística del caos y del nihilismo saludó con alegría la explosión nazi de vitalismo y fuerza de voluntad... hasta que sus obras fueron prohibidas por decadentes. Después de la guerra, su pasado nazi lo convirtió en autor maldito.
DEL ESOTERISMO NAZI...A
Valkyrie ha vuelto a desatar la polémica en torno a Tom Cruise y la cienciología. Algunos dicen que su interés en Claus von Stauffenberg, con el que guarda un asombroso parecido, radica en sus ideales místicos; otros, que la historia del héroe alemán es un vehículo para que la iglesia de Hubbard sea vista con mejores ojos en un país donde es considerada secta perniciosa. Al principio, las autoridades militares alemanas negaron el permiso para rodar en sus cuarteles, pero, finalmente, convencidos de la seriedad del proyecto, decidieron concederlo.
Es obvio que la Segunda Guerra Mundial fue una Guerra Mágica.
Mencionemos solamente, que según afirman muchos, Roosevelt usó los servicios
del psíquico Edgar Cayce.
Churchill pidió al degenerado satanistas de Aleister
Crowley que ayudará al Servicio Secreto.
Se usaron médiums para extraer información de alemanes
muertos. Psíquicos para usar la telepatía y la visión remota en espionaje
antinazi.
Y se dice que el coven de brujos de Hampshire, realizó un
rito para evitar que los nazis invadieran Gran Bretaña. Tres de los celebrantes
fallecieron.
Es obvio que la IIGM fue una guerra más que física, también mágica.
Veamos otros ejemplos de esto:
Uno de los primos de Stauffenberg (quien intentó matar a
Hitler), el conde Helmuth J. Von Molkte:
-Perteneciente
a una prestigiosa familia de militares cuyos miembros fueron fervientes
seguidores de Rudolf Steiner y la antroposofía, corriente de "magia
blanca" espiritualmente opuesta a los Nacionalsocialistas y perseguida por estos.
-Logró salvar a
docenas de pilotos aliados prisioneros, cuya ejecución supuestamente había ordenado Hitler
como represalia, y junto a Peter Yorck von Wartenburg fundó el Circulo de
Kreisau, que agrupaba a intelectuales opuestos a Hitler.
Otro de sus primos, casado con una hermana de P. Yorck, Hans Adolf von Molkte, era embajador alemán en España, donde probablemente negociaba con los aliados, y era miembro de la orden esotérica Alpha - Galates. Esta había sido creada por el ocultista George Monti, infiltrado al más alto nivel en numerosas sociedades secretas y grupos esotéricos, que al parecer actuaba como agente secreto alemán antes de la guerra.
En el momento del atentado, Alpha - Galates -que se presentaba como una organización caballeresca simpatizante del Nacionalsocialismo, era dirigida por Pierre Plantard, quién más tarde aparecerá como Gran Maestre del Priorato de Sión, que se presenta hoy como la sociedad secreta más polémica y supuestamente más influyente. Baigent, Leigh y Lincoln sospechan que este grupo esotérico desarrollaba una actividad encubierta de oposición al Nacionalsocialismo.
Así se entendería el mutuo apoyo que hubo luego entre Plantard y el general De Gaulle, quién, según el sacerdote militar Martín Couderc- había impartido una enseñanza secreta, político-esotérica, a 45 Compañeros, cuidadosamente seleccionados, que luego habrían formado una Orden, encargada -entre otras cosas- de combatir un futuro resurgimiento del Nacionalsocialismo.
Otro de sus primos, casado con una hermana de P. Yorck, Hans Adolf von Molkte, era embajador alemán en España, donde probablemente negociaba con los aliados, y era miembro de la orden esotérica Alpha - Galates. Esta había sido creada por el ocultista George Monti, infiltrado al más alto nivel en numerosas sociedades secretas y grupos esotéricos, que al parecer actuaba como agente secreto alemán antes de la guerra.
En el momento del atentado, Alpha - Galates -que se presentaba como una organización caballeresca simpatizante del Nacionalsocialismo, era dirigida por Pierre Plantard, quién más tarde aparecerá como Gran Maestre del Priorato de Sión, que se presenta hoy como la sociedad secreta más polémica y supuestamente más influyente. Baigent, Leigh y Lincoln sospechan que este grupo esotérico desarrollaba una actividad encubierta de oposición al Nacionalsocialismo.
Así se entendería el mutuo apoyo que hubo luego entre Plantard y el general De Gaulle, quién, según el sacerdote militar Martín Couderc- había impartido una enseñanza secreta, político-esotérica, a 45 Compañeros, cuidadosamente seleccionados, que luego habrían formado una Orden, encargada -entre otras cosas- de combatir un futuro resurgimiento del Nacionalsocialismo.
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